lunes, 27 de abril de 2015

¿Condenado a ser NBA?

Particularmente me resulta interesante leer que muchos jugadores dominicanos son una opción para jugar en lo inmediato en la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA, por sus siglas en inglés). Han sido muchos desde que escribo, pero en realidad pocos han llegado. La última novedad es el nombre de Luis David Montero, a quien todos apodan Pinguilin, un habilidoso jugador de buena estatura para las posiciones donde suele desempeñarse, pero con muchas debilidades empezando por su físico.

El deseo de los dominicanos de a pie es que muchos compatriotas pudieran accesar al exigente mundo de la NBA, que convirtiéramos esa pantalla en otro escenario para mostrar la fortaleza del músculo hecho en el país, como sucede con el béisbol. Llenar páginas con sus nombres y que la tinta corriera hasta que nadáramos en ella. Hace muchos años Leonardo de Jesús Heredia Castillo, a quien todos conocemos como Leo Corporan me señaló: “es tiempo de que tengamos una estrella en la NBA, por lo menos la primera”, y eso aconteció con Al Horford. Estamos a las puertas de una segunda figura con Karl-Anthony Towns, que lleva la etiqueta de que no puede fallar.

La prensa nacional rápidamente se ha destapado en elogios y posibilidades para Montero al conocerse que había dejado la oportunidad de asistir a la Universidad del Sur de la Florida (South Florida) en el año 2016, donde estaría a las órdenes del dominicano Orlando Antigua y prefirió tomar la ruta del profesionalismo. “Cuando termine la universidad tendré 25 años y ya sería tarde para aventurarse en el campo profesional”, habría indicado el jugador.

Hay un aspecto que todos olvidamos, Pinguilin es producto de una sociedad llena de carencias; no es su culpa
que no sea un individuo terminado, así deambulamos por las calles millones de dominicanos que no tuvimos la suerte de recibir una formación integral; aquel proceso continuo, permanente y participativo que busca desarrollar armónica y coherentemente todas y cada una de las dimensiones del ser humano (ética, espiritual, cognitiva, afectiva, comunicativa, estética, corporal, y socio-política), a fin de lograr su realización plena en la sociedad. Somos una masa diversa, como nuestro organismo, pero no estamos plenamente integrados y articulados en una unidad.

Hay optimistas que lo incluyen en una primera ronda del sorteo de novatos, en las últimas posiciones, pero primera ronda al fin. Otros lo colocan en la segunda ronda, a la disposición de cualquier conjunto que necesite de una figura de sus condiciones y destrezas. Su representante Pedro Pablo Pérez, que ya adelantó que estaba en la pre-selección dominicana que estaría en el Pre-Olímpico de México, aunque la gerencia del conjunto nacional no ha señalado nada, dijo: “estará arribando a Nueva York donde se someterá a un intenso trabajo físico para presentarlo a diferentes conjuntos de la liga”.

Si vamos por partes como Jack El Destripador, de las declaraciones de Pérez se desprende la certeza de que las selecciones se arman por intereses de los satélites alrededor de la gerencia de Eduardo Najri, sin permitir jamás la posibilidad de un llamado abierto. ¿Por qué si el listado está confeccionado no se ofrece a la prensa?... ¿se volverá a especular como se ha hecho todos los años que SouthGate ha estado al frente del conjunto?... las teorías de Federico Borrás, analista del baloncesto dominicano, toman veracidad.

Tres aspectos pesan sobre la decisión de Montero referentes a su paso por el baloncesto estudiantil.

El primero son las dudas sobre su edad real, eso lo ha reseñado extensamente la prensa americana y pese a
Pedro Pablo Pérez
que muchos manifiestan que es real, lo cierto es que en su primera entrada a los Estados Unidos tuvo que ser acompañado por un ejecutivo de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL), porque todos conocían que podrían presentarse problemas con su documentación. “Si va solo lo devuelven desde migración; el no puede hablar y ante la minima pregunta se va a apretar, no sabe inglés y están las dudas sobre los papeles”, escuché en las oficinas de FEDOMBAL. Montero ingresó esa primera vez precisamente por Nueva York. Una de las últimas versiones es que tiene 24 años de edad. Entró a Estados Unidos en el 2012 con 16 años de edad, por lo que estaría cumpliendo 19 en el cursante año. Su documentación actual dice que nació en Jun.04.1993.

Segundo, su índice académico no alcanza para aplicar a una universidad de primera división como es South Florida; el avance escolar de Montero ha sido deficiente y las calificaciones no superan los mínimos requeridos (contrario a lo que sucede en el país, en los Estados Unidos usted puede examinarse cuantas veces quiera, siempre con la posibilidad de mejorar. Algo parecido a las pruebas nacionales. Si  necesita un 80 sobre 100 para ingresar a una universidad de primera división, y se obtiene un 70, usted repite la prueba; en la segunda ocasión usted logra un 85; si quiere un nuevo intento para alcanzar una universidad de más altos estándares usted se arriesga y toma una tercera prueba, si logra un 82, le prevalece el 85… así hasta que llega el tiempo de las matriculaciones. Los plazos de las becas universitarias en materia de deportes están regulados por el calendario de la NCAA (Asociación Atlética Colegial Nacional, por sus siglas en inglés).

