Llegó la semana de los Premios Nobel
Octubre 04 del 2021
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Ludmila Ulitskaya |
Agresese al español Javier Marías (Javier Marías Franco, Sep.20.1951 en Madrid), miembro de número de la Real Academia Española; el irlandés John Banville (William John Banville, Dic.08.1945 en Wexford, Irlanda); el rumano Mircea Cărtărescu (Jun.01.1956 en Bucarest, Rumanía); la francesa Annie Ernaux (Sep.01.1940 en Lillebonne, departamento del Sena Marítimo, en la región de la Normandía, Francia) narradora casi minimalista de la experiencia de la clase trabajadora y de las mujeres en su país durante los aparentemente gloriosos años de 1930, de ella Los años; el poeta serbio Charles Simic (May.09.1938 en Belgrado, entonces Yugoslavia, nacionalizado estadounidense), la primera parte de su carrera está marcada por un sentido minimalista del lenguaje, después, tras llegar a Estados Unidos, se deja llevar por el caos de la vida real recibió el Premio Pulitzer de Poesía por El mundo no se acaba en 1990, fue finalista para el mismo galardón en 1986 por Selected Poems, 1963-1983 y en 1987 por Unending Blues.
Karl Ove Knausgård |
Por la América de habla inglesa se ubican las canadienses Anne Carson (Jun.21.1950 en Toronto, Canadá), poeta, narradora y ensayista. A partir de su actividad académica, ha tomado la tradición de la mitología clásica y la ha adaptado al mundo contemporáneo, de ella en primer lugar: Autobiografía de rojo; y Margaret Atwood (Margaret Eleanor Atwood (Nov.18.1939 en Ottawa, Canadá), novelista y poeta que nos regaló El Cuento de la Criada que la convirtió en una celebridad mundial, después de empezar su carrera en las cenizas de la contracultura con novelas de desencanto e independencia; si quiere más sumérjase en El asesino ciego; y las estadounidenses Joyce Carol Oates (Jun.16.1938 en Lockport, New York) y Joan Didion (Dic.05.1934 en Sacramento, California). Jonathan Franzen (Jonathan Earl Franzen, Ago.17.1959 en Western Springs, Illinois).
Jamaica Kincaid |
Pareciese también que nadie toca a los chinos Yan Lianke (Ago.24.1958 en Song County, Luoyang, un pueblo de la provincia de Henan), uno de los escritores contemporáneos de esa nacionalidad más reconocidos, controvertidos e independientes, un hombre que encierra tantas paradojas como la musa que le inspira, sus novelas han recogido el desgarro de los años de Mao y la supervivencia de las estructuras feudales en la China comunista, rescate de sus tramarías a Los besos de Lenin; Yu Hua (Abr.03.1960 en Hangzhou, provincia de Zhejiang), originalmente estudio odontología, y empezó a escribir conjuntamente, sus novelas más importantes son Crónicas de un mercader de sangre y Vivir, que fue llevada al cine por el director Zhang Yimou. A pesar de que dicha película fue prohibida en China, sus libros han conseguido un éxito internacional; y Can Xue cuyo nombre real es Deng Xiaohua (May.30.1953 en Changsha) escritora de ficción y crítica literaria de vanguardia china. Su familia fue severamente perseguida después de que su padre fuera etiquetado como un derechista en la Campaña Anti-Derecha de 1957. Xue es pura innovación, pero también es miedo, pesadilla, tabú, utopía, disto pía y contradicción. Tal vez, la mejor forma de retratarla sea a través de lo que plantea su seudónimo, que, de acuerdo con una entrevista con The New Yorker, puede significar tanto «nieve sucia que se niega a derretirse» como «la nieva más pura de la cima de una montaña».
