sábado, 8 de febrero de 2014

Cartas marcadas

La Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional (ABADINA) ha pregonado que ensamblará el Torneo de Baloncesto Superior correspondiente a la ciudad de Santo Domingo de forma tan apremiante e inaplazable como el venidero mes de marzo, violando una disposición de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) que dispuso el calendario de competencias para el 2014 antes que cerrara el año pasado.

Desde ya se vislumbra una puja, almoneda o contienda, que podría ser interesante, infrecuente y novedosa, entre Ramón Rodríguez, a quien todos conocemos como El Teacher, y Rafael Uribe Vásquez, presidentes respectivos
Mañiño, Marte, Rodriguez y Padilla
de ambas entidades.

Rodríguez llegó al organismo capitalino en diciembre del 2012 y a fines de este año deberá someterse a un nuevo escrutinio tratando de mantenerse en el cargo; antes había estado en la misma posición 12 años atrás, terminando separado “deshonrosamente” del baloncesto dominicano por disposición del presidente de entonces, ingeniero Frank Herasme Díaz. Es menester recordar que Rodríguez substituyó en el cargo a Roberto Ramírez, quien realizó, sin quizás, la más funesta gestión al frente de la institución.

Bastó la celebración del Superior del Distrito en el 2013 para que El Teacher se sentara en su poltrona, no hiciera
nada más por la actividad dentro de su área de influencia, cambiara hábitos y costumbres, abandonó sus viejos trajes que parecerían de difundo de mayor ancho para cambiarlos por unas chacabanas de pésimo gusto, solo para estar a la moda, compró unos sombreros al estilo de cualquier juglar de escasa monta y encendió el ardor y los ánimos de las entidades que lo llevaron a la posición de presidente de ABADINA.

En el sorprendente lapso de 12 años, Rodríguez no hizo nada por el baloncesto, no emitió una sola consideración, no orientó a ninguna entidad, no hacía acto de presencia en los lugares de competencia, no representó ningún club, pero se mantuvo asistiendo rigurosamente a las instalaciones del vespertino El Nacional donde se convirtió en corrector de estilo, gratuito, de las columnas Te Enteraste que publica el editor deportivo de ese rotativo Leonardo de Jesús Heredia Castillo, mejor conocido como Leo Corporan. Por supuesto, no tenía potestad para cambiar una sola coma.

Cuando en el 2012 todo el mundo pedía la cabeza del ingeniero Johnny Marte Bueno en la presidencia de ABADINA (una verdadera pena que haya retirado el tinte que cubría sus mechas), después de una gestión llena de inquietudes y ningún resultado, algún descocado sacó del sombrero el nombre de El Teacher, solo para resucitarlo. Después de su elección, Rodríguez se aventuró de manera breve y quizás poco satisfactoria a convertirse en articulista de opinión en el mismo vespertino.

El Teacher y sus asesores
Lo de Rodríguez ha sido tan grotesco o quizás más, como su antecesor. Montó un sub-25 que presagiaba la recuperación expedita del fervor por el baloncesto en la capital, se empeño en el Superior que se libró bajo todo tipo de suerte y terminó desluciendo el espectáculo. No implementó las categorías formativas, y los poquísimos eventos que puso sobre las canchas no pasaban de un fin de semana, por categoría, cocidos al vapor y terminaron a rabazos. Con él ausente del país, su asistente, Gilberto De La Cruz (Mañiño, ¡ostia tío, que apodo te gastas!), ha tratado de incidir en los resultados, ha terminado abruptamente partidos, rompe con la tónica de sobriedad de un funcionario, deja un atroz ejemplo frente a la juventud y se pasea con los trofeos y medallería en su vehículo.

Para peor, entregó el baloncesto superior femenino del Distrito Nacional a la Federación Dominicana de Clubes (FEDOCLUBES), que preside Roberto Ramírez, Pablo Reyes, Roberto Reyes Ramírez o como se llame realmente, un mamotreto sin pie ni cabeza, que sólo se justifica para darle continuidad en el tiempo a otro advenedizo del deporte. Aquello me hizo recordar una escena familiar, mi abuela tenía una estufa eléctrica pero cada vez que colocaba carne sobre ese un artefacto enorme y no tomaba las previsiones necesarias, la misma terminaba en las fauces del gato.