Tercero, el jugador había jugado baloncesto profesional en República Dominicana, siendo electo como  Novato del Año en el Superior del Distrito Nacional en el año 2012. Posteriormente jugó en el año 2013 por lo menos en dos circuitos de escaso nivel y menor difusión. Esto con la anuencia de la propia FEDOMBAL y perfecto conocimiento de Pérez.

Montero no militó en ningún equipo durante la estación 2014-15, pese a que en Nov.18.2014 anunció que estaría militando en el conjunto de Antigua a partir de la estación 2016-17. Detrás de su firma estaban interesadas universidades como St. John’s, Arizona, Southern California, West Virginia y Alabama, todas de noble historial dentro de la NCAA.

En enero de este año se inscribió en South Plains College, en el estado de Texas, tratando de alcanzar mejoría en los aspectos académicos. Allí también existe un reconocido programa de baloncesto que en las últimas 15 estaciones ha estado en manos del entrenador Steve Green (este año finalizaron con marca de 29-7). El quinteto de los Texans estuvo encabezado en esta versión por Marlon Jones (6’09, 225), Andre Spight (6’03, 175), Pat Birt (6’05, 205), Emmanuel Omogbo (6’08, 220) y Brandon Neel (6’04, 190). En sus filas había un chico de origen español.

En la campaña 2013-14 Montero jugó para Westchester Community College donde promedió 15.6 puntos, 6.0 rebotes y 3.0 asistencias, pero el programa fue suspendido por irregularidades en los puntajes académicos de los jugadores de baloncesto de esa institución. Ojo, la escuela sigue operando con normalidad y los Vikings participan en otras ramas deportivas, incluyendo baloncesto femenino, pero no en baloncesto varonil.

En el portal Dominicanos Aro y Balón, que escribe José Encarnación (a quien no conozco) se puede leer muy acertadamente: “hoy se resalta en los medios el hecho de que Luis David Montero cumplirá 24 años de edad en los próximos meses, sus notas académicas no le permitirían ser elegible a conformar un roster NCAA para esta próxima temporada 2015-2016, tendría que permanecer una temporada mas excluido de un conjunto para ser elegible para la temporada 2016-2017 aproximándose a los 26 años de edad para jugar su primera temporada NCAA, algo que en nada refleja las ideologías de las universidades de primera división en los Estados Unidos donde la tendencia prevalente es la de reclutar estudiantes los cuales son atletas, la situación de Luis David Montero es una exacta polarización, un atleta al cual tratan de convertir en estudiante”.

Agrega Encarnación: “luego de la trasgresión a la cual este joven jugador fue inducido por su manejadores,
inscrito en la Wilbraham & Monson Academy, en la ciudad de Wilbraham, en el estado de Massachussetts en el mes de Septiembre del año 2012, como un estudiante jugador de 16 años, cuando la edad correcta de este bisoño eran 19 años de edad, pocas cosas han generado el resultado deseado por su manejadores en este lapso de tiempo para este joven jugador”.

Montero es señalado como una figura a futuro del baloncesto dominicano, determinante para las selecciones nacionales, sin haber realizado nunca su pasantía en las selecciones menores… ¿por qué no integró la juvenil de 2011 haciéndole compañía a Towns?... caemos en las interrogantes que nos abaten hace años… ¿el momento de los relevos siempre se producirá cuando nuestros muchachos tienen un promedio de edad alrededor de los 28 años?

Los dos últimos veranos Pinguilin ha estado en las pre-selecciones de SouthGate, con la atenuante que en el 2013 fue separado por serios asuntos conductuales. Los reportes señalan que es atlético, versátil, puede pasar y encara el aro con determinación, pero que le cuesta adaptarse a sistemas organizados de juego.

Particularmente dudo que pueda alcanzar la NBA. A menos que demuestre tener un corazón tan grande como
el de un Pedro Martínez. Su destino podría ser Europa y por breve tiempo. Necesita probar que puede resistir una campaña extensa, exigente, donde no se dejan cabos sueltos, no se especula y cada quien tiene una función asignada con escasas libertades, además encontrar con mucha suerte un entrenador que le permita algunas distracciones sin afectar la química de un equipo.

En lo personal, creo que debería buscar asesoramiento que le permita trazar un futuro en base a lo mucho o poco que pueda generar y romper con los intereses que hasta el momento no lo han aconsejado de manera correcta. Los que le rodean tienen que entender que este chico es un ser humano antes que un producto de feria que pretende exhibir la llamada “nueva era”, pero están cegados por la codicia, el interés, el dinero.

Un día se terminará Pinguilin y pasará a ser un recuerdo, como muchos otros. Pasó Michael Jordan, Larry Bird, Magic Johnson y Kareem Abdul-Jabbar; pasó Hugo Cabrera, Evaristo Pérez, Vinicio Muñoz y Luis Felipe López; pasó Víctor David Díaz, Oscar Schmidt, Héctor –El Pichi- Campana y Juan Alberto Espil; pasó Raymond Dalmau, Pedro Chapé, Rolando Frazer, Mario –El Quijote- Morales y Arturo Guerrero.

Está en sus manos decidir si quiere ser una buena evocación o una mala invocación.


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