Chamuyos del doctor Camote
En la 27 de Febrero a esquina Abraham Lincoln de la
ciudad de Santo Domingo hay varias pantallas que realizan promociones las 24
horas del día. Uno de esos telones electrónicos nos muestra como un robot
utilizado en el tratamiento del cáncer de próstata es capaz de descamar la fina
envoltura de un tomate sin afectar el contenido. Un procedimiento que en el
país de seguro han de tener varios centros especializados.
Al doctor Camote lo conocí en Perú hace ya más de 30
años. Era un personaje de la televisión, muy cordial y campechano; una especie
de Melecio Morrobel, aquel portento
crudo y real interpretado por Freddy Beras Goico que retrataba de cabo a rabo a
los ordinarios políticos dominicanos y sus incontinencias verbales, la viva
representación de El Querido (Alfonso Crisóstomo Vásquez, responsable del Partido de la Liberación
Dominicana en Puerto Plata y ex–diputado al Congreso Nacional) llevada al arte.
Semanas atrás subrayé un agriodelimon donde tocaba
el asunto que enfrenta a tres atletas con el presidente de la Federación
Dominicana de Esgrima, Junior Arias Noboa, además funcionario del Ministerio de
Deportes y Recreación (MIDEREC). El hombre amenazó que continuaría adelante y
llevó a la justicia ordinaria a los esgrimistas que señalaron las falencias por
las que atravesaban y afectaban su rendimiento. Las
señoritas Violeta Ramírez y Elsa Mateo y el caballero José Leokhart son los
entristecidos representantes del paño nacional y los que tendrán que responder
ante la batería defensiva de Arias Noboa, la que ya adelantó solicitará dos
millones de pesos en reparación.
Para este Oct.06.2015 está fijada la causa donde Arias Noboa presentará sus demandas contra Ramírez
y Mateo por “difamación e injuria”.
Leokhart fue excluido del expediente.
Arias Noboa valoró que no es él quien demanda, sino
la entidad que preside (Diario Libre, Sep.10.2015); burdo comediante. Más
recientemente, Oct.02.2015, en Noticias Telemicro: “El presidente de la Federación Nacional de Esgrima, Junior Arias Noboa,
negó este viernes que se haya expulsado a tres atletas, como denunciaron estos
hace varias semanas”.
Como señalé con anterioridad, Arias Noboa no
podrá tener nunca mi favor porque amenazó con vaciar su pistola en el cuerpo de
uno de mis hijos por un incidente en una cancha de baloncesto; repito hay
quienes no saben abandonar con gallardía y elegancia los tiempos que jamás
volverán. Quizás el no sepa cuanto nos cuesta llevar un muchacho hacia delante
en medio de una sociedad plagada de vicios, permeada por todos los males
habidos y por haber, donde los valores han sido suplantados por los malos
ejemplos de nuestros gobernantes y donde la corrupción ha alcanzado cifras
alarmantes, precisamente en los gobiernos al que dice servir.
Desde que Felipe –El Jey- Payano llevó a Arias
Noboa al MIDEREC, como uno de los 38 vice-ministros que hubo en su momento, le
ha costado más de 6.5 millones de pesos al Estado Dominicano, pero también al
pueblo dominicano, que cada día es esquilmado en todos los aspectos de su
cotidianidad.
No hay que ir muy lejos para señalar que es una
botella cara, muy cara, porque no cumple ninguna función en el tren
administrativo, ni administrativa ni técnica. Hoy hay salarios, en cantidades
representativas, en el ministerio de Deportes que ascienden a 5,117.50 pesos
dominicanos mensuales y más de un centenar de empleados que esperan una pensión
por la misma cantidad de dinero. A este se le regalan cien mil… ¡eso se llama
equidad!
Mejía Oviedo |
Los “contratados”, un nuevo renglón en la nomina
de MIDEREC, para la provincia de Azua son más de 29 personas, con sueldos
mínimos de 10 mil pesos mensuales, que dicen realizar diferentes funciones en
la citada provincia. “Adscrito al despacho del ministro”, se lee en las
funciones de Arias Noboa… ¡vaya usted a saber!
