viernes, 28 de julio de 2017

Las manos obscuras de Villa Juana… ¡pal’ mundo!
Las elecciones de 1966 que ganó Joaquín Antonio Balaguer Ricardo (Sep.01.1906 en Navarrete; Jul.14.2002 en Santo Domingo) se presentaron en un país diferente al que contamos en los momentos que corren, 51 años después. Para la fecha ya se radiaba el programa Sea Usted el Jurado cuyo productor sigue siendo Alberto Amengual. Allí asistió Balaguer Ricardo quien señaló: “no merece llevar sobre su pecho la banda presidencial que no da su pecho por la Patria”, en una alusión artera contra su oponente de entonces Juan Emilio Bosch Gaviño (Jun.30.1909 en La Vega; Nov.01.2001 en Santo Domingo).

Paisaje idealizado por Caspar David Friedrich (1774-1840)
Para esa misma época se tejió el mito revolucionario de Leonardo de Jesús Heredia Castillo, a quien desde siempre hemos conocido por el descafeinado mote de Leo Corporan, aquello de heroico, faccioso, levantisco, o incendiario tiene muy poco: por su escasa presencia física era introducído en los maleteros de desvalijados “cocotes largos” de amigos y compañeros para desde ahí lanzar grapas arqueadas al pavimento, con la única finalidad de que los vehículos de terceros, sin importar su condición, se desinflaran, pero nunca un enfrentamiento con miembros de la Policía Nacional o el Ejercito Nacional, que eran los que estaban en las calles. Un acto de cobardía frente a simples ciudadanos. Muchos carros recorrían las vías de barrios y ciudades con dos palos de escobas, colocados en la parte delantera de los mismos, al ras del piso.

Al país le ha salido costosísimo ese “acto de heroísmo”, así como muchos otros. El dueño de tal hazaña, lo repite jocosamente como si hubiera empuñado alguna vez una metralleta, o se hubiera comportado como “un hombre de pelo en pecho”, como el cantante Miguel Antonio –Tony- Echavarría Vanderhorst (Sep.29.1926 en Santo Domingo; Ene.01.1993 en Santo Domingo), a quien todos conocimos como Cambumbo, para colocarlo en las propias cercanías de la Villa Juana, referente de los espectáculos nocturnos en la ciudad, a quien todos hemos olvidado, un personaje carismático, respetuoso, leal, sincero, combatido y atropellado por su declarada homosexualidad, inclusive por un fragante inmortal del deporte dominicano, precisamente del baloncesto, que vivía en su frente.

Los dominicanos hemos contado tantos protagonistas que sólo han servido para terminar insertados en la nomina pública, impidiendo todo acto de verdadera institucionalidad en eso que llamamos país, tergiversando historias, delineando sus propios intereses: los resultados están a la vista de todos. Una sociedad podrida donde nadie quiere asumir su cuota de responsabilidad.
Cementerio del monasterio en la nieve,
por Caspar David Friedrich (1774-1840)

Lo contrario a Leito, a quien le fascina recordar su pasado bajo sus propias palabras: “nunca he dejado de ser el niño culicagao de Villa Juana”, lo encuentro a poquísimos pasos de mí existencia: mi mamá, quien se convirtió ademas en mi vecina, con apenas 14 años era miembro de la Juventud Democrática, un grupo de jóvenes que se enfrentaba tozudamente a la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo Molina, y realizaba labores propagandísticas donde sus compañeros hombres no se atrevían.

Las huellas dejadas por la Juventud Democrática desde su articulación política en el segundo lustro de la década del 40 constituyen un manantial de experiencias de valor incalculable en la memoria histórica de los dominicanos. Muchas lecciones que pueden extraerse de las actividades desarrolladas durante años por esa organización que anheló profundos cambios sociales para el pueblo dominicano”, escribió Raúl Pérez Peña en el Listín Diario (Jul.24.2012). Creo haber contado la situación vivida en el Centro de Recreo de Santiago en un baile al que asistía El Jefe: mi mamá y mi tía María Elisa (ya fallecida) cruzaban el salón de la honorable institución santiagués, cuando Trujillo le pregunta a uno de sus lamboncitos de entonces: “y esas damitas tan bellas que van caminando por el entro del salón”, a lo que el lacayo respondió: “no jefe, ahí no se atreva, guarde los suspiros porque esas son nietas de don Genaro Pérez, así que mire para otro lado”. Hasta ahí llego todo.

Para 1966, siguiendo al retorno de Balaguer Ricardo teníamos a Rafael Adriano –Nano- Uribe Silva como el Reinaldo Pared Pérez de entonces, y a Néstor Contín Aybar como el Mariano Germán Mejía (Germán como apellido) de la época, miembros del bestiario político nacional, títeres del gobernante, más astutos políticamente que los que hoy ocupan posiciones de privilegio en el tren gubernamental, con menor capacidad de rapiña, menguada propensión a la perversidad, y por supuesto, con mucho más sentido de la dignidad como seres humanos, fervor patriótico, y ni decir de la capacidad académica (por cierto, tengo una fotografía de este Nano Uribe Silva colgada en una de las paredes de mi casa, y no le había prestado atención; me referiré a ella más adelante).

