Hubo una vez, como cuento de
hadas, un jugador que respondió al nombre de Ismael Cristóbal Tapia Japa, para
los medios y el baloncesto sólo Ismael Tapia, para los fanáticos que les
encantan los apodos “El Ñoño” o “Pintalabios”, pero ya no está entre nosotros,
se marchó a otros mundos olvidado y excluido, quizás en buena parte se labró
esa despedida; en este pasado de octubre hubiera cumplido 57 años de edad. Quizás
nadie lo sepa, pero su papá, del mismo nombre y quien falleciera a destiempo,
fue uno de los grandes trovadores dominicanos, que inclusive grabó más de un
disco.
Ismaelito debutó en el
baloncesto superior con el Mauricio Báez, en el 1974, a los pocos días de
haberse graduado de bachiller en el Colegio Dominicano De La Salle y era uno de los
poquísimos puntos luminosos de ese equipo que estaba en las manos de Humberto
Rodríguez y cuya ofensiva pasaba y terminaba por las manos del norteamericano,
con experiencia en la
Asociación Americana de Baloncesto (ABA, por sus siglas en inglés)
y Europa, Ed Johnson.
Ed Johnson, nacido en 1945 en la ciudad de Atlanta, es
egresado de Tennessee State University y recibió una invitación para estar en
los entrenamientos del equipo olímpico de Estados Unidos para el año de 1968
(donde estuvieron Spencer Haywood, Ken Spain y Jo Jo White, entre otros). Jugó una
temporada en Los Ángeles Stars y luego temporada y media en los New York Nets, de donde se marchó a los Dallas Chaparrals, hoy los Mavericks.
En ese tiempo en el baloncesto estadounidense jugó 166 partidos, en los
que anotó 2,039 puntos y capturó 1,688 rebotes, lo que hace una media de 12,3
puntos y 10,6 rebotes por partido.
Con vitola de estrella llegó a
España para jugar en Manresa en la temporada 1973-74, y allí permaneció
cuatro temporadas, hasta que fichó por
el Joventut, con el que jugó otra temporada más. A continuación se fue
al Mollet y retornó a la Penya , donde se retiró.
También en Cataluña comenzó a entrenar y formó parte del cuerpo técnico del Barcelona, junto con el mítico Nino Buscató, cuando el primer equipo estaba a
las órdenes de Antonio Sierra. Éste fue parte importante en que llegase a
Gijón. Entre una ciudad y otra Johnson lleva en España 39 años, más de la mitad
de su vida. Recientemente retornó a los Estados Unidos para completar la
formación académica de sus dos
hijas.
Ed Johnson |
Tapia pasó posteriormente al San Carlos; eran los años
difíciles donde los mauricianos se consideraban dueños y señores de los
jugadores que llegaron a debutar con esa franquicia, apelando a la cacareada
“disposición de derecho de reserva”, aún vigente en las mentes más obtusas del
baloncesto dominicano y que además sirvió para tronchar más de una carrera. La
directiva de entonces de los de Villa Juana le trató de hacer la vida muy
difícil.
Antes, mientras aún estaba en el Colegio De La Salle , fue electo como el
“mejor jugador small-fry de todo el
mundo”, en un evento celebrado en la ciudad de Chicago. El small-fry es una modalidad para niños menores de 12 años y con
menos de 5’01 de estatura. Se juega en las canchas de mini-baloncesto. Esa vez,
recuerdo, Ismael estaba justamente en el tope de la estatura permitida.
Me viene a la memoria también, como en las horas de
enseñanza se hacía el desentendido y tenía que escribir de su puño y letra las
jugadas que debía que desarrollar en las canchas, momentos más tarde,
obligación que le imponía Faisal Abel Hasbún, nuestro entrenador. Eran otros métodos
y otras enseñanzas, altamente pedagógicas y efectivas, distante a la instrucción
light del momento.
Tapia integró el equipo dominicano que obtuvo medalla de plata
en el Centro-Basket Juvenil de 1973 efectuado en Guatemala, entre el 21 y 28 de
noviembre de ese año. Integraban esa escuadra Leopoldo Ortiz, Froilán Tavares,
Antonio –Chicho- Sibilio, Vinicio Muñoz, Sergio –Clemente- Polanco, Rafael Hall
Calá, José Amable Frometa, Mario –El Cocolo- Berson, Ramón –El Mamito- De La Cruz , Pedro Hache y Julio
César –Lulú- Arias. Los dirigentes eran Faisal Abel y Alejandro Abreu.
Siempre fue un jugador de impacto, estable y confiable
dentro de la cancha; fuera de ella era todo lo opuesto, un tanto díscolo, con
serias contradicciones y unos diablillos que le rondaban la cabeza y con los
que jamás hizo las paces. No concluyó sus estudios, siempre dijo que pretendía
ser médico, por lo menos en los años del colegio y recibió muchas
oportunidades, inclusive en el Moberly Area Community College en Moberly,
estado de Missouri.
