Canibalismo y bestialidad de la mano de Uribe Vásquez y Najri Molini

Julio 22 del 2019

El Listín Diario de esta fecha se adorna con el siguiente titular: Ché García: "hay que mejorar en todo y nos falta muchísimo por trabajar", y agregaba la nota de Alex Rodríguez: “el entrenador de la selección dominicana alaba la agresividad, pero vio baches en la ofensiva” (aunque este escrito lo leímos ayer en la edición digital). ¿No sabía el de Bahía Blanca en que se estaba metiendo?... ¿no imaginaron jamás los riesgos que corrían Rafael Fernando Uribe Vásquez, a quien todos conocemos por el mote quintopatiero de Rafelin, y Eduardo Najri Molini (Jul.27.1977 en Santo Domingo), al contratar un técnico de primer nivel?... el uno como presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL), y el otro como gerente general del equipo, aunque dicen las malas lenguas, para mi muchas veces muy buenas, administrador económico del primero.

“El primer partido de la selección dominicana de baloncesto masculino bajo las órdenes de Néstor –Ché- García (Ene.11.1965 en Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires) se saldó con una derrota ante Nigeria”… por enésima vez, El Che, no Ché a secas; tampoco el fonema Che va acentuado. “El experimentado entrenador sabe perfectamente que de las derrotas se aprende”, añadía.

Tanto FEDOMBAL como la selección están en manos de dos seres que no tienen una sola nostalgia de la disciplina; no lo vivieron, no lo disfrutaron, no lo palparon, no conocieron a nadie jamás, no supieron de nuestros logros y reveses y esas líneas brindan el riesgo de colocar el deporte al borde del despeñadero, en la mejor de las opciones, como realmente ha sucedido. Hasta ahora han vadeado la caída a las entrañas del abismo pero eso no será eterno. Añádase que sus únicos fines son mercuriales, ahí no hay sentimientos, mucho menos corren las pasiones de ningún tipo, mercantilismo puro y duro: ambos leen en negro y rojo. Vivimos una tragedia dantesca en la actividad deportiva nacional y el baloncesto está entre los primeros lugares, más arriba si se quiere.

El primero se hizo con el cargo después de estafar, manipular y ningunear a todo el que le brindó la oportunidad de llegar hasta ahí, después de agenciarse una pequeña fortuna que sólo le da ocasión para presumir, de orígenes no ciertos, pero todos sabemos que el dinero que exhibe no lo generó; recuerdo la hablilla que replicaba Fausto Julián Suero Bueno, antes de convertirse en una bocina: “Rafelin en el 2005 durante la celebración de Copa de las Américas daba lastima, plagoseando boletas en las oficinas de Frank Herasme para entrar al Palacio de los Deportes”. En el 2008 llegó al Comité Ejecutivo de FEDOMBAL, como tesorero, traicionó la confianza que en él depositó Frank Herasme Díaz, su antecesor, y todo el resto es historia.

De plaglosiar, lamber, lambisconear, arrastrarse, prestarse a todas las veleidades de terceros (incluido el dar las nalgas por batatas), ser el anónimo perfecto, y pasar a miembro del Comité Ejecutivo de FEDOMBAL en sólo tres años… ¿alguna vez pensamos en este empuje gracias al servilismo a los políticos de turno, usados como trapos de luna?... las apetencias satisfechas a base de cambiar los músculos abdominales por callos en la misma región despuntan cuando, guiados por el egoísmo sin ningún tipo de ética, pensando sólo en nosotros y considerando a los demás como simples instrumentos, conducen únicamente a objetivos sórdidos. La ambición carente de sentido trascendente nunca se calma. Rafelin, en el más optimista de los casos, nunca hará las paces con sus propios demonios.

El segundo entró a la disciplina por disposición de Luis Manuel Bonetti Veras, entonces secretario administrativo de la Presidencia de la República. Al acostarse las palomas en el gobierno de Leonel Fernández Reyna le dobló el pulso a Felipe –El Jey- Payano, a la sazón y por ocho años responsable del ministerio de Deportes y Recreación, de quien nunca quiso saber, de modo propio y también motivado por los chismes que le servía Leonardo de Jesús Heredia Castillo, perverso personaje al que todos conocemos por el mote columnistico de Leo Corporán. Bonetti Veras llamó a su despacho a José Miguel Bonetti DuBreil, su sobrino y este se acompañó de Najri Molini, su cachanchán (Bonetti Veras, Bonetti DuBreil y Najri Molini, junto a otros personajes de la high-class vernácula ya habían entrado al mundo de los deportes haciéndose con los Leones del Escogido en el beisbol profesional dominicano), y les pasó el aporte extraordinario que anualmente entregaba la Presidencia de la República a la selección nacional de baloncesto, siempre alrededor de 40 millones de pesos (un millón de dólares, moneda de los Estados Unidos de América, al cambio de la fecha), y que antes regenteaban el propio Payano y Herasme Díaz.

