lunes, 10 de junio de 2013

El minué de ABADINA


Tengo que admitir que hasta hoy pensé que Ramón Rodríguez, El Teacher, era un hombre a toda prueba. La entidad que preside, la Asociación de Baloncesto Superior del Distrito Nacional (ABADINA) puso a circular una nota donde se asegura que pasó balance a la actividad del Torneo de Baloncesto Superior y adoptó medidas tendientes a mejorar la parte final del campeonato. Ello, en compañía de Juan De Los Santos, presidente del Comité Organizador, Gilberto De La Cruz, secretario general de la entidad; Alejandro –Chito- Asmar Sánchez, miembro del Comité Organizador y asesor de Rodríguez; y el periodista Leo Corporán, asesor personal de Rodríguez.

Una correspondencia cargada de ironías y si no es así, se le parece bastante. Sarcasmos, sátiras, parodias, puyas, retintines, socarronerías, burlas, mofas, mordacidades, cinismos, venenos, hieles, indelicadezas, remoquetes, como todo un pasquín.

Desde sus inicios la misiva carece de validez. De absoluta eficacia y credibilidad; no se puede abusar de la capacidad de los demás con tanta asiduidad. No se puede mentir cada día y pretender que haya incrédulos que crean a cabalidad lo expuesto. El baloncesto del Distrito Nacional se asemeja a una mesa de cartas, llena de trampas y mentiras. Muchas cartas ocultas que pretenden ser colocadas en la partida de manera forzosa, intercambio de cartas por debajo de la mesa y muchas señas, excesivas señas.

La primera carta manchada es que ni el señor Asmar Sánchez ni el señor Corporán han asistido a los partidos celebrados en el techado del Club Mauricio Báez y en Palacio del Voleibol de Santo Domingo. Ninguno ha visto nada, todas las noticias que tienen les llegan por trasmano y no tienen la capacidad ni las energías para cerciorarse de ellas. Asmar Sánchez ya ronda los 85 años de edad, después que salió del Club Deportivo Naco hay que acostarlo temprano y Corporán se aproxima rápida y velozmente a los 70 años, viviendo de las fantasías que repite sin cesar.

Para peor, en su afán de premiar a su eterno asesor, El Teacher le dedicó la justa a Corporán, cuyo verdadero nombre es Leonardo de Jesús Heredia Castillo, y este ni por cortesía ni agradecimiento se ha acercado por los lugares de juego. A colocado todas las excusas posibles, desde la ruptura de un diente que le impidió estar presente en la jornada inaugural, hasta el temor a ser abucheado por el publico asistente… todo un “líder popular y comunitario” temiéndole a las masas. Algo raro huele desde Villa Mella hasta el ensanche Kennedy.

Pese a las manos que pintura que Rodríguez ha querido mostrar, la fortaleza de sus números, el éxito comercial de las operaciones, un superávit anunciado antes del término de la justa, la mención de pagos, es como si todo cayera en una pendiente. Hace años que Galileo demostró que las esferas que rodaban en un plano hacia abajo aumentaban su rapidez. No tales balances, las palmas se miden al final de las contiendas. Los pagos son cuestionados por clubes participantes y personal auxiliar de la propia ABADINA.


ABADINA no escapa a la ofensiva de los clubes, ese enfrentamiento que no ha cesado jamás para siempre responder con promesas, “consultando los sabios” amigos de El Teacher, pero este y su comparsa parecen haber olvidado los sacrificios en los que se embarcan estos seres protagónicos, con quien uno puede estar de acuerdo o no. Tampoco es para descartar la irrupción de los auxiliares, gente que proviene de las mismas instituciones que llevaron a Rodríguez a la presidencia de la entidad; gente que accedió a presentarse en las pasadas elecciones del organismo y que ahora es defraudada. Algunos cenáculos se cuecen con suma rapidez…

Esa reunión sólo ha sido un rebuzno, un ladrido, un graznido, un aúllo, un roznido, un gruñido, un grito de desesperación buscando un hilo conductor que haga pensar que el éxito es contundente, pero esta indisimulada campaña no le salvará del fuego de los infiernos. La hostilidad de El Teacher y su grupo de íntimos, por perturbar a base de equivocadas armonías será incesante, pero no conseguirá una reacción positiva porque el tiempo y las verdades juegan en su contra.