Can Xue |
V. S. Naipaul |
El segundo lustro nos mostró a: el turco Orhan Pamuk (Ferit Orhan Pamuk, Jun.07.1952 en Estambul) en el 2006: «quien, en la búsqueda del alma melancólica de su ciudad natal, ha descubierto nuevos símbolos para el choque y el entrelazamiento de culturas»; la inglesa Doris Lessing (Doris May Lessing, de soltera: Doris May Tayler, publicó también bajo el pseudónimo de Jane Somers, Oct.22.1919 en Kermanshah, Irán; Nov.17.2013 en Londres, Reino Unido), Canta la hierba y El cuaderno dorado se cuentan entre las novelas capitales del siglo XX: «esa narradora épica de la experiencia femenina que, con escepticismo, ardor y poder visionario, ha sometido a escrutinio a una civilización dividida», 2007; el francés Jean-Marie Gustave Le Clézio en el 2008: «escritor de nuevas desviaciones, aventuras poéticas y éxtasis sensual, explorador de una humanidad más allá y por debajo de la civilización reinante». El 2009 fue para la alemana Herta Müller (Ago.17.1953 en Nițchidorf, Timiș, Rumania), su obra trata fundamentalmente las condiciones de vida en Rumanía durante la dictadura de Nicolae Ceaușescu: «quien, con la concentración de la poesía y la franqueza de la prosa, describe el paisaje de los desposeídos». Y el 2010 correspondió el turno al peruano Mario Vargas Llosa (Jorge Mario Pedro Vargas Llosa, Mar.28.1936 en Arequipa, Perú): «por su cartografía de las estructuras de poder y sus imágenes mordaces de la resistencia del individuo, la rebelión y la derrota».
Se inició la segunda década del siglo con el sueco Tomas Tranströmer (Tomas Gösta Tranströmer, Abr.15.1932 en Estocolmo, Suecia; Mar.26.2015 en Sofia Församling, Estocolmo, Suecia), 2011: «porque a través de sus imágenes densas y translúcidas nos permite el acceso a la realidad». En el 2012 se distinguió al chino Mo Yan (seudónimo de Guan Moye, que significa «no hables», Feb.17.1955 en Gaomi, Weifang, China): «quien combina los cuentos populares, la historia y lo contemporáneo con un realismo alucinatorio»; la canadiense Alice Munro (Alice Ann Munro, Jul.10.1931 en Wingham, Ontario, Canadá) «la Chéjov canadiense» se llevó los reflectores en el 2012 por ser «maestra del cuento corto contemporáneo»; nueva vez en Francia para el 2014, esta vez en manos de Patrick Modiano (Jul.30.1945 en Boulogne-Billancourt, Francia): «por el arte de la memoria con la que ha evocado los más inasibles destinos humanos y descubierto el mundo de la ocupación». En el 2015, la bielorrusa Svetlana Aleksiévich (Svetlana Aleksándrovna Aleksiévich o Svetlana Alexándrovna Alexiévich, Aleksiévič, transliterado del ruso Светла́на Алекса́ндровна Алексие́вич, en bielorruso Святлана Аляксандраўна Алексіевіч, transcrito como Sviatlana Aliaksándrauna Alieksiyévich; May.31.1948 en Stanislav, Ucrania, entonces Unión Soviética) es una escritora y periodista bielorrusa de lengua rusa, nacida en Ucrania: «por sus escritos polifónicos, un monumento al sufrimiento y al coraje en nuestro tiempo».
Antes de que fuera anunciada la señora Glück también la distinción recayó
en: el estadounidense Bob Dylan (nacido como Robert Allen Zimmerman,
May.24.1941 en Duluth, Minnesota) en el 2016, «por haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición
estadounidense de la canción»; en el 2017, el inglés Kazuo Ishiguro (Nov.08.1954
en Nagasaki, Prefectura de Nagasaki, Japón): «quien, en sus novelas de gran
fuerza emocional, ha descubierto el abismo bajo nuestro ilusorio sentido de
conexión con el mundo». En el 2018 la polaca Olga Tokarczuk (Olga Nawoja
Tokarczu, Ene.29.1962 en Sulechów, Polonia), «por una imaginación narrativa que, con pasión enciclopédica, representa
el cruce de fronteras como una forma de vida». Y en el 2019 para el
austriaco Peter Handke (Dic.06.1942 en Griffen, Austria), «por un trabajo influyente que con ingenio lingüístico ha explorado la
periferia y la especificidad de la experiencia humana».
Como dijo el francés Le Clézio (Abr.13.1940 en Niza, Francia) en los
días de la entrega del Nobel: «las
novelas son un maravilloso medio para cuestionar el mundo actual. Si hay que
transmitir algún mensaje, es el de que hace falta hacerse pregunta». Le
Clézio, un hombre precoz e itinerante: «a
los seis años sin ser consciente, lee un libro que lo marcaría y lo acercaría a
la lengua española que terminó aprendiendo y a América Latina, que han sido
determinantes en su vida personal y literaria y en su visión del mundo: El lazarillo de Tormes». Lectura
obligada en el Colegio Dominicano De La Salle.
