sábado, 18 de noviembre de 2023

Cuando le colocamos ácido isovalérico a las historias
Noviembre 13 del 2023
 
 
El único jugador de origen dominicano que ha vestido la franela de Maryland Terrapins en el baloncesto colegial de los Estados Unidos es Jordan Gerónimo (6’06, 225, SF/PF, Dic.05.2001 en Newark, New Jersey), y lo hace en este curso 2023-24… punto. ¡Gústele o no!...
Jordan Gerónimo


Tiempo atrás escribí sobre los orígenes del baloncesto dominicano, tres entregas, y dejé algunas pinceladas abiertas para quien quisiera ampliarlas; por si las moscas, porque somos hijos de la muerte aunque nos creamos eternos. No importa quien usted sea, tan perfumado que se sienta en los actuales momentos, o tan desdichado que quiera colocarse a las puertas de las cuevas de Zugarramurdi, una de las tantísimas entradas al infierno, tarde o temprano la invicta guadaña lo atrapará.
 
Esta pasada semana (Nov.06.2023 a Nov.09.2023) se celebró un conversatorio sobre el baloncesto dominicano, pero quienes trataron lo relativo a la historia, replicaron los mismos errores de siempre. Decía Georgilio Mella Chavier, premio nacional de Historia, en las aulas del Colegio Dominicano De La Salle, que el historiador dominicano no va a las fuentes, corrobora copiando el texto leído de su preferencia.
 
Voy más lejos, el periodista Martin Lajara, quien en las redes sociales se identifica como: «Deportivo Inmortal del Baloncesto»… un título digno de ser estudiado por filólogos, lingüistas, académicos, eruditos, investigadores, puristas del idioma castellano, y que desde ya prometo enviar a Arturo Pérez Reverte, miembro de la Real Academia Española, para su revisión, presentó una fotografía de Salvador Cocco Pastoriza recibiéndose como dentista en la Universidad de Maryland.
Georgilio Mella Chavier


Encontré una reseña de Tuto Tavarez, editor deportivo de La Información (Jun.18.2023), donde titulaba: «Martín Lajara el “Wikipedia” del baloncesto dominicano». ¡Wayyyyyyyyyyyyyy!
 
Hurgando para mi satisfacción personal, también encontré: «premiaciones Baldayac reconoce a familia Cocco, pionero basket R.D.»… la nota se expandía, señalando: «un homenaje a la memoria del doctor Salvador Cocco Pastoriza, quien introdujo el deporte del aro y el balón en el país hace cien años, representado por la familia Cocco González, fue tributado  por Producciones Baldayac en el marco del programa La Estrella del Baloncesto, dedicado este año a la conmemoración del Centenario del Basket Dominicano».
 
Martin Lajara y Rafael Baldayac fueron exponentes en el ciclo de charlas Roosevelt Comarazamy, organizadas por la Fundación de Baloncesto Dominicano (FUNBALD).
 
Encontré un artículo del propio Baldayac en La Información (Nov.09.2023), donde podemos encontrar el título: «FUNBALD en la historia basket RD».
 
Continuaba el texto, señalando: «Santiago de los Caballeros, el primer Santiago de América,  tiene el honor de ser la ciudad donde se jugó por primera vez un partido oficial de baloncesto en la República Dominicana, teniendo como escenario las instalaciones Centro de Recreo, en su salón de gimnasia… este histórico encuentro, efectuado la noche del sábado 29 de mayo de 1915,  marcó el nacimiento  de la actividad del aro y el balón que se ha convertido rápidamente en uno de los deportes más populares de esta nación… según este antiguo documento, recogido en el periódico El Diario de Santiago, el doctor Salvador Cocco Pastoriza, quien  fue la primera figura nacional que practicó el baloncesto organizado y quien lo introdujo al país hace 108 años».
 
¡Estoy a punto de colapsar, vía un soponcio de enormes magnitudes!... llamaré de urgencia a mi cardiólogo.
 