Motivo Marino por Albert Julius Olsson (1864-1942)
El sábado (Jul.22.2017) debieron ser efectuadas las elecciones para escoger un nuevo Comité Ejecutivo de la Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional (ABADINA), originalmente había dos candidatos, uno se retiró y dejó a Anselmo Alejandro Bello Ferreras, hasta ese momento secretario general de la institución con todas las de ganar. José Esteban Borromé Frías estaba a cargo de la Comisión Electoral y en mitad de todo aquello recibió a José Luis Domínguez, a quien todos conocemos como Boyón, acto seguido reformuló la plancha existente, presentó nuevos miembros y produjo la hecatombe.

Domínguez es presidente del Club Mauricio Báez, se presentó en el Palacio del Voleibol a la hora de acostarse las palomas, manteniendo a Bello Ferreras como presidente, pero este último no aceptó esa barrabasada.

En ese manual moderado que pretende vendernos el baloncesto dominicano no se quiere dejar espacio para los comedimientos de los que marchan contra corriente, que cada son más pocos, más golpeados, excluidos, desterrados, arrinconados, desheredados. Todos pretenden el elogio expedito, la sonrisa instantánea, el abrazo solidario, la genuflexión irreverente, sin ofrecer nada a cambio. Aunque muchos sigan elogiando una y otra candidatura, se busca marcar públicamente y la adhesión sucinta a la misma.

Lo que se verá el próximo sábado (Jul.29.2017) será otro arroz con mango, qué pasa con Terrero Alcántara, Diego Pesqueira o José Heredia Castillo, y con tantos otros si las urnas le devuelven un resultado parecido a una derrota o la husmean antes de que se produzca.

Los miembros de ABADINA ignoran que cuando se habla de participación es necesario exigir que sus opiniones sean incluidas, pero la comodidad los ha conllevado a recibir instrucciones a control remoto.
Cuando los Corales mienten por Albert Julius Olsson

No obstante es importante saber qué se hace con nuestras aportaciones, y con las aportaciones de gente como Onésimo Acosta Lafontaine, Carlos Báez (Quique), Eugenio Báez, Edwin Javier Castillo, Rafael Castillo, Gilberto De La Cruz (Mañiño), Milton Díaz, Yenkin A. Figuereo, Ramón González, Pedro José Lerbous, Osvaldo López, Santos María, David Medrano, Alcides Mercedes Rojas, Adriano Meregildo, Miguel Merejo, Suleidy Monsac, Domingo Morel, Rubén Montes de Oca, José Muñoz (Cheo), Rafael Pérez, Diego Pesqueira, Kelvin Plata, Tomas Polanco (presidente del DOSA de Villa Juana y tesorero del Mauricio Báez), Jorge Puello, Osvaldo Rodríguez Suncar, Luis Rojas, Moisés Salazar, Osvaldo Santana, Alfredo Tejada (Cayayo), Carlos Eduardo Terrero, y el propio Domínguez, entre muchos otros, con qué fines está siendo requerida nuestra participación y cómo se utilizará.

una de las fallas más recurrentes en nuestro sistema es que ni los que toman decisiones ni los componentes de la masa social están seguros de qué quiere decir participar, con qué fin se realiza ni qué se hará con los resultados. Después terminamos compelidos a santiguar a gente como El Teacher, como Roberto Ramírez Reyes, ahora presidente de ese mamotreto llamado Federación Dominicana de Clubes (FEDOCLUBES), y de otros tantos de cuyos nombres prefiero no recordarme.

El baloncesto dominicano se calienta a base de escándalos. Todo es alegría cuando la perversidad asoma la cabeza. La disciplina ni el deporte dominicano en general se someten a análisis sosegados porque se puede enfriar los exagerados optimismos. ¿Para reír o para llorar?... y me asaltan las dudas, en todo caso para meditar. El deporte dominicano dejó de sacudir al conjunto de la población, la segmentó y dejó nichos de tristeza, añoranzas por tiempos pasados, agujeros negros, reductos de pesimismo, abatimiento generalizado, duelo por las desventuras de sus dirigentes.

Canal al atardecer por Remigius van Haneen (1812-1894)
Algo muy simple y a la vez tremendamente complejo, será volver a introducirlos en el sistema a través de formación y capacitación deportiva.