Una escena similar se repitió en la última asamblea del Club Mauricio Báez: el cuadro era dantesco, Corporan,
Ramírez o como se llame y Nelly Manuel Doñé, encarados y vigilantes en una elección donde se contaban con los dedos de las manos los sufragantes que llegaban a la pubertad. Hombres entre 60 y 70 años para mantener un statu quo barrial insostenible.

Al mejor estilo de Juan Bosch: “la carne no se puede dejar al cuidado de los gatos… ¿comprende?”.

Las lunas sobre la capital dominicana permanecen desveladas desde hace tiempo. Demasiada gente haciendo daño, buscándose el peso de la forma más descarada posible, fruto del inmediatismo y la incapacidad. Empezamos hace tiempo difundiendo aquello de que no hay que leer… “los libros muerden”, escuché infinidad de veces. ¡Claro que los libros muerden!... muerden la ignorancia, muerden la mediocridad, muerden el cerebro y lo despiertan. Hay que dejar que los libros nos muerdan a cada instante y lo mejor es que no duelen sus mordidas.

Al baloncesto dominicano se le hace tarde, los reproches molestan y lastiman, pero todo el mundo se hace cómplice y los que no se suman a la corriente, son los malos, los pesimistas, los idealistas, los solitarios revolucionarios. Nadie ha comprendido que los liderazgos, tantos políticos como deportivos, muchos construidos al vapor, son una oportunidad para servir, no para lucirse, mostrarse o sacar provechos personales. Los que juegan con cartas marcadas quedarán en evidencia más temprano que tarde y tendrán que pagar con el ostracismo o quizás la cárcel.

Todo lo anterior parece una metáfora shakesperiana sólo para describir las maquinaciones de los llamados agentes de poder del baloncesto dominicano, pero quizás sólo el genio inglés podría hacer justicia ante los supuestos actos de traición que se cuecen en todas partes; se tejen componendas desde el Palacio de los Deportes, en más de una oficina, desde la avenida San Martín al 236, desde el ensanche Piantini, desde el sector de Los Prados, desde la prolongación Ramón Cáceres, desde la intramuros calle Santomé, desde la avenida México; gente común queriendo hacernos creer que están por encima de lo que la sociedad y el deporte le reclaman.

Existen luchas intestinas, promesas que no se cumplen, sonrisas forzadas, abrazos engañosos, cosas que no se dicen pero se piensan, cosas que se dicen pero no se traducirán en acciones del todo positivas buscando su fracaso. Un verdadero rosario de intrigas, las más obscuras salidas desde la redacción del diario citado. Aquí se quiere jugar a toda catarata de bajezas, negocios turbios, traiciones, vanidades infundadas (si existe alguna fundada), mucho dinero en juego que nunca los directivos de los clubes en su vida soñaron y ni siquiera se capacitaron para gerenciar; imagínese entonces cómo se pueden multiplicar las mezquindades. Este dislate adquiere ribetes escandalosos partiendo de algo esencial: nadie es dueño de nada. Solo de un poder transitorio dado por las propias organizaciones que representan y las que pretenden manejar como cotos personales.

Todos los hechos señalan que se busca violentar y alterar los tiempos constitucionales. Este despropósito busca seducir a los que desesperan al ver que su influencia cae hecha añicos o sus negocios se pueden consumir a la espera de las atenciones del poder político actual, que no es el mismo al de hace 17 meses atrás, o atraer a quienes frente a lo inevitable de su propio derrame, el fracaso del relato repetido y la perdida del apoyo social prefieran consumirse en una salida con visos de heroicidad ante el lento sangrado de las múltiples crisis.

Quiérase o no, la pelota continúa estando en manos de Uribe Vásquez, pero viene ratificando la capacidad de
ampliar el campo de sus adversarios. No todo al que se convoca a las oficinas de FEDOMBAL va a aplaudirlo. Desde los predios de Villa Juana se busca cobrar nuevamente aquel desplante cuando se le ofreció la presidencia de la ABADINA, respondiendo: “tengo un proyecto que va más allá”; lo que posteriormente le impidió asumir la posición de vice-presidente del Comité Olímpico Dominicano (COD). El resultado es una ecuación peligrosa: los propios se mantienen estables o son cada vez menos y los otros hacen creer que son cada día más.