Najri Molini es la versión deportiva dominicana de la clonación de Ottoia, una especie de gusano carnívoro con forma de pene que habitaba en el Cámbrico (entre 541 y 485 millones de años), primer periodo del Paleozoico, capaz de arrastrase por la superficie con sus propios dientes, darse vuelta al interior de su boca, lo que le permitía desplazarse por la superficie y mostrar una garganta cubierta de pinchos y pelos que lo convertían en una amenaza. Los dientes de Ottoia, de apenas un milímetro de tamaño, fueron encontrados por investigadores de la universidad de Cambridge, quienes utilizaron unos microscopios de alta potencia para investigar sobre la estructura del gusano; un tipo de gusano hasta ahora desconocido, y establecieron que los dientes fósiles del animal se originaron hace 500 millones de años.

Rafelin y Najri Molini forzaron la salida de Herasme Díaz de la FEDOMBAL, dejaron a los miembros del Comité Ejecutivo con vocación de servilismo, algunos están ahí desde los tiempos de Julio Subero Montas, y más allá de los fuegos de artificio, el trabajo es inexistente. Las asociaciones provinciales, estáticas, no aportan ningún jugador ni a los colectivos más imberbes, tampoco aportan una luz sobre progresos palpables, pero las cabezas no ceden en sus deseos de continuismo y para ello se pliegan a los deseos de Uribe Vásquez con la absoluta falta de criterio.

Las selecciones formativas se le entregaron a un hombre de escasísimos vuelos pero ganas inmensas de mantener sus bolsillos llenos de calderillas como José Mercedes Del Rosario, el entrenador del mote añingotado, Maita; tétrico personaje ha sido puesto en evidencia en innúmeras ocasiones, pero la complicidad lo mantiene en el cargo; el colectivo mayor está en manos de Melvyn Miedlop López Guillen, de poquísimas habilidades tácticas, confiado en los rituales ortodoxos del sincretismo religioso, y en estos momentos anda detrás de su silla con una Black & Decker especial, con hoja extra-large ante la manifiesta falta de capacidad, orgullo y dignidad; buscando que García no esté en China.

Uribe Vásquez llenó FEDOMBAL de todas las alimañas posibles, las más rastreras, y ahí están los resultados. Pese a que todos criticábamos la mala gestión de Herasme Díaz, hasta definirlo como un cáncer para el baloncesto dominicano, esta administración hizo metástasis; es parasita de lo poco o mucho que dejó la gestión anterior y no está produciendo nada.

A FEDOMBAL, cuando Uribe Vásquez decida irse, deberá llegar una figura que lugar de músculos tenga hierro en los testículos o en los ovarios, según sea; disponer una auditoria al milímetro de la gestión actual, y enviar a la cárcel, sin ningún tipo de pruebas, si en el cambio de mando Uribe Vásquez o Junior Alexander Páez Atiez, otra caricatura que todos conocemos por el mote de El Yipi, su brazo ejecutor derecho, queman o desaparecen los archivos de la institución.

Lo que se bautizó como “la nueva era en el baloncesto dominicano”, además del tinte despótico que asoma, lo único que ha proporcionado a la disciplina es una distracción enorme, casi patológica.

A El Che lo propuse hace 22 años para el cargo de director técnico de la selección dominicana, en los tiempos de Subero Montas, y no se contrató por la malísima situación económica que atravesaba la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL); entorno que no es diferente al actual, pero en estos tiempos está muy adornado por la prensa y lo imperativo de Uribe Vásquez. Varias veces más lo sugerí, la última a la salida de John Calipari, que venciendo todos mis orgullos me atreví a tomar el auricular y marcar al número de Najri Molini, su respuesta ante mi propuesta fue seca: “¿Néstor García, Néstor García, no lo conozco, no se de quien me estás hablando?”… respondí más rápido que inmediatamente: “excúsame por haberte molestado, si no lo conoces no vale la pena que siga conversando contigo, pasa muy buenos días”, y colgué. ¿Estaba Najri Molini en un trance lisérgico?

Aún antes de aceptar con Venezuela conversábamos largo y tendido sobre la posibilidad de vestirse con los colores nacionales; por enésima vez se dejó pasar la oportunidad. Hoy está aquí, básicamente porque la única referencia que tiene la gentuza que maneja el baloncesto dominicano es lo que escribe un servidor; aquí nadie conoce a los actores fundamentales del deporte, aun estando yo camino a separarme de la actividad por asuntos más sublimes y decisión libérrima.

