Miguel te faltó poquito para un mejor país…
Agosto 22 del 2023
¿Alguien recuerda a Max Álvarez?... el de la revista M&B, Paliques de
Actualidad, quien se llamó Máximo Antonio Álvarez Fernández, nació en Dic.25.1926
en La Vega; falleció en Nov.01.1991 en Santo Domingo… don Max hoy contaría 96
años y 240 días… ¡porque aquí todo el mundo escuchó a Max Álvarez!...
¡Señor Presidente!... ayer (Ago.21.2023) el torito que tengo pastando en los Jardines de El Embajador bramó, mugió, y tuve que anestesiarlo. Porque Fálaris, que asi se llama, tiene la curiosa virtud de oler a distancia a los corruptos. Si aún no hay nadie preso, a tres años de la gestión del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), le ofrezco mi ayuda para que canten algunas verdades de manera inmediata. Es sólo mostrarle a mi Fálaris, si ruge tenga usted la seguridad de que tenemos de frente a un pecador.
¿Es Miguel Octavio Vargas Maldonado moralmente impoluto para anunciar
una llamada «La Alianza Opositora para el
rescate de la República Dominicana»?
¡Miguelito, hasta cuando!... hiciste estallar en mil pedazos la
organización política más grande del país, «el
buey que más jalaba», la del «jacho prendio», te le vendiste
rastreramente a Leonel Antonio Fernández Reyna, tu paso por Relaciones Exteriores
fue desbastador, llenaste de botellas esa Cancillería, inclusive de aquellos 13
que fueron diputados (2010 al 2016) contamos con una analfabeta, pero sigues
tentando la buena fortuna… ¿hasta cuándo?
El Listín Diario de la fecha
lo sintetiza con un simple: «Alianza
Opositora Rescate RD». Escribió Federico Jovine en sus redes sociales: «el poder es esencialmente simbólico, se
nutre de formas y se sostiene con imágenes. El acuerdo suscrito hoy entre PLD,
FP y PRD no se proyecta en un discurso dado por Miguel Vargas ni en un
documento, el verdadero acuerdo era una foto de Leonel con Danilo dándose la
mano».
¿Qué rescataríamos con esa alianza a la que a su anuncio no asistieron
las figuras esperadas?... a tu lado gente con mucha cola detrás: Charles Mariotti
(Charles Noel Mariotti Tapia), Radhamés Jiménez Peña, Janet Camilo (Janet
Altagracia Camilo Hernández), Danilo Díaz Vizcaíno, Roberto Rosario Márquez. ¿Más
de lo mismo?... en el auditorio Radhamés Camacho Cuevas, Carlos Alberto Amarante
Baret, José Del Castillo Saviñon, Roberto Rodríguez Marchena.
En este país, que terminará hundido por nosotros mismos, por la escases de compromisos, por la falta de patriotismo, las irresponsabilidades consentidas, sin civismo, sin educación, deterioro de la simple humanidad, y una frontera permisiva de la que todos queremos sacar provecho, pero creyéndonos el centro del universo, sin una sola de las necesidades básicas resueltas, donde existen pocos ejemplos dignos, pero donde tampoco hay consecuencias.
Ningún Presidente de la República, ha merecido permanecer más de cuatro
años en el cargo, porque todos, y sus sequitos, han ido por lo mismo: a
esquilmar, a robar, a hacerse millonarios; pasar de manera expedita de hijos-de-machepa
a tutumpotes.
En 179 años que han transcurridos desde nuestra independencia, el perverso de Joaquín
Amparo Balaguer Ricardo proclamó la única verdad absoluta que ha conocido este
país: «somos un país rico, malamente administrado», (Ago.16.1986 ante
la Asamblea Nacional).
Todas las elecciones han sido una torpeza, las reelecciones funestas,
todos los presidentes han sido serviles, inclusive el que tu Mickey traicionaste a la primera de la
hora, que dijo: «soy un lacayo del presidente de Estados Unidos».
Respóndeme una pregunta, Miguelito: ¿aquella carta a la gerencia de
CODETEL de mediados del 1978 donde solicitabas una licencia por seis meses sin
disfrute de sueldo, para probar en el campo político, pereció?...