Después que la sociedad dominicana desaprobó la
actitud de Arias Noboa frente a sus atletas, inclusive frente a una medallista
panamericana, hizo circular una nota donde “figuras deportivas” ensalzaban su
paso por el movimiento deportivo. El vespertino El Nacional (Sep.01.2015)
reflejaba: “entre los dirigentes que firman el documento se encuentran el
inmortal del deporte, Moisés Lembert Castillo, de la Fundación San Juan Bosco,
el doctor Bienvenido Montero De Los Santos, presidente del Comité Permanente de
Viejas Glorias y el profesor Juan Valdez Mena, de los Premios “Esencia del 12”…
¿estará alguno en la nomina de MIDEREC?... había o hay un Edgar Moises Lembert
Espinal (junio 2014); hay o había un Juan Valdez Mena (febrero 2015), como
“coordinador”…. ¿qué función realiza la Fundación San Juan Bosco?... ubicada
camino a Yamasá; ¿a quien ha premiado Valdez Mena con sus galardones?
El Día (Ago.25.2015) publicó: “el presidente de la Federación de
Esgrima, Junior Arias Noboa, culpó ayer al Comité Olímpico de retaliación, y al
director técnico de ese organismo, el cubano Tony Mesa (Bernardo Antonio Mesa),
de estar detrás de las acusaciones que varios atletas han realizado a su
gestión”.
A la fecha, el
Comité Olímpico Dominicano, del que Arias Noboa, en su multiplicidad de
funciones, es vice-presidente, no ha dicho esta boca es mía. Tampoco se ha
manifestado su presidente Luis Mejía Oviedo.
El mismo COD nombró
meses atrás a Arias Noboa como jefe de la misión dominicana que asistirá a los
Juegos Olímpicos del año 2016. ¿Qué cualidades adornan a
Arias Noboa para entregarle la jefatura de la delegación dominicana a unos
Juegos Olímpicos?... ¿qué en realidad aporta este asistente especial del
ministro al deporte dominicano?... ¿dónde están las realizaciones de Arias
Noboa frente a la federación que preside?... ¿hay secretos insondables que no
se pueden hacer públicos?
El Día nos regaló (Ago.21.2015): “El presidente de la
Federación Dominicana de Esgrima, Junior Arias Noboa, desmanteló la selección nacional
de ese deporte, con la expulsión de tres de los cuatro miembros de la modalidad
de espada, como represalia por haber declarado que no tuvieron una preparación
adecuada para asistir a los Juegos Panamericanos celebrados en Toronto,
Canadá”.
Agregaba: “Violeta
Ramírez, Elsa Mateo y José Leokhart dijeron que Arias tomó la arbitraria
decisión sin tomar en cuenta su historia en ese deporte. Revelaron que además
fueron expulsados José Miguel Quezada y Altagracia Reynoso, Pedro Wilmo y el
entrenador cubano Reinaldo Oña, considerado el mejor técnico que ha tenido la
esgrima en el país en toda su historia”.
Arias Noboa es en verdad un el
cínico y astuto operador de base al servicio del jefe de ocasión y a su vez un
intermediario a la defensiva frente a ciudadanías colectivas carecientes pero
astutas y amenazantes, adversas a sus simpatías políticas.
Posiblemente
en su natal Azua es un político de cuarta que aprendió a negociar la
administración de su pobreza a cambio de ofrecer votos que sostienen hoy
privilegios corporativos (entendiendo al Partido de la Liberación Dominicana
como una corporación), el suyo una presencia permanente en la nomina del
ministerio de Deportes: una realidad inversa a aquella imaginada dentro de
marcos teóricos abstractos o por el pensamiento del pobre en su vertiente más
critica.
Arias Noboa debería
renunciar de todas sus “funciones” deportivas, porque ha demostrado ser incapaz
de contener su ira; así como su verbo es para hacer reír, responde de igual
manera ante las situaciones vivenciales. Por supuesto su castigo sería donar
todo el dinero que ha recibido del Estado Dominicano, multiplicado mínimamente
por dos, a obras de beneficencia en Azua donde hay mucha pobreza, escasa
escolaridad, campos desvastados, profusa delincuencia, insuficientes servicios
de salud, exiguas formas en la distribución del agua para siembras y consumo
humano, insignificante desarrollo industrial y un enorme rosario de carencias.
Si no quiere cumplir
con ninguna de las prerrogativas anteriores asistir por sus propios pies a uno
de esos centros modernos de tratamientos médicos, someterse a esos robots e
irse despellejando, paso a paso, y desaparecer de este mundo.
Quizás sólo su familia
y sus íntimos sentirán su ausencia, pero a la mayoría no nos hará falta.
