domingo, 12 de junio de 2011

El más dominicano de todos


La noticia corrió como chiflido de escopetazo. Por lo que he deducido, fui uno de los primeros dominicanos en enterarme, Flor Meléndez acababa de ser designado como director técnico de las selección de baloncesto de Puerto Rico (Jun.08.2011). Rápido llamé a Frank Prats, casi perdía las esperanzas pues estaba siendo introducido, una asistencia de Julián Suero permitió pasar la noticia antes de que saliera al aire en el programa de Franklin Mirabal y con esa novedad empezó la sección, después han llegado los comentarios.

Primero fue el espaldarazo de los jugadores que conforman el grupo básico del quinteto, esos en los que primero uno piensa a la hora de decidir con quien le gustaría contar. Más atrás, periodistas y amigos. El encuentro con la prensa fue en extremo emotivo, y a pesar de que nunca ha estado ausente, el veterano capataz, de 64 años, regresaba a ser titular del equipo más representativo de America.

No quiero que se confundan mis palabras, no el que más alto ha llegado, no el que más triunfos ha obtenido, pero si, el que por más tiempo ha estado en la cúspide del baloncesto internacional.
                                               
Hoy Argentina y Brasil tienen más nombradía y más capacidad de juego, pero en pretéritos tiempos conocieron momentos de mucha obscuridad. Puerto Rico ha sido constante, no ha ganado un titulo mundialista absoluto, pero siempre está entre las elites. No está de más repetir para honrar a esos dos colosos sudamericanos que el trabajo bien pensado y mejor ejecutado rinde sus frutos, porque el baloncesto se cultiva sobre una cancha no en las hojas de persea americana.

El mismo Prats lo señaló: “conoce la idiosincrasia del jugador puertorriqueño”. He ahí el mejor punto para partir hacia cualquier comentario. En el camino quedaron otros nombres: Eric Musselman, Dave Odom, Jim Cleamons, Aito García Reneses, Moncho Monsalve y el borincano Omar González.

En El Nuevo Día (Jun.09.2011) Meléndez declaró: “la mente que tiene todo el mundo es clasificar (en el Pre-Olímpico). No es un torneo fácil, porque hay equipos que se han organizado mejor”. Puntualizó: “aquí hay mucho talento para hacer cosas. Lo que hay es que juntarlos y que todos nademos para el mismo lado... lo principal es que tengamos disciplina. Basquetbolísticamente no tenemos que envidiarle nada a nadie en el mundo”.

Agregaba la nota: “tras el fracaso en el Mundial Turquía 2010, bajo la dirección de Manolo Cintrón, se había escogido como dirigente nacional para el Preolímpico al reputado Rick Pitino, quien hace mes y medio abandonó el puesto por conflictos con su trabajo colegial en Louisville”. Después, las palabras de Carlos Beltrán, presidente de la Federación Puertorriqueña de Baloncesto: “aquella decisión, fue una equivocación que al fin del camino permitió tomar ahora esta nueva determinación”.

La selección de Meléndez agrega nuevos intangibles a la competición en Mar del Plata, conocedor al dedillo del baloncesto en toda el área continental, es venerado y seguido en la mayoría de las naciones donde ha dejado huellas imborrables. Ha trabajado en Argentina, tan reciente como en la campaña 2010-11 con Libertad de Sunchales, Brasil, Venezuela, República Dominicana y por supuesto, en su natal Puerto Rico. Ocupó anteriormente la plaza de técnico del equipo borincano entre 1979 y 1983 y ha corrido las selecciones nacionales de Argentina y Panamá.

Hace dos años fue señalado como posible dirigente de la selección dominicana, luego de un largo rosario de mentiras que culminó con la designación del también puertorriqueño Julio Toro. Para la ocasión pese a todos los anuncios de prensa por parte de los manejadores del conjunto, jamás fue entrevistado, pese a ser el único que elaboró un programa de seguimiento y desarrollo para la especialidad. Tuvo la valentía de escribirle al presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOPMBAL), ingeniero Frank Herasme, pero este jamás respondió.

Creo firmemente que los dominicanos le debemos una disculpa al dirigente Meléndez. Quizás esta nunca se produzca, pero repetiré lo que señalé para la ocasión: “es el más dominicano de todos los indicados”.

Me agradó leer en Primera Hora: “nunca había recibido tantas llamadas telefónicas ni mensajes de texto. El teléfono parece una campanita de la iglesia. Ha sido una cosa impresionante. Pero muy contento que esto esté pasando”.