Otra más: ¿aquella vez en el 2008 cuando Milagros Germán te llevó a su programa Chévere Nights, que nos quisiste decir con ese: ¡comadre… cállese!... que podemos salir todos presos?... a ver, nos referimos a una pregunta que se te formuló: ¿compadre usted recuerda nuestro viaje a las cataratas de Iguazú; usted, yo, su esposa Angelita, y quien fuera mi esposo Hatuey De Camps Jiménez?...
Dicen las malas lenguas, esas que me encantan, que allí, previo paso
por Buenos Aires, se fue a recibir las coimas de los vehículos Ford Escort,
traídos por la administración de Salvador Jorge Blanco; por lo menos, para la
época, se usaban en la capital argentina como vehículos de la policía. Aquí
esos carros desentonaban; estábamos llenos de Volvo, de última generación,
comprados a Leonel Almonte.
Una última, para cerrar la tanda: ¿tú conociste el método simple del capitán
Pedro Julio Ripley para tener controlados a los rateros en tiempos de
Trujillo?... un hermano del capitán Ripley fue tu padrastro. ¡Lo
tienes que tener clarito!... a ver, te lo recuerdo: caías en manos de
don Pedro Julio, y te decía: «muchacho, pero tú no tienes ningún expediente, no
tienes manchas, estas limpio, asi que vete para tu casa, pero no vuelvas a
pasar por aquí». A la segunda, perdías un dedito. ¿De tus compañeros de mesa en
Hotel El Embajador, cuantos deditos faltarían?
Yo no suelo usar el «don» para bendecir a los demás mortales, asi que ve imaginando el grado de consideración que le tengo. Lo use una vez, y creo que no lo publiqué, para hablar de Luis B. Crouch Bogaert, que era nuestro vecino en la Mella con General Cabrera, en Santiago.
«El ingeniero Vargas Maldonado
lanzó duras críticas al Gobierno que encabeza el presidente Luis Abinader,
reiterando que la situación económica a la que ha llevado la presente gestión
al país, está empujando a los jóvenes a abandonar el país», cuenta El Nuevo Diario, de la fecha. ¿Alguna
novedad?... algo distinto a lo que ha sido nuestra historia.
A ti te bendijo muchas veces la falta de transparencia de Rosario
Márquez, pero ni aún asi pudiste defender el local del PRD aquel Ene.27.2013. Cuentan
que viste llegar a Hipólito, tenías guardias armados hasta los dientes,
imposible violar tu cerco de seguridad, pero te montaste en la yipeta, volaste la isleta de la avenida
Sarasota, y te viniste a detener en la avenida Luperón. ¡Cobarde!... ¡cobarde!...
dice una canción.
PLD, Fuerza del Pueblo y tú, en la oposición, lejos del cotidiano
guiso, no han servido para nada. En tres años han hecho lo que mejor saben
hacer: comportarse como comadres de patio, dándoles al bembeteo, chismeando,
hablando plumas de burros. Mintiendo.
Franklin Ripley, fue una herencia que me dejó mi papá, pocos he conocido en este mundo tan servicial, tan afectuoso, tan gente, en su honor te contaré dos historias, una breve, y otra que quizás se extienda un poco más: una de las mejores fotografías de mi hijo Rodrigo, aún siendo un infante, es de él con el sombrero de Franklin, en el patio de lo que fue mi casa en Los Prados; quizás la fotografía más hermosa que jamás tomé.
Aún viviendo en Los Prados, harán quizás unos 25 años, mi compadre Maglio
Giordano Egaña (+), vino al país con su socio José Cardoch Zedán (+), el uno
era la cuchilla en la escuela de periodismo de la Universidad de Chile, multifacético;
el segundo fue el diseñador de todos los vestidos de novia de la alta sociedad
chilena, por muchos años, al punto que se pretende crear un museo con sus
trabajos. Mi compadre me dice: «llévanos
al mercado», le respondí, en la avenida Mella tenemos uno más o menos
acondicionado para los turistas, me apunta, «¡no!, nos llevas donde se recibe
la comida que terminará en los platos del dominicano»; ¡protesté!...
«yo voy al mercado de la Duarte, el
Mercado Nuevo, pero eso es una pocilga, compro al punto que los muchachos que
me sirven piensan que yo tengo un restaurante, pero no, ahí no los llevaré».