A Rodríguez y su pandilla de amigos se le olvidaron tres cosas fundamentales en el deporte y en cualquier otra actividad humana, si es que alguna vez la aprendieron, el baloncesto en particular y el deporte en general están ahí para abrazarlos, que nada se consigue sin esfuerzo y que las victorias colectivas son mejores que las individuales. Para Jim Rohn (1930-2009), empresario y orador nacido en los Estados Unidos, el éxito es la aplicación diaria de la disciplina.

Una encuesta dentro de las redes sociales, de reciente factura, mostró que existe la percepción de que todos los eventos superiores que se organizan en nuestro país son solo búsquedas por parte de los responsables de las asociaciones provinciales para agenciarse recursos, así de crudo, sin aportar a las categorías formativas, a la difusión de la disciplina en campos y pueblos, sin promover la capacitación de monitores y entrenadores.

Por ello, El Teacher se reúne con sus asesores, no con los verdaderos protagonistas del evento que son los clubes, olvidando, de paso, que a ellos fue que instó para que votaran en las elecciones de diciembre pasado, donde salió vencedor frente al ingeniero Frank Herasme. Sin ninguna circular, sin disposición, sin decretos, sin resoluciones, sólo con la mano abierta para golpear, Rodríguez demuestra que es un hombre genuflexo.

¿Qué pueden aportar en esta coyuntura los señores Asmar Sánchez y Heredia Castillo?... las promesas de amigos enquistados en el tren gubernativo para resolver problemas de último momento, hasta ahora no previstos o no cubiertos. Esos mismos amigo, salvadores de algunas situaciones que no se han saciado de esquilmar a la población dominicana en las administraciones del Partido de la Liberación Dominicana (PLD); reuniéndose y presionando a los clubes y empleados de la justa para que actúen con los más altos estándares de eficiencia, cuando los recursos no llegan a tiempo.

Evadir las poquísimas presiones que se han realizado sobre el evento en lo relativo a seguridad, condiciones, iluminación, formalización de contratos, garantías económicas de los equipos, y otros tantos aspectos mencionados en trabajos anteriores, donde el Comité Organizador y ahora estos muñecos asesores, que me recuerdan a los purrucos de El Conde (una estafa que se decía funcionaban sin baterías y sin hilos) no han colocado ni el primer punto sobre una i.

El Teacher recurre a parches graciosos a la hora de pensar en soluciones para una realidad que nos impide salir del retraso institucional, la mediocridad, la mendicidad y dilata la necesaria revolución que necesita el baloncesto capitalino. El coctel que se está sirviendo en la mesa de la ABADINA lo único que tiene es puro veneno; se pretende hacer creer que no hay soluciones para un mejor desarrollo de la actividad, que la única solución es continuar dosificando el mismo medicamento. Remedio que también se usó en las administraciones de Manuel –Cholo- Suero y Johnny Marte y terminaron envenenados, para citar sólo las dos ultimas presidencias.

Marte se fue hasta las instancias ad-vitam (palabra que le fascina a los peledeistas) del Mauricio Báez a buscar apoyo para su administración, e independientemente de su díscolo accionar, después que se le ofrecieron todo tipo de promesas, le fue colocado una soga en el cuello para que poco a poco fuera perdiendo oxigeno y terminara desacreditado y mal visto. El último golpe lo recibió apenas El Teacher le arrebató su lugar, con la imposibilidad de que el conjunto de su entidad, Los Prados, tomara participación en la versión 2013 del Superior del Distrito Nacional, sin ninguna explicación, solo un acto de retaliación.

