Jumbo, ¡lo máximo!
En Francia, mientras visitaba a mi compadre José –El
Guillo- Vargas, conocí por primera vez el concepto de hipermercado. En la
ciudad de St. Quentin donde jugaba estaba instalado Mammouth, visita
obligada el mismo día que me recibió; él tenía que retirar unos calzados y yo aproveché
para comprar chucherías y unas revistas sobre baloncesto que encontré.
el hipermercado es una formula comercial que surge en los años de la década de
1960 precisamente en Francia basada en un régimen de ventas al detalle a manera
de autoservicio, horario prolongado, asistencia reducida al cliente y un mínimo
de 2,500 metros de espacio techado.
Mariel Guerrero |
Buscando información para estas líneas encontré la
lamentable noticia que el Mammouth de St. Quentin cerró en el año 2009 y
que las demás tiendas de la cadena han sido traspasadas a otras empresas con más
empuje comercial, incluyendo la conocida Carrefour.
Jumbo, la cadena instalada en República Dominicana,
lanzó un encarte en Diario Libre (Oct.20.2014) para coleccionar. Pensé al
momento de recibirlo sería uno más de tantos especiales y no le presté la
atención debida. Pasee por la casa de mi mamá y para mi sorpresa no estaba; el
día antes no había almorzado conmigo y pensé tendría otros compromisos, pero
no, estaba bisabueliando. Retiré los
diarios que dejan en su puerta todas las mañanas y mientras el día avanzaba
revisé el diarismo dominicano de esa fecha.
En la portada del señalado encarte se leía: “encontramos mujeres autenticas, poderosas y
valientes. #yomeamo”.
Decidí hojear aquello; 14 mujeres nos contaban sus
luchas en el camino a amarnos a nosotros mismos.
La iniciativa surgió de la comunicadora Mariel
Guerrero que nos indicaba también que nos hacía participe de sus experiencias
frente al “bullying” en las redes sociales.
Gracias Carla, gracias María del Carmen, gracias
Laura, gracias Carolina, gracias Ruth, gracias María Alejandra, gracias
Dionisia, gracias Sthefany, gracias Xenia, gracias Nancy, gracias Mayedin,
gracias Scarlet, gracias Katherine y gracias Ámbar.
¡Se la comió Jumbo!
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