Violencia
y marginación en la perla del Caribe
De
la noche a la mañana, el nombre de José David Figueroa Agosto quedó grabado
para siempre el subconsciente de los dominicanos; así de simple, Figueroa
Agosto, no por su apodo en Puerto Rico, Junior Cápsula, no; solo los apellidos
de este hombre sobre el cual aún se tejen las más inconfesables leyendas. “El
Pablo Escobar del Caribe”, se apresuraron a llamarle.
Figueroa Sancha |
Cuando
finalmente Figueroa Agosto fue apresado en Puerto Rico, rápidamente saltó el
nombre de otro José Figueroa… José Figueroa Sancha, superintendente de la Policía de Puerto Rico,
desde noviembre del 2009 a
julio del 2011. Este hombre sacó la cabeza, e hizo visible; se le vio muy
activo, entonces con Rafael Guillermo Guzmán Fermín, jefe de la Policía Nacional ,
y Rolando Rosario Mateo, presidente de la Dirección Nacional
de Control de Drogas (DNCD). Figueroa Sancha antes había sido responsable del
FBI (Buró Federal de Investigaciones, por sus siglas en inglés) en Puerto Rico.
Hoy,
Figueroa Sancha no está en su cargo, como tampoco Guzmán Fermín, pero el
puertorriqueño es en buena medida responsable de la ola de violencia que vienen
padeciendo los inmigrantes dominicanos residentes en Puerto Rico. Incapaz de
bregar con sus propios demonios la emprendió contra la minoría residente en la
isla, que si bien no escapa de contar con individuos que pueden quebrantar el
orden, y de hecho lo hacen, está formada en su gran número por hombres y
mujeres trabajadores, que abandonan su país, en busca de un mejor porvenir.
Violencia
que también fue generada desde el mismo Capitolio, con la tapadera del
gobernador Luis Fortuño Burset
(2009-2013) y que contó con el brutal apoyo del alcalde de San Juan, Jorge
Santini Padilla, quien estuvo 12 largos años en el cargo. Santini Padilla es la
versión borincana de aquella tira cómica de antaño, ya desaparecida de los
medios, Trucutu; percepción renovada con las acciones que emprendió al conocer
que había perdido el gobierno municipal de la capital. En las elecciones del 6
de noviembre, tanto Fortuño Burset
como Santini Padilla perdieron sus puestos.
De otro lado, me encantan las cartas de presentación
de los funcionarios del Partido de la Liberación Dominicana
(PLD); todos han sido alumnos aventajados de Juan Bosch, compañeros de la
lucha, como si ese valladar fuera suficiente para exonerarlos de todas las
culpas. El Ovejo era su ser muy particular
y sólo hay que mirar quienes eran los miembros de su última organización
política para darse cuenta que todos estaban cortados por la misma tijera:
ninguno tenía un peso en el bolsillo.
El cónsul dominicano en San Juan, Puerto Rico,
Máximo Carmelo Taveras, nombrado en mayo del 2009, no escapa a lo descrito con
anterioridad. Para peor, en la página electrónica oficial de la oficina
consular en la vecina isla hay una propaganda de la Fundación Global
de Economía y Desarrollo (FUNGLODE), feudo del ex Presidente de la República , Leonel
Fernández Reyna. La otra oficina consular dominicana en Puerto Rico está en
Mayagüez, bajo la dirección de José Nicolás Stefan Bosch. No entraré en
consideración sobre el apellido, pero sigo apostando a que pese a todas sus ínfulas
el peledeísmo nunca ha contado con el
número suficiente de simpatizantes capaces para cubrir todas las posiciones
dentro del estado más allá del clientelismo, la exclusión de cuadros
profesionales que no se sumaron a la simple complacencia de sus apetencias
personales. Aquello de servir al partido
para servir al pueblo resultó pura cháchara.
Según
cifras conocidas, 8 de cada 10 mujeres de ascendencia dominicana en Puerto Rico
han sufrido violencia domestica o sexual, y los números crecen cada año. Se
estima que la colonia dominicana en la isla ronda las 150 mil almas, cifra que
jamás será exacta. La reforma fiscal que aplicará el gobierno dominicana
encabezado por Danilo Medina Sánchez forzará a un movimiento migratorio de
considerables proporciones.
Santini Padilla |
Venezuela
colocó sus trabas al estallar el boom
petrolero a inicios de la década de los años de 1970. Más adelante, los
europeos colocaron restricciones ante los dominicanos, había un considerable
tráfico de blancas, entre otras menudencias. En los últimos meses la mayoría de
las naciones sudamericanas han hecho efectivo la solicitud de visado,
requerimiento que se había abolido con el fin de las dictaduras militares en el
cono sur.
Ante
tantas trabas, las costas puertorriqueñas a sólo kilómetros de distancia,
continúan siendo una meta a alcanzar. Algunos dicen que las luces de Mayagüez
se observan en noches claras, y las estaciones de radio y televisión se captan
en la región este como si fueran locales.
