Agrios edulcorados…
Caso 273: Bueyes que no halan
Sep.01.2016
Aparece la columna de Ramón Rodríguez (Sep.01.2016), a
quien todos conocemos por el mote de El
Teacher, en el vespertino El Nacional, gracias a una dispensa de Leonardo
de Jesús Heredia Castillo, a quien todos conocemos por el mote de Leo Corporan. Como ya he mencionado en ocasiones
anteriores, Rodríguez es una de las personas que dedica parte de su tiempo a
revisarle la columna Te Enteraste al editor deportivo del
medio, algo que todo el que ha visitado esas instalaciones tiene que realizar,
inclusive un servidor, si el autor considera que posee ciertos vuelos
literarios.
escultura de Ellen Jewett |
He manifestado que corregir y seguirle el ritmo periodístico
a Heredia Castillo es una labor titánica, porque su léxico es infortunado, muy
pobre, y su estilo chabacano, rústico, insubstancial. Como si escribiera para
gente no muy instruida o quizás pensando que la colectividad que está ávida de información
se circunscribe a la barriada de Villa Juana.
Tan osado es El
Teacher que inclusive he visto su nombre en las páginas de opinión del
vespertino.
Un día antes circuló en las redes sociales una fotografía
de Rodríguez donde se leía: “Ramón Rodríguez,
presidente histórico de la ABADINA”. La ABADINA es la Asociación de
Baloncesto del Distrito Nacional.
Si El Teacher
tuviera un poquito de vergüenza y una pizca de dignidad se mantuviera en un
bajo perfil, porque su presencia ofende. “Presidente
histórico”, si, histórico, por haber ocupado la posición en dos ocasiones y
haber salido en ambas oportunidades con el rabito entre las piernas, en medio
de enormes escándalos, traicionando a sus compañeros de lucha y a todo el que
ha trabajado por el baloncesto en la capital de República Dominicana.
ilustración de Derek Gores |
En la primera ocasión fue expulsado de por vida de
toda actividad del baloncesto nacional por Frank Herasme, entonces presidente
de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL). La segunda vez Heredia
Castillo le sirvió de soporte, junto al entonces jefe de la Policía Nacional,
Manuel Elpidio Castro Castillo, para neutralizar cualquier faena por omisión o comisión
de Rafael Fernando Uribe Vásquez, presidente de la FEDOMBAL, también conocido por
el mote de Rafelin, antes también por
el alias de Nanito.
Al guapito presidente de la FEDOMBAL se le pusieron
los “fifises” chiquititos. Acobardado,
abatido, deprimido e intimidado, con una melancolía que le carcomía los tuétanos.
Me dicen las malas lenguas que tuvo que asistirse de un urólogo porque los “cojones” se le perdieron dentro de su
saco escrotal. Así de perversa fue la presión ejercida frente a un malicioso, retorcido,
desalmado, ruin, malandrín, deshonesto; recibió una dosis de su propia
medicina.
La presencia de Rodríguez en los medios periodísticos es
un acto de osadía, especialmente frente al mundo deportivo dominicano, pero también
una irresponsabilidad mayúscula de Heredia Castillo, apañando a este sujeto, y
demostrando fehacientemente que además de su protector, también debe tener un
evidente grado de complicidad.
La
responsabilidad de los medios, sus editores y directores, va directamente
relacionada con la información y las opiniones emitidas en los medios. En los
medios de comunicación del Grupo Corripio los personajes en la cadena de mando
tienen que fallecer para ser substituidos, pasó con Mario –Cuchito- Álvarez Dugan, director de Hoy, fallecido en el año 2008; pasó
con Radhamés Gómez Pepín, director de El Nacional, en octubre del 2015, ambos
maestros del periodismo dominicano. Ahí está Rafael Molina Morillo, con 86 años
de edad, cargando con la dirección el matutino El Día, y Juan Bolívar Díaz, próximo
a cumplir 72 años de edad, más arrugado que una ciruela, apareciendo todos los días
en la televisión… pasará lo mismo con Heredia Castillo, pasará con el nuevo
director de El Nacional, Bolívar Gómez Díaz, pasará también con José P. Monegro,
sub.-director de El Día y substituto de Rodríguez en la ABADINA. Pero no hay ningún
tipo de responsabilidad con el impacto que pueden ocasionar sus contenidos en
el público o la ciudadanía y ello en gran media debería ser el trabajo de Juan
Carlos Camino, eterno administrador de los tres rotativos, también conocido por
el mote de El Enano.
Acá
deberíamos echar mano al informe Hutchins (1947), punto de partida de cuanto
análisis se realiza con respecto al tema de la responsabilidad social de los
medios de comunicación, que además señala a los medios en su relación con dos
actores: el público y el gobierno, planteando una serie de recomendaciones. El
ejercicio de la prensa no sólo depende de los periodistas, sino también de múltiples
actores y muy particularmente la ciudadanía en general. Este documento hace
referencia particular a la importancia que cobra la ética del periodista y de
los propietarios de los medios como responsables directos de los contenidos que
se producen y emiten en los medios de comunicación. Este informe propone la
autorregulación como el mecanismo desde el cual los medios puedan establecer
sus propios mecanismos para regular sus contenidos, sin esperar la censura de
parte del gobierno o de la ciudadanía entendida como el público que consume los
medios.
El
Teacher y Leo, una
pareja que para nada le importa el deporte nacional.
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