Una muestra es las reuniones efectuadas con los jugadores con rotulo NBA: fotos, fotos, y más fotos, pero jamás usted ha visto a Uribe Vásquez, Najri Molini, y sorprendentemente tampoco a Francisco García Gutiérrez en subir una fotografía con los gerentes de los equipos, con un Danny Ainge, que masculla el castellano, ni con Gersson Rosas, gerente de operaciones de Minnesota Timberwolves, antes en Houston Rockets, ni siquiera con una de las luminarias de la actividad.

En la pretendida reunión este mismo año con Al Horford, usted observó a Najri Molini y García Gutiérrez conversar animadamente en una mesa, ¿Dónde figuró el jugador?... en mi libre albedrio también pudiera pensar que la misma es un montaje. ¿Qué hacen López Guillen, Mercedes Del Rosario, David Díaz y cualquier payaso más en esos viajes?... ¿es una gracia mohosa que se carga a los bolsillos del pueblo dominicano para que un grupo de vividores y oportunistas vayan de paseo a los Estados Unidos?... la corrupción deportiva está enquistada en República Dominicana, no la introdujo Rafelin, aunque se ha valido de ella con pingues beneficios… ¿quién le pondrá el cascabel a todos estos gatos?

Richard Bautista, refuerzo de última hora

Los avances normativos en el aspecto de transparencia en República Dominicana son simplemente testimoniales, aquí maquillamos todo… ¿ha servido para algo que los funcionarios públicos tengan la obligatoriedad de hacer declaraciones juradas de bienes?... ¡ni son juradas, y en la mayoría de los casos, tampoco son sus bienes!... ¿recordamos las faltas de Radhamés Camacho Cuevas (Sep.10.1958 en Oviedo, Pedernales) en este aspecto?... ¿alguna vez se ha detectado el enriquecimiento ilícito cuando las muestras están a la vista de todos?... inclúyase a Rafelin, en estas lides, un peloterito de segunda, pero con garras dispuestas a descuartizar todo lo que esté cerca de las mismas.

Aquí todos temen a transparentar, todos le huyen a los controles a no tenerlas todas consigo. ¿Nadie recuerda a Miguel Antonio Pimentel Kareh (Jul.05.1950 en Santo Domingo)?... ¿dónde está este lúgubre personaje?... salvado por la única condición de ser amigo del Presidente de la República… ¡qué país, mi país!... Loenel Fernández Reyna colocó sabandijas en la administración pública y ahí tenemos los resultados a la vuelta de 23 años; cuando todos pensábamos de Danilo Medina Sánchez vendría con una posición distinta, llevó a los gusarapos y gorgojos a predicar la moralidad en calzoncillos; en cualquier país que se respete la inmensa mayoría de los funcionarios del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) estarían presos… en China ya lo hubieran llevado al paredón.

¿Alguien podría explicar los ingresos extraordinarios de los comunicadores nacionales?... Danny Alcántara, Euri Cabral, Víctor Gómez Casanova, Leonardo de Jesús Heredia Castillo, Julio Martínez Pozo, César Medina Abreu (+), Luis Mejía Oviedo, Felipe Nery Romero Sánchez… ninguno de ellos podrá colocarse un rotulo donde se lea: “no hay monarca más poderoso como un periodista honrado”, José Martí. Y de los funcionarios: Miguel Vargas Maldonado, saltando desde un simple empleado del departamento de ingeniería de la Compañía Dominicana de Teléfonos; y los ejemplos podrían continuar con Carlos Amarante Baret, Danilo Darío Díaz Vizcaíno, a este lo conozco desde chiquito, Ángel Estévez, José Ramón Fadul Fadul, Francisco Javier García, Juan Temístocles Montas Domínguez, Reinaldo Pared Pérez, Jean-Alain Rodríguez Sánchez, sin contar a los pasados. No incluyo a Donald Guerrero y José Ramón Peralta Fernández, porque independientemente de sus gestiones, ya tenían proyectos comerciales avanzados.

Hablando de los honestos e inmaculados que defiende Leo Corporán, en la Superintendencia de Banco figura como director de programas de Instituciones Intervenidas y en Liquidación (IFIL), el pulcro e intachable beato Andrés Terrero Alcántara, el mismo que salió con una mano delante y otra detrás de la Cámara de Cuentas de la República Dominicana. ¡Mi país, que país!

Leí un suelto que traté de ignorar donde se señalaba a Díaz Vizcaíno entre los 10 funcionarios con más dinero en República Dominicana, en la administración de Danilo Medina Sánchez, ¡me niego a creerlo!... pero no metería mi mano a la candela por aseverarlo. Ni por autogeneración ni por herencia… ¿nadie recuerda al buenazo de Danilo en pantaloncitos cortos blancos y chancletas chinas en la explanada de la iglesia San Lázaro, al final de la cuesta de la Santomé, desnudo de la cintura para arriba y el barrigón a la vista de todos?... ya en la adolescencia su paso por los Clubes Leo, donde conoció a muchos personajes, en edad juvenil, que después pasaron al Partido Reformista. Su vida adulta ha sido manejada extensamente en la prensa nacional.