Los
dominicanos en Puerto Rico no pueden estar solos ante la exclusión y la
marginalidad. Tomará tiempo para vencer obstáculos porque siempre habrán
enormes obstinaciones. Ese territorio que comparte con nosotros el arco
antillano es sinónimo de alegrías, pero la libertad que concita una vida mejor
no se puede pagar de manera tan onerosa.
Los
dominicanos que han salido de su terruño siguen fieles a muchas de sus
creencias y preferencias; el merengue y la bachata han sido vínculos que han
servido para una comunión entre los pueblos. Las patronales que amenizaba, casi
durante toda la época veraniega en los distintos pueblos borincanos el popular
músico Johnny Ventura, hizo que veinte años después Olga Tañón, Giselle, Elvis
Crespo, Manny Manuel, Los Sabrosos del Merengue y otras orquestas se adueñaran
del ritmo en tierras borincanas. Con la bachata no ha pasado igual, aún Anthony
Santos, Zacarías Ferreiras, Luis Vargas, Frank Reyes, Raulín Rodríguez, Teodoro
Reyes, dominan esa franja del espectáculo, amen de orquestas como Los Hermanos
Rosario y Héctor Acosta.
La
gente acumula, no excluye, suma cosas para cada necesidad física y espiritual.
Así la Virgen
de la Altagracia
es otro símbolo del sincretismo entre ambas islas. En los grupos con
habilidades menos cultivadas palpitan los cultos que trenzan el imaginario
popular. Puerto Rico lejos de quitar, agrega, todo es suma constante y muchas
veces sin tiempo para asimilarlo, mezcla y hace un matalotaje. Hay historias,
modas y compromisos con una transformación que seguirá tras una insaciable sed
de novedad.
El
encatrado de Fortuño Burset,
Santini Padilla y Figueroa Sancha, encuentra resonancia. Pasó así con la
senadora por Mayagüez, Evelyn Vázquez, quien perdió su escaño en este noviembre
en medio de incontables escándalos y despropósitos. Esta legisladora,
acostumbrada a soltar la boca sin resquicios diplomáticos señaló: “los
dominicanos no son seres tan brillantes”.
Esos
ecos producen situaciones desagradables. Hay pequeños comerciantes atosigados
en el área metropolitana por los desmanes de Santini Padilla, las persecuciones
que hacia Figueroa Sancha, quien no descarta lanzarse al ruedo político por el
Partido Nuevo Progresista (PNP), gran perdedor de las últimas elecciones. Súmese
a que Fortuño Burset estuvo de espaldas
en todo momento a la comunidad dominicana, primera minoría en la isla.
Uno
de los episodios más tristes fue la situación que vivió Francheska Duarte
Jiménez, de apenas 20 años de edad, quien perdió sus dos piernas después de
haber sido atropellada por su novio. Una jueza de nombre Nerisvel Durán
encontró culpable al imputado, pero sólo lo condenó a tres años de prisión bajo
el alegado de delito de lesión negligente; una infracción de circulación de
escasa monta. Descartó la agresión a sabiendas que Jorge Ramos Rodríguez, sin
licencia de conducir, violando una orden de libertad condicionada y actuando
con premeditación y alevosía, aplastó contra otro vehiculo Duarte Jiménez.
Dentro
de todas las tempestades, abrió sus puertas en el año 2003 el Centro para la Mujer Dominicana (CEMUD / página
electrónica: cemud.org), que está bajo la dirección de Romelinda Grullón. Esta
entidad presta servicios varios a la comunidad residente en la vecina isla, orientación,
apoyo emocional, asesoría legal y servicios de salud, por lo que debería ser un
foco de interés especial por el Consulado Dominicano y el Gobierno Dominicano,
pues en la actualidad está operando con fondos restringidos.
Cada
mañana salen cientos de mujeres de las inmediaciones de Santurce, Barrio
Obrero, Río Piedras, Villa Palmera y Puerto Nuevo, entre otras localidades,
para llenar los autobuses que las trasladan a los sectores residenciales más
exclusivos, Los Paseos, Montehiedra, Santa María, San Ignacio, Los Prados en
Caguas, Dorado Beach East, Los Corales, Palmas del Mar, La Encantada en Trujillo
Alto, los nuevos condominios con vista al mar en Miramar, Condado, Isla Verde y
Torrimar, así como El Milenio de El Condado, donde cualquier solución
habitacional sobrepasa el millón de dólares.
Los
dominicanos, muchas veces con escaso nivel educativo, sin disponer de los más
mínimos conocimientos, sin esa palanca poderosa y dinámica que mueve el mundo
contemporáneo y con gran esfuerzo por adaptarse a las novedades tecnológicas
que le impactan grandemente, buscan las ilusiones que se perdieron en las malas
practicas políticas de los gobiernos dominicanos.
Cada
dominicano que triunfa en el exterior es una bofetada para la clase política
dominicana, que sentados al borde del despeñadero se mantienen ilusos ante los
movimientos sociales que se gestan a lo interno del país.
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