Mientras
tanto, el Comité Olímpico Dominicano (COD) que preside Luis Mejía Oviedo hace
el silencio más descaminado y cómplice. Ese sigilo es una forma de violencia
contra todo el organigrama deportivo nacional. Violencia que se repite en todos
los actos inhumanos que se realizan desde las federaciones y donde se hace
mutis. La magnitud de esta realidad
merecería mayores titulares, pero la mayoría de estos hechos no trasciende; enmudecen
los federados, los miembros del Comité Ejecutivo del COD y por supuesto, la
prensa adocenada.
Mejía Oviedo está observando como su gestión se
marca ante los actos indecorosos de muchos de sus asociados, sólo para seguir
aislado en su mundo interior, haciéndose el gracioso llevando a los medios de
comunicación en los que interviene a un ser abominable y execrable como El Querido, el payaso de ocasión de la política
dominicana, o tratando de convertirse en un “socialite”.
Ese silencio enquistado en la cúpula del
movimiento deportivo dominicano se encubre a través de eufemismos; hay
silencios cómplices, alcahuetes o a voces. Se puede obtener un listado infinito
de los silencios, cada vez más descodificadles, incluyendo los cautelosos y los
no comprometedores. Todos quieren encandilados por sus éxitos de ocasión, sin
bases, hacer creer que con ese mismo estilo podrán conducir otras batallas para
conquistar algún día otras posiciones más elevadas.
El COD le huye a la palabra frontal, se asusta
ante las cajas de Pandora que se pueden abrir y enlutar reputaciones
socialmente bien cimentadas. También hay que tener pavor frente a ese
“olimpismo a lo criollo”, pseudo-solemne, pseudo-académico, pseudo
institucional, pseudo-enfático, pseudo-docto, pseudo-lapidario, pseudo-infalible;
me gustaría más apertura y por supuesto, menos nombres tan cuestionados en
especial sobre su moralidad y probidad. Hace demasiado tiempo tengo aversión
prodigiosa a todo el que me dice que es serio a toda costa. La esencia de la
seriedad del dominicano es la de la maquinación, y en consecuencia, el engaño.
Ramírez en Toronto |
Este deporte nuestro dejó de ser firme para vivir en un
permanente sismo; en las oficinas del COD, de MIDEREC, en las de los
presidentes de federaciones, las lámparas se sacuden, los pisos se mueven, los
papeles quieren salir volando, mujeres y hombres buscan brotar a campo abierto,
donde el cielo parece conservar la calma. El pánico es continuo, pero nadie
toma las previsiones. El reino de la subjetividad se exacerba y las redes
sociales colapsan. Desde las cúpulas se evaden responsabilidades, sin reparar
que antes hubo hombres que apenas hubiesen advertido alguna rareza en esa
abundancia de reportes. Sorprende a muchos que los mecanismos de observación y
seguimiento aún funcionan en este siglo del progreso, sin que nadie se detenga
a darse cuenta de qué hace lo que hace, ni por qué dice lo que dice.
¿Qué
le debe el deporte dominicano a Arias Noboa para que no se tomen medidas
ejemplarizadoras?
Estamos
ante un mamarracho infuncional que disfruta de los bienes de todos. Como tantos
otros, de todas las banderías políticas que tan flaco servicio de han prestado
a la nación.
Rushdie |
Sin ser terapeuta quizás a Arias Noboa lo que le faltó fue
tener mejor sexo en su juventud, así como le recomienda el escritor Salman Rushdie a los integrantes del Estado Islámico
(Clarín, Oct.03.2015). En esos campos de Azua donde lanzar piedras es el
pasatiempo regional, donde la superstición y la fe sirven para delimitar la
espiritualidad, estaban ausentes la razón y la lógica. Desde allí no podía
trascender, porque cuando hay tantos miedos es imposible alcanzar la cumbre de
la sensibilidad. De ahí sus practicas extremas, su deseo de sentirse poderoso
con demandas destempladas a sus propios atletas, esas mismas practicas son las
que suelen atraer a hombres vírgenes o incapaces de tener sexo.
Arias Noboa quizás considere que su verbo es un arma
glamorosa, quizás considere que eso es suficiente para esquilmarnos a todos,
graciosamente. Nuestros políticos tendrán que pensar viendo estas actitudes que
la educación que se brinda no es sólo cuestión del 4 por ciento, de muchas
aulas y más promesas, estamos viviendo lustros perdidos, sumidos en el atraso más
agobiante.
Un país cambia con pequeños gestos que cuando se suman son
grandes gestos.
Acá no hay suma, sino resta. ¡Esa es la pura verdad!
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