Nunca dejó de ser cotizado, y fue junto a Vinicio Muñoz los
dos primeros refuerzos contratados en el baloncesto superior de Santiago y en
específico por el Club Pueblo Nuevo. Los demás refuerzos para el certamen
fueron Pedro Leandro Rodríguez y Edgar Payano (CUPES), Frank Prats y Víctor
Hansen (Plaza Valerio), Aldo Lerschhorn y Tomás Richard (SAMEJI), Radhamés Díaz
y Juan Peguero (Gregorio Urbano Gilbert).
El haber sido uno de los jugadores que más
evolucionaba año tras año le permitió ser un elemento muy valioso. Osiris
Duquela lo utilizó a la perfección en la tropa del San Carlos y junto a Edgar
De La Rosa
integró la pareja de guards más
sólida que jamás ha conocido el baloncesto dominicano; ambos podían jugar las
dos posiciones de arriba; inclusive con más coeficiente intelectual para el
juego que aquella memorable dupla de Manolo Prince y Pepe Rozón con el San
Lázaro.
Ofensivamente siempre tenía mucho que dar además
de ser un excelso defensor. Terminaba los contraataques de manera espectacular
y contundente, contó con un buen lance exterior que aumentaba en proporciones
desde la media distancia, y sobretodo la intensidad que marcaba en cada segundo
que estaba en cancha eran sus señas de identidad. Siempre supimos de su potencial,
calidad y muchos argumentos para pensar en un futuro. Atlético y muy directo,
anotaba con facilidad en penetración, en tiro. Tenía un arsenal amplio que hacían
de él un jugador muy difícil de parar.
Hoy se habla en exceso de las comparaciones,
pero de Ismael Tapia nadie se recuerda, como si no tuviera
dolientes.
La comparación puede centrarse en
aspectos físicos o en cuestiones simbólicas. De esta manera, dos personas pueden ser comparadas de distinta
forma. Una comparación física revelará que una es más alta, menos gorda y más
canosa que la otra. Al comparar las personalidades, podría decirse que una de
las dos personas es más sociable, suele expresarse en voz alta en las reuniones
y entabla vínculos con mayor facilidad. En la gramática,
la comparación indica tres grados diferentes en los adjetivos: positivo, comparativo y
superlativo. El adjetivo limpio puede aparecer en grado positivo (El agua está limpia), en grado comparativo (El agua de este estanque está más limpia que el agua de aquella
fuente) o en grado superlativo (El
agua de este estanque está limpísima).
Edgar De La Rosa |
Comparación (del latín comparatĭo) es la acción y efecto de
comparar. Este verbo refiere a fijar la atención en dos o más cosas para reconocer sus
diferencias y semejanzas y
para descubrir sus relaciones. Comparar, por lo tanto, es cotejar. Por ejemplo: “la
comparación entre los dos cohetes espaciales demuestra que el estadounidense es
mucho más avanzado”, “ningún jugador de fútbol logra resistir la comparación con Diego
Maradona”, “me pareció muy interesante la comparación de los dos casos que
hizo el analista”.
Por ejemplo, nadie se recuerda tampoco de esa generación
que logró esa plata en Guatemala. Leopoldo Ortiz es un arquitecto de altos
vuelos, co-responsable de la construcción del Faro a Colón; Froilán Tavares uno
de los abogados jóvenes más sobresalientes del país; José Amable Frometa,
sonidista brillante que maneja los audios de los más sobresalientes artistas
dominicanos, incluyendo a Juan Luis Guerra; solo para citar tres ejemplos.
¿Cuánto valdrían esos chicos
en este mundo mediático?... en esas épocas las páginas de los diarios
nacionales destinadas al deporte no pasaban de cuatro (4) por edición. A
inicios de un diciembre, 1979, quizás, cuando el Listín Diario alcanzó una tirada
momentánea de 108 páginas, se le asignaron 8 páginas a los deportes y Félix
Acosta Núñez, Hugo López Morrobel, Orlando Figueroa que era el fotógrafo, y un
servidor, tuvimos que explotar los teletipos, porque nos resultaba imposible
llenar tan amplio espacio. Hoy los diarios nacionales tienen secciones enteras
dedicadas al deporte y salvo ligeras excepciones no dicen nada e instruyen
menos.
El San Carlos de Ismael
Tapia funcionaba a base de Vinicio Muñoz, Edgar De La Rosa , Evaristo Pérez, Víctor
Gerónimo, Luis Cruz, un refuerzo americano que en los años 1980 y 1981 fue el
alero Alex Middleton, egresado de Iona College, y en 1982 Mike Robinson
egresado de Southwest Missouri State University, también alero.