Hizo falta que el año despuntara para que la agenda del presidente de la FEDOMBAL se volviera a cargar de buenos augurios, promesas febriles, intenciones declamadas y muchos propósitos de la mejor especie. El rigor alcanzaba con mucho menos. Tengo la percepción que se sentó y se sintió solo en algún momento y sacó cuentas o quizás se encontró casualmente por la calle con ese antiguo compañero de colegio, al que no veía desde la última reunión de egresados, hace mucho, mucho tiempo. Guardo la esperanza que algo o alguien lo ha puesto a pensar más allá del diario discurrir de la institución a su cargo.

Hay fuegos frente al que el presidente de la ABADINA no debería jugar. Me resisto a creer todo lo que se dice de su persona y todo lo que he leído sobre sus desvaríos existenciales. Me he sentido defraudado porque regresó a una institución frente a la que no tenía ningún proyecto o un programa mínimo para encausarla y varió su actitud frente a muchísimas personas. Era penoso la fausta danza de lisonjas, floreos, exaltaciones que mantenía frente a nuevos actores del baloncesto de la capital, verbigracia Richard De Los Santos, que fue el caso más sonado.

Rodríguez perdió la capacidad de discernir y demostró que es incapaz de escuchar, quizás temiendo otro aislamiento social, político y deportivo, como táctica o como fruto de su actuación bajo el dominio de las pasiones contrariadas, lo que resulta excesivamente riesgoso como las palabras incendiarias de sus asesores que expresan ideas sumamente violentas y vengativas. Estos le recuerdan su pasado y eso le hace temblar las carnes.

¿Cuál es la trama invisible que enlaza situaciones tan diversas?

El Teacher debe saber que el baloncesto capitalino ha estado enfermo desde hace muchísimo tiempo, quizás antes de que Roberto Ramírez (¿?) llegara a la ABADINA (solo ese hecho demuestra la putrefacción reinante), que todo el mundo se le ha virado y ya no representa a nadie; 23 de los clubes de la entidad que preside buscan conformar una plancha donde figurarían el abogado Francisco Méndez del San Carlos como candidato a presidente y Saturnino Martínez del Mauricio Báez como secretario general, lo que lo dejaría sin opciones. Su ardid es apostar a su propia presidencia con una secretaria general en manos de Johnny Marte Bueno (pasado presidente de la entidad), Gilberto De La Cruz del Club Renacer, Edwin Castillo de La Ciénega o sacrificar un neófito en esas luchas como Amaury Heredia Guerra, hijo de Leo Corporan y buscar la inscripción expedita de nuevos miembros de la entidad.

Rodríguez acaba de agregarle el condimento político a una mezcla explosiva que ya incluía su negativa a presentar un informe económico sobrio, su ineficacia frente al desarrollo de la disciplina en los confines de su área de trabajo, su olímpica desaparición de los medios después de la conclusión del Superior correspondiente al 2013, la falta de capacidad gerencial, las tarifas por manejo de las áreas de comida y bebidas, el desaliento a la inversión en la justa máxima y la inseguridad. La situación es suficientemente delicada como para desear enfrentar a la FEDOMBAL de manera olímpica.

Repito, con ciertos fuegos es mejor no jugar.


El presidente capitalino nunca terminará de medir hasta qué punto se dañó a sí mismo desoyendo a las mayorías y concentrándose en sus “asesores” Corporan y Alejandro Asmar Sánchez, también conocido como Chito, un dinosaurio de la actividad deportiva que casi llegando a los 90 años de edad se anuncia que buscará la presidencia del Club Deportivo Naco. Ese capricho ejecutado desde un poder que consideró sin contrapesos, termina siendo parecido a las decisiones equivocadas, individuales o colectivas: tarde o temprano se paga un precio por ellas. A El Teacher le está empezando a llegar el segmento más cuantioso de esa adición. Y no tiene a quien echarle la culpa.