El flamante dirigente señaló que los equipos de mayor cuidado son Argentina, Brasil, Canadá y República Dominicana. Apuntó sobre estos: “cuando uno hace estos torneos y juega como local es para tratar de asegurar la clasificación y eso es lo que ha hecho Argentina. Han preparado ese torneo con los jugadores de la NBA y va a ser difícil ganárselos allí, entonces, puede que solamente haya un puesto para el resto y eso lo hace muy difícil. Brasil probablemente vaya con todo el equipo. Ellos llevan dos años con una liga nacional como tal que ha progresado mucho y tienen a Rubén Magnano  que ha estado trabajando en el país todo el año. Y Dominicana, yo creo que es el equipo que va a dar un gran avance porque aparte de los jugadores que tiene, la organización ha mejorado”.

Meléndez no piensa hacer grandes cambios en ruta hacia Mar del Plata, pero insistirá en la defensa: “ofensivamente, no tenemos que envidiarle a ninguno, pero tenemos que defender. Lo primero es defender mejor que todo el mundo. No podemos tener huecos en la defensa. Hay que jugar físico, pero allí va a ser muy físico, y luego que los jugadores entiendan lo que es la disciplina de quién juega y quién no, quién empieza y quién no, y se dejen llevar”.

En el Puerto Rico de hoy lo primero que se piensa es en Carlos Arroyo, José Juan Barea y Peter John Ramos. Hay sectores que apuestan fuerte por el regreso de Larry Ayuso, pero también el dirigente ha señalado que está observando a jugadores jóvenes como David Huertas, Alex Galindo, Angel Daniel Vassallo, entre otros. En la época anterior de Meléndez las postalitas fijas eran Charlie Bermúdez, Rubén Rodríguez, Luis Brignoni, Ángelo Cruz, Mario –Quijote- Morales, Neftalí Rivera, Michael Vicens, Héctor –El Mago- Blondet, Teo Cruz, Raymond Dalmau, Rubén Montañez, Angel –Cachorro- Santiago, José –El Galgo- Sosa, Roberto Valderas y Georgie Torres, entre otros.

Para hacerse una idea, no brillaban ni por asomo Jerome Mincy, José Rafael –Piculín- Ortíz, Edgar León, Francisco –Papiro- León, Wes Correa, Eddie Casiano, Luis Allende, Javier –Toñito- Colón, tampoco Federico –Fico- López.

Meléndez ha solicitado como asistentes a Carlos Morales y a Carlos Calcaño, lo que le añade más sazón a sus sutiles pasos. También sueña con la reinserción del programa de altura como parte de la Federación Puertorriqueña de Baloncesto y está de más decir que ha sido el mentor de la Liga Sub-25.

El flamante dirigente ha realizado una incansable labor por el desarrollo y difusión del baloncesto, no sólo en Puerto Rico, ha sido uno de los grandes adalides de la especialidad, contribuyendo al despliegue del deporte a todo lo largo y ancho del continente. Es un nombre que se une a otros grandes como León Najnudel, Ary Vidal Ventura, Jack Donahue, Steve Konchalski, Gustavo Saggiante, Togo Renan Soares, Bill Américo Brussa, Juan Carmelo Ortega, y otros más en este firmamento tan disperso del baloncesto de América.

Leí que una de las frases de cabecera en el deporte mundial es “el mejor psicólogo del plantel es el entrenador”, lo que no está lejos de la realidad. Es aquel que tiene la sartén por el mano, decide como se manejará el grupo, quien saltará a la duela y quien no, que estrategia a de seguirse, los entrenamientos y hasta los fichajes. Además, tiene que asegurarse que los integrantes del plantel estén aptos física, táctica y psicológicamente para salir a la cancha. Meléndez dejo bien claro en sus primera intervenciones que el y nadie más repartirá los minutos de juego.

Aunque para muchos, Mar del Plata evocará a Dante recorriendo los infiernos, creo que la designación del coach de Puerto Rico es beneficiosa para todos, no será un pecador más sufriendo algún castigo, ni un usurero al que los demonios le llenan la garganta de oro derretido. Los dominicanos tendremos que demostrar con más ahínco que los dinosaurios se extinguieron, aunque honestamente pienso que evolucionaron en otras formas: políticos corruptos, obispos rapaces, mercaderes ladrones, todos los que faltaron a los mandamientos o a las virtudes cardinales.

Puerto Rico sube peldaños y complica las aspiraciones de todos, mejora sus posibilidades con un viejo zorro de los tabloncillos, respetado y admirado aquí y allá, y por demás, está claro que se jugará con infinita pasión.
                          
Puerto Rico se ha convertido en una espada ancha en manos expertas, hará daño, sin dudas; rasgará los espacios mirando a la frente de sus oponentes, mirando las cornisas agrietadas de ojos parpadeantes. Es un colectivo que tiene todo para atreverse a llevar en sus alforjas el peso de ojos sin amaneceres, de imágenes hechas polvo, de gemidos a coro. En resumidas cuentas, si siempre ha sido un contendiente comprometido, ahora es el equipo que hay que seguir con mayor seriedad.

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