La participación es un derecho inherente de las democracias, aquí un grupo tiene secuestrado desde hace años el deporte dominicano, incluyendo al mentado Heredia Castillo, y donde además se incluye la cúpula del Comité Olímpico Dominicano, los presidente de todas las federaciones deportivas, resultado de la creciente brecha entre esa dirigencia y la sociedad (produciendo día a día un incuantificable déficit democrático); coadyuvar efectivamente quiere decir ver nuestras exigencias y necesidades reflejadas en los procesos de toma de decisiones. Cabe aclarar que la participación tiene una amplia esfera de acción, pues empieza desde que se informa y comunica a la ciudadanía sobre los proyectos y políticas, y posteriormente se le puede invitar a formar parte del proceso de construcción de éstos, así como de su seguimiento.

Una de las fantasías más difíciles de concretar en la era digital es borrar el pasado. Miles de personas, cada día, lo intentan para dejar atrás algún hecho que los perturba. Una relación amorosa fallida, un desempeño laboral defectuoso o un episodio incómodo con la Justicia. Todo queda registrado en los circuitos de información y en el universo infinito de las redes sociales. Y mucho más si se trata de funcionarios públicos o de simples celebridades. Parece imposible escapar del pasado y, sobre todo, si se quiere tener éxito en la política.

Más allá de sus dominios el tema de ABADINA jamás ha sido tocado por Leo Corporan, como si se tratara de un extraño al que nunca ha reconocido. Inclusive en estos días se ha tocado poco en las páginas deportivas de El Nacional, mucho menos en Te Enteraste, su columna. Defenderá como sagrado ese silencio, pero los manejos para favorecer a sus chisgarabises y la inclusión de sus cómplices en la plancha camino a la dirección de la entidad es innegable.
Winter Landscape por Remigius van Haanen (1812-1894)

Hay muchos demonios que “el líder de Villa Juana“ quiere borrar de su pasado, incluyendo a Saturnino –Moñoño- Martínez (a este lo quiere ver muerto), pero hay más envueltos en su presente. Gente impredecible e igualmente imprescindibles como monigotes, que no tienen una mínima mención en las aspiraciones por ABADINA. ¡Lo que diga Kinito es lo que va!

Heredia Castillo golpeará discursivamente a Uribe Vásquez con casos individuales de correrías mutuas, y lo amenazará con su posición dentro del Comité Ejecutivo del Comité Olímpico Dominicano, pero evitará entrar en el debate sobre las cifras de la pobreza, el trafico de estupefacientes, de los problemas cotidianos, de la reparación de las vías, del acceso a la alimentación adecuada, que siempre buscó ocultar, pero que golpean la comunidad que siempre ha dicho defender. Metáforas patéticas, imposible de mencionar, jamás hará referencias explícitas a las estadísticas que fueron borradas del mapa como tampoco de sus responsabilidades.

En lo particular tengo algunas dudas sobre las anchas avenidas del enriquecimiento ilícito de muchos en la dilatada gestión del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Como si todo eso no bastara. El castigo por la ingenuidad de compararse, en la intimidad, con nombres como Félix Acosta Núñez, Mario Álvarez Dugam, Humberto Gómez Olivier, Bienvenido Aníbal –Bebecito- Martínez Brea, Mayobanex Mueses, Rafael Antonio –Max- Reynoso, Enrique Ripley Marin, Virgilio Travieso Soto, o Tomas Troncoso Cuesta, es tan lapidario que nadie se atreverá a repetir semejante sacrilegio en los días de sacrificio en la búsqueda de posiciones e inmortalidades.

George Lakoff investigador norteamericano y asesor presidencial de Barak Obama escribió: “las personas piensan en marcos (creencias que estructuran nuestro pensamiento) y para que la verdad sea aceptada debe encajar con los marcos previos. Si los hechos no encajan, el marco permanece y los hechos rebotan. Con obstinación Heredia Castillo presenta sus magros resultados públicos como argumentos a favor. La tarea es tan complicada como los problemas más acuciantes vividos en la gestión de Ramón Rodríguez, El Teacher, a quien defendió sin importar consecuencias: muchas veces ni el concreto mejor fraguado puede romper una creencia.

Hay que tener los ojos abiertos. Tanto Heredia Castillo como Uribe Vásquez no han tenido ninguna virtud frente a los miembros de ABADINA, a ambos les interesa mantenerse moviendo los hilos del baloncesto capitalino, como botín de guerra, de una conflagración que ninguno ha librado. Ninguno tiene las fórmulas para un porvenir mejor. Ambos pretenden en seguir siendo los reyes del mambo, sin saber que sólo son bigotes de rata.


Ya lo decía Galápago de Tebas, filósofo griego: “nunca te puedes fiar de nadie. A lo largo de la historia muchos hombres han experimentado cierto mosqueo y han sospechado que aquel niño tan mono al que le limpian el culito y le cambian los pañales no es hijo suyo. Por eso tiene toda la lógica del mundo que ahora esté al alcance de la población lo que llaman tests de paternidad”. Quim Moinzó en La Vanguardia (Jul.26.2017).

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