Terminé en el Mercado Nuevo, y mi compadre me señala: «vuelve por nosotros en dos horas». Más
protestas… corrí a mis oficinas en el ensanche La Fe, regresé media hora antes
de lo previsto, y esos 30 minutos se hicieron eternos. En punto aparecieron, porque
no hay ser más obstinado que un chileno cuando quiere imponerse. El camino a la
casa fue un martirio… el más absoluto silencio.
La once servida, panecillos y té, algunos pocos toman café, en el sur chileno, mate; con el primer sorbo me quemé la boca, aquello hervía, y ese tenso silencio se rompió con un: «Luis, sabes que le doy la vuelta al mundo dos veces al año, soy quien le compra las telas a mi compadre y socio, y te confieso que en República Dominicana no hay pobreza, aquí lo que hay es una miseria que te llega a los tuétanos. En ninguna parte del mundo habíamos encontrado tanta miseria».
¿Hemos avanzado?... repetidamente quedamos a deber en todas las pruebas
que miden nuestra educación académica: de los últimos en matemáticas, lectura comprensiva,
habilidad para escribir, conocimientos y ciencias para afrontar los retos de la
vida real, simple: seremos esclavos de nuestras clases gobernantes.
El único otro pedido fue ubicar a Fernando Peña Defilló, porque Cardoch
Zedán y él habían estudiado juntos en parís… ¡se hizo difícil!... pero
ya saliendo para el aeropuerto recibimos una llamada, y ahí conversaron
ampliamente, con promesa de volver a encontrarse. Aunque no soy fervoroso, si
albergo la esperanza de que las almas nobles se encuentren después de abandonar
este mundo.
Ayer, mientras hilvanabas tu patético discurso, la familia de Miguel Cocco Guerrero, lo recordaba. ¡Otro inmaculado!... ¿y las visitas a su despacho de figuras políticas eran suerte afectiva?... ¿y los cambios de vehículo de algunos sub-administradores, de manera quincenal?... ¿cuántos tenían dealers para semejante aventura?... recuérdese que Cocco Guerrero fue director de aduanas en el gobierno más corrupto que habíamos conocido, hasta la llegada de Medina Sánchez. Los Cocco Vivian en la calle Del Sol a esquina Mella, en Santiago, a una cuadra de mi casa; su hermano menor fue secretario de mi tío Julio, junto a Vicente Bengoa, en CORDE. Me recordó un compadre, más leonelista, que el propio Leonel: «compadre usted se recuerda cuando llegábamos a casa de don Julio, y ahí estaba Bengoa tirando sus discursos económicos, quedábamos en silencio y escuchando».
Cuando Fernández Reyna apuntaló: «aquí
en el Cibao, se le llama ladrón a tuey que roba», no saliste a defender a
tu compadre, y benefactor. Tampoco entendí como acogiste a Víctor Gómez
Casanova, un simple mazacote gordo, que ni con sopita adquiriría algún gustillo,
que llevó al Partido Reformista Social Cristiano a su peor crisis
institucional, y lo arropaste.
Bernardo Vega señaló en febrero del 2020, en su entrega semanal en el
matutino Hoy, que Fernández Reyna,
Danilo Medina Sánchez, y Rafael Hipólito Mejía Domínguez deberían deponer sus
aspiraciones, y dar un paso al costado. Ninguno le escuchó. Pero no es solamente
ellos tres, la totalidad de nuestra clase política debería dejar ese espacio
que ocupan, porque sólo sirven para lo que todos sabemos: hacerse de la cosa pública.
Somos tan indolentes que ni siquiera en más de 60 años hemos podido
destrujillizar al país. Porque todos queremos ser replicas perfectas de Rafael Leónidas
Trujillo Molina, y asi se han comportado todos, pero los resultados han sido abrumadores,
y las copias tan terminado chuecas.
Para detectar la corrupción es necesario contar con estrategias que
combinen el control real, el control interno y el control externo en las
instituciones. Muchas de las irregularidades que se han observado se maquillan
como legales, y pasan los controles que hoy existen dentro del Estado
Dominicano, gracias a funcionarios desleales, y no hay que ir muy lejos para
detectar que lógicamente se encuentran fuera de toda norma ética.
Aquí todos se cobijan bajo paraguas parecidos; partidos políticos y sindicatos ya se han convertido en clanes familiares.
Mickey… ¿por qué todos se han
unido para impedir que se haga realidad la extinción de dominio?... te
respondo: los bienes de todos los políticos del patio provienen de actividades tipificadas
como delictivas.