La dinámica del baloncesto reclama ajustes integrales en el Distrito Nacional, pero de momento sólo podemos esperar más de lo mismo, con las miras puestas en las elecciones del 2014. Quizás algunos osados se atrevan a formar un grupo en las redes sociales, como se le hizo a Suero, que se llamaba Fuera Cholo de la ABADINA… ahora deberíamos llamarlo Fuera El Teacher de la ABADINA.

Más allá de las fidelidades a sus amigos, asesores y patrocinadores Rodríguez conocía que la posición que ocuparía por segunda ocasión estaba llena de rigores e incomodidades, y que de él se esperaba un cambio de imagen expedito, pero sus acciones, divorciadas de la realidad le han hecho sentir todo el horroroso y húmedo calor de la ciudad de Santo Domingo dentro de si. Cuentan que uno de los bienhechores le dejó cinco palabras que iban a necesitar explicaciones posteriores: “no se tolerará el fracaso”.

Antes los reclamos de sus mecenas sólo ha hecho silencio, escuchar sin atreverse a responder y a mirar cabizbajo, articular solo sentimientos de impotencia, ineptitud, incompetencia, ineficacia, debilidad, desaliento, abandono.

No acaba de entender que una mejor ABADINA se construiría mejor con el esfuerzo serio y ordenado de todos sus componentes, de sus afiliados, de sus amigos, inclusive de algunos de sus asesores que podrían aportar algunas ideas validas, pero mientras todo sea una chercha, un repetir de anécdotas sin sentido, sin importancia, nada se ha de esperar.

La construcción de una mejor colectividad para el baloncesto capitalino no está en la agenda de Rodríguez. Me asalta el pensamiento, me traiciona, y pienso, ningún presidente de ABADINA ha llegado a la presidencia de la FEDOMBAL con la excepción de Pedro Pablo Díaz y de eso hace más de 30 años.

Debió de existir un antes y un después en la primera administración de El Teacher en la institución pero nada se
hizo. Terminó sancionado por el ingeniero Herasme, a la sazón presidente de la FEDOMBAL. Aquella vez tomó el relevo de la más absurda, mezquina, mediocre y mal fundada administración, la de Roberto Ramírez. No tuvo la entereza de poner la balanza hacia el vértice del éxito, no se sintió confiado para hacer magia y transformar una entidad que todavía era rescatable, sin necesidad de trucos.

Lo que debió ser un ballet al servicio de las mejores causas del baloncesto de la ciudad capital terminó en un festival inadmisible, paradójico, incongruente, incompatible, una celebración del carácter impúdico de este deporte. Así vimos como no se le puso coto a la utilización de jugadores mayores en categorías que no correspondían, se dejaron de efectuar los eventos de las categorías formativas, no se instruyeron monitores ni entrenadores, no hubo sanciones para aquellos que delinquían, desaparecieron las grandes figuras de la actividad para dejarnos seres anónimos que apenas alcanzaran a pellizcar la historia, se esfumaron todos los capaces de reinventar el baloncesto.

En algún momento deberá de llegar un arquitecto, un orfebre, un ingeniero que desembarque ideas frescas para que la actividad recobre el esplendor tan deseado y tan poco trabajado. Un líder, una voz que todos escuchen y den por valida. Alguien que el éxito le pueda permitir crecer dentro de la estructura de poder de la actividad, sin tener que agenciarse votos a base de promesas, de viajes hasta el mismo fin del mundo con los dineros del Estado Dominicano y que trascienda nuestras fronteras, que nos brinde garantías del compromiso y de sus ejecutorías.

Un talento que esté al servicio de todos. Un innovador dentro de la disciplina, que nos conduzca a la gloria adaptándonos a las conveniencias y particularidades dentro del mundo globalizado. Identidad y compromiso más allá de las frías paredes del Palacio de los Deportes. Que cada representación provincial o nacional resulte todo un episodio histórico, para guardar en la memoria de todos, en todos los tiempos.


Mientras tanto, la magia de nuestro baloncesto sigue dormida, nunca ha regresado pese a las pinceladas; el protagonismo aún se mantiene, pero podría caer por la misma pendiente inclinada hacia el despeñadero.


No hay comentarios:

Publicar un comentario