En Ene.04.2022, Bienvenido Rojas, El Tomate, publicó en Diario Libre que Rudy Hernández (Rudolph Albert Hernández Fuentes, Dic.10.1931 en Santiago de los Caballeros, República Dominicana; Nov.23.2022 en Condado, San Juan, Puerto Rico), una reseña donde apuntaba que Hernández había sido un copioso anotador e imponente rebotero para Seton Hall Pirates. ¡Ayyyyyyyyyyyyy!... ¡que orgásmica satisfacción sentí!... el editor deportivo de La Noticia, El Siglo, y Diario Libre… los dos primeros medios quebraron, y en el tercero, cuando se enteraron de aquel derrotero pusieron sus barbas en remojo.


A El Tomate le envié un twitter señalándole que Hernández no pasó por Seton Hall, ni en el baloncesto, ni en béisbol; para esa fecha, 22 jugadores de béisbol de los Pirates habían llegado a las Grandes Ligas. ¡No rectificó!... de manera ipso facta, se cayó solito en una letrina. ¡El Tomate!... el mismo personaje que señaló para la Copa de las Américas, en julio del 1989, celebrada en México, que este servidor era «el azaroso de la selección dominicana de baloncesto»… ¡lindo piropo!... parecido al de Fausto Julián Suero Bueno, que después de tratar de beber de mis conocimientos, sin aprender nada, me regaló: «el cretino de los cítricos».
 
Bienvendo Rojas, primero escogidista, después, por conveniencia laboral, liceísta; El Tomate, miembro de la Línea Roja del 14 de Junio, según le escuché alguna vez, condecorado por tres Presidentes de la República, entre ellos Joaquín Amparo Balaguer Ricardo… ¿dónde quedó la dignidad de este ser al aceptarle una condecoración a Balaguer Ricardo?... Rojas, creyéndose tener un poder ético para juzgar moralmente a quien no piense como él, igualito a Leonardo de Jesús Heredia Castillo, Leo Corporán.
 
¿Dónde están los ejecutivos de Diario Libre que no observan de forman forense las columnas de Rojas?...las mismas son cíclicas; se repiten… ¡un artista en coger los mangos bajitos!
 
Coloco en el buscador: «Hernández, Seton Hall, baloncesto», y obtengo como respuesta que tiempo atrás Cuqui Cordova, había arrancado con la versión de marras… Emilio Nicolás Córdova Pereira, el historiador deportivo de las distancias cortas. Volvemos a lo señalado por Mella Chavier: «el historiador dominicano no va a las fuentes, replica».
 
Aquí todo el que escribe se deja llevar por la inmediatez: «el fenómeno», decía Immanuel Kant (Abr.22.1724 en Königsberg, Prusia; Feb.12.1804 en Königsberg, Prusia), lo anecdotario, lo simple, nadie salta «al noúmeno», la esencia que sólo se concibe por el intelecto, «cosa en sí». En la Crítica de la razón práctica, Kant señala la posibilidad del concepto positivo de «noúmeno» como objeto de la contemplación no sensorial. En este sentido, el «noúmeno» no es accesible al hombre, dado que toda contemplación humana, según Kant, sólo puede ser sensorial.
Centro de Recreo


Recuérdese… aquí todo el mundo piensa con la sensación del estómago lleno… por eso el dominicano dejó de ser honesto, descartó todos los valores, mandó a volar al civismo, cambió dignidad por el borreguísmo.
 
He señalado que Cocco Pastoriza (Salvador Augusto Cocco Pastoriza, Tuto, May.31.1892 en Puerto Plata, República Dominicana; 1995), quien fuera mi vecino en Santiago de los Caballeros, ni jugó al baloncesto en Maryland, ni se graduó de odontólogo en esa academia; en su época, no había ni equipo de baloncesto, ni escuela de odontología en College Park, Maryland.
 
Apuntaba también, quien esto escribe, que hasta el momento daba por válida la versión de que el baloncesto se jugó por primera ocasión en el Centro de Recreo de Santiago de los Caballeros, en 1915, quizás por razones afectivas. Dudo que alguien más involucrado con el baloncesto dominicano, actualmente, haya bailado alguna vez en los salones de ese Centro de Recreo, donde mi familia era socia. Era muy chico, pero recuerdo que todos los sets para bailar se iniciaban con un pasodoble.
 
Pero ya empecé a dudar; quizás no tenga todo el tiempo para sumergirme en alguna biblioteca, por razones de espacio y compromisos, y profundizar en papeles de tiempos pretéritos, reveladores. Yo, en lugar de perder mí tiempo en Maryland, me acercaría maas al estado de Pennsylvania.
 