Le Clézio, estuvo en Nigeria viviendo con su padre hasta la adolescencia; estudio en Inglaterra; vuelve a Francia; viaja a Tailandia, a prestar el servicio militar, de donde es trasladado ante sus protestas por la prostitución infantil dentro de las tropas de Estados Unidos. Recala en México. Pocos años después pasa a las selvas de Panamá con los indígenas emberá-wounaan. Conoce a una mujer de una gran cabellera negra que por las noches masca chicha hasta emborracharse y contar historias que funden realidad, mitos, leyendas e imaginación. Es la vida misma en su boca. La vida convertida en palabras. «La identidad no es solo el lugar. Somos de la nacionalidad de lo que amamos, de los amantes y de los que nos influyeron o de nuestros vecinos».
El Premio Nobel de Literatura ha sido siempre una gran incógnita; nadie
puede predecir en manos de quien recaerá la premiación.
Esperamos y anhelamos que Alvarito tenga vida y salud para coronar su impaciente
empeño de ver a un dominicano reunirse con un Premio Nobel de Literatura…
quizás bien podría ser Juan Luis Guerra Seijas (Jun.07.1957 en Santo Domingo),
un innovador que siempre ha enaltecido nuestro pueblo, mientras se deleita
escuchando las variaciones Goldberg (composición musical para teclado) de Juan
Sebastián Bach. Capaz de colocar sobre un papel, exquisiteces como: «ná me tienes que ofrecer / tu mirada es lo
único que quiero / dormiremos cuando el día se acueste encima del potrero»;
«te regalo un otoño / un día entre abril
y junio / un rayo de ilusiones / un corazón al desnudo // Ay, ayayay, amor / eres la rosa que me da
calor / eres el sueño de mi soledad / un letargo de azul / un eclipse del mar,
vida…».
Nada más esperanzador que: «ojalá que llueva café en el campo / que caiga un aguacero de yuca y té / del cielo una jarina de queso blanco / y al sur una montaña de berro y miel / oh, oh, oh-oh-oh, ojalá que llueva café». De dioses es apuntalar: «quisiera ser un pez / para tocar mi nariz / en tu pecera / y hacer burbujas de amor / por donde quiera / ¡Oh! Pasar la noche en vela / Mojado en ti».
Porque quizás el mismo Guerra Seijas se canta un Premio Nobel de
Literatura, dejándonos unas estrofas que son la exaltación del romanticismo: «y un gemido se desnuda y sale de tu voz / le
sigo los pasos y me dobla el corazón / cuando me besas / se prenden todas las
estrellas en la aurora / y sobre mi lengua se desviste un ruiseñor / y entre
sus alitas nos amamos sin pudor / cuando me besas / un premio Nobel le regalas
a mi boca».
Hasta aquí, me llevo mi estilo y mi elegancia, pero como buen cibaeño
me quedo con algo más rustico, algo que me dijeron en Barcelona, hace más de 30
años, y flipé: «siempre me recuerdo de
ti, con aquello de que: total, las
palmas son más altas / y los puercos comen de ellas».
Le Clézio, estuvo en Nigeria viviendo con su padre hasta la adolescencia; estudio en Inglaterra; vuelve a Francia; viaja a Tailandia, a prestar el servicio militar, de donde es trasladado ante sus protestas por la prostitución infantil dentro de las tropas de Estados Unidos. Recala en México. Pocos años después pasa a las selvas de Panamá con los indígenas emberá-wounaan. Conoce a una mujer de una gran cabellera negra que por las noches masca chicha hasta emborracharse y contar historias que funden realidad, mitos, leyendas e imaginación. Es la vida misma en su boca. La vida convertida en palabras. «La identidad no es solo el lugar. Somos de la nacionalidad de lo que amamos, de los amantes y de los que nos influyeron o de nuestros vecinos».
Juan Luis Guerra |
Nada más esperanzador que: «ojalá que llueva café en el campo / que caiga un aguacero de yuca y té / del cielo una jarina de queso blanco / y al sur una montaña de berro y miel / oh, oh, oh-oh-oh, ojalá que llueva café». De dioses es apuntalar: «quisiera ser un pez / para tocar mi nariz / en tu pecera / y hacer burbujas de amor / por donde quiera / ¡Oh! Pasar la noche en vela / Mojado en ti».
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