He conversado dos veces con Néstor García desde que fue nombrado en el cargo de seleccionador nacional; la primera desde España; la segunda, electrónicamente, ya estando en el país, esta última para un asunto estrictamente privado. Entiendo a la perfección los límites que se le habrán exigido en su relación hacia mi persona, pero ahí está penando, porque esta gente sabe perfectamente de mi relación con él, que no es de tiempos recientes, y no quieren “ruidos” porque son unos cobardes de enormes proporciones.

García bañándose de pueblo en erredé

“Nos falta muchísimo por trabajar. Hay que mejorar en todo. Hicimos algunas cosas bien por momentos. Este grupo quiere trabajar y somos muy exigentes. Estuvimos perdidos en algunos sistemas ofensivos por lo que hay que repetir y repetir. Terminamos luchando con un equipo muy grande que tiene mucho tiempo junto y se conoce”, dijo García tras el revés ante los nigerianos 85-81 en el primer partido de fogueo celebrado este sábado al mediodía en el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto”, agregaba la nota del Listín Diario.

A El Che le sugerí que se invitara a José Ernesto Pérez Hernández (6’05, 200, SG, jugará su año sophomore en Gardner-Webb en la estación 2019-20, Oct.14.1998 en Bronx, New York), Willy Núñez Jr. (6’06, 185, SG, recién egresado de FIU, en Orlando, Florida) y Jeromy Rodríguez (6’07, 225, PF/SF, jugará su año senior en la estación 2019-20, Ene.03.1996 en Santiago), no sé si tomó nota o Najri Molini aplicó “el listado de los caritas”, no por inocencia, pero si por favoritismos. De los jugadores altos no conocidos en el país, mejor ni recordarlo. ¿Por qué no está James Feldeine en los proyectos nacionales?... ¿se hunde el barco mi querido capitán o Víctor Liz quiere deprimir al seleccionado dominicano, por cobardías de borrego creyéndose un William Francis Moran?

Atraviesa el deporte dominicano y el baloncesto en particular, por ser una de las disciplinas que más dinero arrastra, una de las pruebas más duras de su existencia. Sus raíces se pierden en la historia misma del país. Hemos conocido de hombres y mujeres que forjaron las ramas atléticas para darnos brillo y esplendor, espectáculo si se quiere, colocar el pabellón nacional más arriba. Hoy, los cuestionamientos a las conductas personales de su cúpula, que pretenden no acatar las leyes fundamentales, buscan debilitar la institucionalidad.

Adris De León

Dirigentes que se consideran por encima de la Constitución de la República: y República Dominicana, aunque los ejemplos no abundan como todos desearíamos es el acatamiento a las leyes, de las cuales no está eximido nadie, tenga o no nombre, títulos o galones.

Muchos fingen estar “comiendo con su dama”, pero estamos llenos de grandes perdedores, entidades de control que claudican ante el jefe de turno, seres que demuestran ineficiencia en el desarrollo de las investigaciones suspendidas en el tiempo o engavetadas. Ahí tenemos los casos de Odebrecht, los aviones Tucano, las investigaciones detenidas en el asesinato del catedrático y abogado Yuniol Ramírez, los negocios turbios en la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), falsificación de documentos, prevaricación, desfalco y asociación de malhechores en contra del Estado Dominicano en el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA), el diplomático Francis Lorenzo involucrado en una red de sobornos en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Donni Mayobanex Santana Cuevas, pasado director Consejo Nacional de Frontera y miembro del PLD acusado de violar sexualmente a una hijastra adolescente, mientras todos tenemos la duda su alguna vez se conocerán los resultados.

Díaz Vizcaíno, poniéndose donde el capitán lo vea

En el deporte aún no se ha llegado a esos extremos, pero hay quienes tienen las garras afiladas y los colmillos retorcidos. ¿Aceptaría el Comité Olímpico Dominicano una auditoría independiente, profunda, transparente?... ¿MIDEREC?... ¿las federaciones nacionales?... quien quiera saber de Luis Rafael Mejía Oviedo que busque mi agriodelimon de Sep.17.2017.

Como los políticos oficialistas, la cúpula deportiva está degradada, se niegan a debatir ideas, e imponen criterios exagerados con la única vocación de servirse con la cuchara grande.

El baloncesto, el baloncesto… mirando lo insondable, lo abrupto, y la escabrosidad del acantilado.