Dudo, porque la historia nos la han contado mal desde siempre: la aparición de la Virgen de las Mercedes a las tropas españolas que avasallaban a los indígenas en el cerro de La Vega; la purísima Isabel La Católica, facilitadora del viaje de Cristóbal Colon a lo que posteriormente hemos conocido como América, que envenenó a sus dos hermanos, a pesar de ser reyes, para ella ser quien reinara; los viajes de Colon, que no fueron cuatro, sino seis, los últimos dos, siendo huesos y cenizas, porque: «polvo eres y en polvo te convertirás».
Julio Antonio Mella McPartland


Para 1905 había dominicanos jugando al baloncesto en Estados Unidos; a ver, repita conmigo: «dominicanos jugando al baloncesto en Estados Unidos»… para que no se vaya a atrabancar, convertido en papilla, para que baje suave: dominicanos, léase, más de uno; en 1908 un dominicano, de Puerto Plata, para más señas, recibió una invitación para cursar estudios de ingeniería en una reputada institución académica de la costa este de la nación americana, y jugar al deporte de los aros y las canastas, activa en los actuales momentos en lo que hemos conocido como NCAA (Asociación Atlética Colegial Nacional, por sus siglas en inglés).
 
Hace años le pregunté a Edwin Espinal Hernández, historiador, genealogista, por qué tantos dominicanos habían marchado a mitad del siglo XIX a Philadelphia, Pennsylvania, y sentí que con su respuesta me mandó a freír espárragos; estoy más que seguro que ese mismo Espinal Hernández  abrevó muchas veces en la biblioteca del doctor Campillo Pérez. Cuestioné a José Luis Prieto Nouel, después presidente del Instituto Dominicano de Genealogía, sobre un muchacho apellido Lebrón, cuya familia tenía para 1920 la ferretería más grande de la ciudad de Santo Domingo, y me aclaró que para conseguirme algo sobre él, debía facilitarle: nombre, fecha y lugar de nacimiento, entre otras menudencias… me estaba diciendo, investiga tú, que yo no moveré un dedo… Prieto Nouel fue la última persona que conversó con el ya señalado Campillo Pérez. Desde entonces está en mi altar de pequeños hijos-de-la-gran-puta, a quienes no recuerdo con asiduidad, pero no olvido.
Campillo Pérez


A esa Philadelphia del siglo XIX fue a parar Nicanor Mella Brea, hijo de Ramón Matías Mella, santiagués, como quien escribe, sastre, también papá de Julio Antonio Mella McPartland (2Mar.25.1903 en La Habana, Cuba; Ene.10.1929 en Ciudad de México, México), fundador del Partido Comunista de Cuba, a quien Cuba no ha honrado como corresponde, menos República Dominicana, que ni una calle lleva su nombre, y de quien Fidel Castro Ruz (Fidel Alejandro Castro Ruz, Ago.13.1926 en Birán,​ Oriente, Cuba; Nov.25.2016 en La Habana​), plagió todas sus ideas. A Philadelphia también fueron a estudiar los Brugal, los Redondo, los Cocco Pastoriza, los Pez Rancier (Tomas Eudoro, médico, coronel del ejército canadiense en la I Guerra Mundial, destinado a Francia; y Pablo Neomisio, padrino de mi hermano Francisco Manuel, ganador de La Vaca de Oro, al mejor estudiante de McGill University, y constructor del edificio de La Tabacalera, en Santiago de los Caballeros; tíos de este servidor), y ya muy entrado este siglo Luis B. Crouch Bogaert (Ago.16.1926 en Guantánamo, Cuba; Jul.15.2016 en Santo Domingo), esposo de Mariana Felicia Espaillat Grullón, quienes junto a sus cuatro hijos Vivian frente a nosotros, en la Mella a esquina General Cabrera, en Santiago de los Caballeros, también estuvo en Philadelphia.
 