¿Explícame los dos mil millones de pesos que exhibe graciosamente Radhamés
Camacho Cuevas, que nunca pasó de ser un simple maestro de escuela?
Sabes lo que deberían de hacer tu, los miembros del PRD, los del PLD,
los de la Fuerza del Pueblo, también la cúpula del PRM, y otras organizaciones
que pululan en busca de lo suyo: seguir los consejos de Max Álvarez... colocarse
sendos cohete entre los glúteos, y fuiiiiiin a la luna… sólo asi
tendremos oportunidad de un mejor país.
Agosto 22 del 2023
¡Señor Presidente!... ayer (Ago.21.2023) el torito que tengo pastando en los Jardines de El Embajador bramó, mugió, y tuve que anestesiarlo. Porque Fálaris, que asi se llama, tiene la curiosa virtud de oler a distancia a los corruptos. Si aún no hay nadie preso, a tres años de la gestión del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), le ofrezco mi ayuda para que canten algunas verdades de manera inmediata. Es sólo mostrarle a mi Fálaris, si ruge tenga usted la seguridad de que tenemos de frente a un pecador.
En este país, que terminará hundido por nosotros mismos, por la escases de compromisos, por la falta de patriotismo, las irresponsabilidades consentidas, sin civismo, sin educación, deterioro de la simple humanidad, y una frontera permisiva de la que todos queremos sacar provecho, pero creyéndonos el centro del universo, sin una sola de las necesidades básicas resueltas, donde existen pocos ejemplos dignos, pero donde tampoco hay consecuencias.
Otra más: ¿aquella vez en el 2008 cuando Milagros Germán te llevó a su programa Chévere Nights, que nos quisiste decir con ese: ¡comadre… cállese!... que podemos salir todos presos?... a ver, nos referimos a una pregunta que se te formuló: ¿compadre usted recuerda nuestro viaje a las cataratas de Iguazú; usted, yo, su esposa Angelita, y quien fuera mi esposo Hatuey De Camps Jiménez?...
Yo no suelo usar el «don» para bendecir a los demás mortales, asi que ve imaginando el grado de consideración que le tengo. Lo use una vez, y creo que no lo publiqué, para hablar de Luis B. Crouch Bogaert, que era nuestro vecino en la Mella con General Cabrera, en Santiago.
Franklin Ripley, fue una herencia que me dejó mi papá, pocos he conocido en este mundo tan servicial, tan afectuoso, tan gente, en su honor te contaré dos historias, una breve, y otra que quizás se extienda un poco más: una de las mejores fotografías de mi hijo Rodrigo, aún siendo un infante, es de él con el sombrero de Franklin, en el patio de lo que fue mi casa en Los Prados; quizás la fotografía más hermosa que jamás tomé.
La once servida, panecillos y té, algunos pocos toman café, en el sur chileno, mate; con el primer sorbo me quemé la boca, aquello hervía, y ese tenso silencio se rompió con un: «Luis, sabes que le doy la vuelta al mundo dos veces al año, soy quien le compra las telas a mi compadre y socio, y te confieso que en República Dominicana no hay pobreza, aquí lo que hay es una miseria que te llega a los tuétanos. En ninguna parte del mundo habíamos encontrado tanta miseria».
Ayer, mientras hilvanabas tu patético discurso, la familia de Miguel Cocco Guerrero, lo recordaba. ¡Otro inmaculado!... ¿y las visitas a su despacho de figuras políticas eran suerte afectiva?... ¿y los cambios de vehículo de algunos sub-administradores, de manera quincenal?... ¿cuántos tenían dealers para semejante aventura?... recuérdese que Cocco Guerrero fue director de aduanas en el gobierno más corrupto que habíamos conocido, hasta la llegada de Medina Sánchez. Los Cocco Vivian en la calle Del Sol a esquina Mella, en Santiago, a una cuadra de mi casa; su hermano menor fue secretario de mi tío Julio, junto a Vicente Bengoa, en CORDE. Me recordó un compadre, más leonelista, que el propio Leonel: «compadre usted se recuerda cuando llegábamos a casa de don Julio, y ahí estaba Bengoa tirando sus discursos económicos, quedábamos en silencio y escuchando».
Aquí todos se cobijan bajo paraguas parecidos; partidos políticos y sindicatos ya se han convertido en clanes familiares.
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