Es una vergüenza nacional que Rodríguez haya permanecido inmutable en el cargo durante casi un año, sin tomar nota de los severos cuestionamientos de todos los colores en su contra. No se trata de una evaluación política sobre el desempeño de sus funciones. Es otra cosa. Por lo bajo El Teacher está acusado de cometer delitos; esas indelicadezas se propagan como reguero de pólvora por todos los medios sociales y en algunas estaciones de radio, y de haberlos cometido al amparo de la transitoria impunidad que le dio el poder.

Los miembros de la ABADINA también son culpables por omisión, por no hacer caso firme a sus obligaciones y sólo andar balbuceando las irregularidades de los demás; quizás en un ejercicio para hacer lo mismo en caso de que la suerte le toque al asumir posiciones similares.

¿Por qué Onésimo Acosta (El Millón), José Augusto Castro (Mejoramiento Social), Yerkin Agustín Figuereo (Rafael Barias), Ramón González (Huellas del Siglo), Osvaldo Sing (San Lázaro) no terminan de ejecutar con su abrumadora acumulación de pruebas?... los nombres anteriores colocados por estricto orden alfabético, porque hay lectores que hacen bembitas. ¿Qué se hará con ese suficientemente engrosado expediente que ya tiene contundencia inapelable?... ¿dormiremos el sueño eterno antes que alguna decisión pueda someter algunas carreras al fuego sacrifical para defender a Rodríguez?

Corporan ha azuzado a El Teacher contra Saturnino Martínez, el único líder comunitario de la barriada de Villa Juana, buscando hacerlo saltar del cargo del presidente del Club Mauricio Báez para colocar en su lugar a Cesar Amaury Heredia Guerra, Amaury Heredia Guerra (ambos carne de su carne), al inmortal del deporte José Luis –Boyón- Domínguez o al propio Rodríguez, pero esas son otras cuentas que no dan números positivos. Ahora incita a Rodríguez frente a Uribe Vásquez, mientras propone que el evento máximo de la actividad sea dedicado al Presidente de la República, Danilo Medina Sánchez… ¿qué se busca con tanto artificio?... ¿se hace urgente cobrar la deuda que Leonel Fernández Reyna dejó en el Ministerio de Obras Publicas y Comunicaciones ante la familia Heredia Guerra?... ¿el actual ministro Gonzalo Castillo es más renuente hacia el trato con el “redactor jefe” de la San Martín?... ¿se agotan las balas en el escenario deportivo y se quiere confrontar a Uribe Vásquez para castrar lo que él considera sus legitimas aspiraciones?


El futuro de Rodríguez es más propiedad de la justicia que de la política, esa es mi percepción, pero cada quien busca cubrirse con el manto de la impunidad, ese que algunos miembros del partido oficial consideran que será eterno. Habrá que esperar si Corporan sostiene el oprobio de mantenerlo a su vera con fines inconfesables. O si, por el contrario, El Teacher está obligado a tener un gesto decente y al menos pedir licencia hasta que su situación se torne más diáfana. Cada minuto que permanezca en su cargo será un costo adicional para un deporte al que cada día le sobra menos capital social para malgastar.

En el vértigo de estos tiempos tormentosos afloró la tentación de jugar con fuego, incluso sabiendo cuál es el riesgo de esa práctica y cuánto nos quemamos en ocasiones anteriores que todavía lastiman la memoria. Así, con liviandad irresponsable se extiende la discusión sobre si las crisis obligará a El Teacher a acortar el tiempo de su mandato.

Más de uno pensará que le estoy echando gasolina al fuego, pero: “si tiene miedo de irse antes es porque se va a ir antes”… Corporan seguro me hará llegar por intermedio de uno de sus aprendices, porque además de cínico nunca da la cara: “no se ilusionen que no nos vamos a ir antes”. A El Teacher le repetiría la frase de Leonardo Da Vinci: “así como el hierro se oxida por falta de uso, también la inactividad destruye el intelecto”. El pleno de los clubes de ABADINA debería decirle a Rodríguez: “hasta acá usted llegó o cambia o se va”… ¿habrá pelotas suficientes?


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