La primera columna de baloncesto que conoció República Dominicana la escribió Julio Genaro José Campillo Pérez (Jul.09.1922 en Santo Domingo; pasó su infancia y buena parte de su adultez en Santiago de los Caballeros, viniéndose a Santo Domingo definitivamente en 1977; Jun.01.2001 en Santo Domingo), en La Nación, se llamaba Pelotas al Cesto, para 1939, más poética que técnica. Campillo Pérez, en la Escuela Normal de Santiago era solicitado por las hermanas de Joaquín Amparo Balaguer Ricardo, para explicarles las clases a sus respectivos alumnos, hasta dos cursos por encima de su nivel; ese mismo personaje, en una época, fue también el bailarín más solicitado en ese Centro de Recreo.
 
Cuando se produjo la exhibición en el Centro de Recreo, don Tuto, contaba ya con 23 años de edad; tres años más tarde se casó en New York con María del Carmen Batlle Espaillat, Carmelita (Sep.17.1890 en Santiago de los Caballeros; Jul.07.1971 en Santo Domingo), nieta de Ulises Francisco Espaillat Quiñones (Feb.09.1823 en Santiago de los Caballeros; Abr.25.1878 en Santiago de los Caballeros), decimonoveno Presidente de la República.
 
Cocco Pastoriza era puertoplateño, más de la mitad de los caballeros que participaron ese día en el Centro de Recreo eran de «La Novia del Atlántico»; y más de uno casó con una chica santiagués.


Primera pregunta: ¿se trasladaron desde «el sur de la Florida» o de la poza del castillo, a mostrar sus habilidades atléticas, o con la intención manifiesta de comer gallina?... segunda pregunta: ¿quién colocó los aros en el Centro de Recreo, y con quee tiempo te antelación?... tercera pregunta: ¿sirvió el encuentro para la difusión de la actividad?... cuarta pregunta: ¿por qué no nos ha dado la santísima gana de averiguar si se jugó previamente al baloncesto en Puerto Plata?
 
Una quinta: ¿por qué no se ha creado un movimiento para designar a Puerto Plata como la cuna y capital del baloncesto dominicano?... los primeros jugadores salieron de esa ciudad, pero también en la NBA se cuentan los puertoplateños Mark Jackson, Al Horford, y Chris Duarte.
 
¿Mark Jackson?... si, el mismo que hemos despreciado olímpicamente:             6’03, 195, PG, Abr.01.1965 en Brooklyn, New York; egresado de St. John’s, entonces Redmen, en 1987; pick nuumero18 en el draft del 1987 por New York Knicks; 17 años en la liga: New York Knicks, 1987 a 1992; Los Angeles Clippers, 1992 hasta 1994; Indiana Pacers, 1994 hasta 1996; Denver Nuggets, 1996-97; segunda parada con Indiana Pacers, 1997 al 2000; Toronto Raptors, 2000-01; regreso a New York Knicks, 2001-02; Utah Jazz, 2002-03; Houston Rockets, 2004. Como director técnico: Golden State Warriors, 2011 al 2014; 1989 NBA All-Star, 1988 NBA Rookie of the Year; 1988 NBA All-Rookie First Team; líder de asistencias en 1997; 1987 Big East Defensive Player of the Year; líder de asistencias en toda la NCAA en 1986.
 
Los dominicanos deberíamos recibir de nuestros investigadores historias más acabadas. Frank Moya Pons, actual presidente de la Academia Dominicana de Historia comparó en noviembre del 1986 a Juan Pablo Duarte con Salvador Jorge Blanco… ¡parece que todos olvidamos ese detalle!... el actual secretario general de esa misma Academia Dominicana de Historia es el periodista Miguel Guerrero, y todos sabemos de sus retorcidas crónicas. Raymundo Tirado, actual secretario de ese funesto, macabro, y depredador personaje llamado Jorge Radhamés Zorrilla Ozuna, señaló en El Gordo de la Semana, que el mismo Duarte era un depredador sexual, dejando cientos de hijos en la selva amazónica de Venezuela (San Carlos de Río Negro), y en la costa noreste de República Dominicana.
 
Aquí, nos gusta tanto guardar el medio entre los extremos, simplemente por no afrontar las nuevas pruebas, los inéditos descubrimientos, desahuciar moralmente a los que no tienen los mismos pensamientos que nosotros…
¡por eso estamos como estamos!... ¡por eso nunca progresamos!... ¡y tal parece que pensamos con los huesitos de los pies!

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