En los tiempos que corren,
no hay dudas que Tapia sería quinteto absoluto de la selección dominicana, a
ojos cerrados por encima de Juan Coronado, Edgar Sosa y Ronald Ramón. Mejor
conducción que los tres, más fundamentos de jugo, alta habilidad para pasar el
balón, más premiado atléticamente y mayor capacidad ofensiva. Para la posición
dos también estaría por encima de Manuel Elpidio Fortuna y de Gerardo Suero
Castillo y batallaría arduamente con James Feldeine, aunque una pareja en la
punta Tapia-Feldeine podría llevarnos a niveles de mucha relevancia, inclusive
más allá del continente.
En el superior del Distrito Nacional no habría
con que pagarle: no es comparable con José –Pancho- Fortuna, Alberto
–Cebollita- Ozuna, Carlos Morbán, César –Papalo- Rosario, el momento actual de
Joel Ramírez; la dupla Tapia-José Olivero sería fundamental en los actuales
momentos para la tropa del San Carlos.
Frente a sus contemporáneos
resultaba más atlético, más versátil y más preciso ofensivamente.
Lo único que le faltó para
estar entre los grandes fue cubrir sus necesidades del alma. Las necesidades
del alma se encuentran en la choza de estas tres viejas (o jóvenes, según el
día) hermanas, Cloto, Láquesis y Átropo, las cuales tejen el hilo de color rojo,
que significa la pasión de la vida de una mujer. Tejen las edades de la vida de
una mujer y las atan entre sí cuando una de ellas termina y comienza la siguiente.
Las necesidades del alma están gobernadas
por Coatlicue, la diosa azteca de la autosuficiencia
femenina que da
a luz en cuclillas y firmemente asentada sobre los pies. Ella
enseña lo que es la vida de la mujer solitaria. Es la hacedora de niños, es decir,
de un nuevo potencial de vida, pero es también la madre de la muerte que lleva
en su falda unas calaveras que suenan como los cascabeles de una serpiente,
pues son cráneos de serpiente y, puesto que los cascabeles de los cráneos
suenan también como la lluvia, por afinidad de resonancia atraen la lluvia
sobre la tierra.
Coatlicue |
Protectora de
todas las mujeres solitarias y de aquellas cuya magia y cuyos pensamientos e
ideas son tan poderosos que tienen que vivir al margen de quién sabe dónde para
no deslumbrar demasiado a los habitantes de la aldea. Coatlicue es la
protectora especial de la forastera.
Quizás Ismael no tuvo su Cloto, Láquesis, Átropo
o Coatlicue, pero fue alumbrado por una gran mujer, Rosa Japa quien vivió hasta
sus últimos días frente a la cancha del ensanche La
Fe. Con estas humildes líneas lo
recordamos.
Señor Luis, excelente su trabajo sobre Ismael Tapia. Recuerdo con mucha nostalgia mis visitas a Santo Domingo en los años de gloria del baloncesto y visitar el Palacio de los Deportes para ser parte de esos grandes encuentros, donde por supuesto, por ser mi equipo, San Carlos, disfrutaba las jugadas de Ismael. Cuanta calidad y coraje en una cancha.
ResponderEliminarPrecisamente, hace un momento comentaba sobre Ismael, me anime para entrar a la internert y buscar noticias sobre él. Al tener la colección de la Revista Ahora! he podido recordar esos momentos estelares de Tapia, y como usted expresa, con mucha razón, es penoso que un deportista de esa categoría no sea recordado .
La última vez que lo vi, fue en el Palacio de los Deportes, en ese escenario donde tanto se le aplaudió, lo vi solitario, como el más desconocido de los que nos encontrábamos observando un juego de baloncesto en el año 1999.
Tuve la oportunidad de tener como vecina a su hermana Susana, esto me dio la oportunidad de conocer a doña Rosa. Con su hermana pude tener largas conversaciones sobre la historia de Ismael como deportista y como hombre fuera de la cancha.
Señor Luis usted se anima, me gustaría hacer algún trabajo sobre Ismael Tapia, tengo buen material de la época que nos puede ayudar.
Con mi mayor respeto,
Rafael de la Rosa
Que bueno oir expresiones tan sinceras sobre Nuestro Ismaelito. expresiones que la verdad reflejan practicamente quie fue ismael Tapia. Fuimos amigos de corazon, de juego, de vida y de familia. Con Ismael en el Ensanche la Fe ( donde era oriundo) aprendimos nuestros primeros pasos en el baloncesto. Cuando Ismael Jugaba de mauricio lo acompanabamos a todas las practicas y para mi fue un honor cargarle su mochila, Fran Prat le decia a Ismael que yo era su "Secuns".Ismael era todo un Idolo para nuestro club y nuestro ensanche. La verdad que no conozco ninguna queja personal de nadie contra Ismael.
ResponderEliminarLa unica que pudiera existir fue el rumbo que tomo su vida y la cual se nos fue de las manos. Que dios lo Tenga en gloria junto a Mario Benzon, Chicho Sibilio, y ahora Fran Prat, todos companeros de Ismael en su epoca de Gloria.
El comentario anterior fue de Rafael Contreras amigo personal de Ismael tapia
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