El bombardeo proselitista de Leito
Resulta descorazonador, deprimente, desconcertante y
muy penoso que los hombres públicos dominicanos no tengan un perfil manifiesto
a disposición de los que quieren investigar, escribir o disponer de información
sobre los mismos. Usted coloca el nombre de cualquiera de los actores de la
vida nacional en los exploradores del mundo digital y es como arar en el desierto.
Un amigo estuvo averiguando sobre la vida y hechos de ese “ilustrísimo dominicano” llamado Leonardo Matos Berrido, pasado
presidente de la Liga Dominicana de Béisbol (LIDOM), y no encontró nada; ni
siquiera su fecha y lugar de nacimiento.
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Leonardo de Jesús Heredia Castillo |
Una vez alguien comentó que José Israel Cuello
Hernández, quien fuera un histórico dirigente del Partido Comunista Dominicano
(PCD), después comentarista de televisión, y editor de libros escolares, tenía
una amplia clasificación de las figuras nacionales, celosamente guardada.
Imagino que el Departamento Nacional de Investigaciones (DNI) debe tener lo
propio, aunque en tiempos recientes de manera excluyente y con determinados
perfiles muy modificados. De manera irrefutable la Embajada de los Estados
Unidos de América, así como los centros de información crediticia (recuérdese
que estos fueron los que sirvieron de soporte a los sicarios contratados para atentar
contra la vida del abogado santiagués Jordi Veras).
Coloqué
en Google el nombre de Leonardo de Jesús Heredia Castillo, el mismo a quien
todos conocemos por el estólido
mote de Leo Corporan,
para atinar que lo primero que nos ofrecía era la novedad de que se había hecho
desvelizar un busto en su honor en la Escuela Mauricio Báez, en la inauguración
de la Feria Literaria del Liceo Club Mauricio Báez en abril del 2016; semblanza incluida y leída por María Estela
García. Hablar de asuntos literarios con Heredia Castillo es como pedirle a un
pollino de mi campo que gane el Derby de Kentucky. Para sorpresa, entre los
primeros 10 resultados aparece en un par de agriodelimon donde me
cuentan que le fascina leerme. Por lo menos confirmé mis teorías de que es un
adulto mayor, ya muy pasado meridiano (Nov.06.1946 en San Cristóbal).
¡Jesusantisimoooo!
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Trabajo de Benjamín García |
Le confesó a El
Caribe (Dic.24.2015), un día en que pocos dominicanos nos detenemos a leer
la prensa, como tratando de pasar desapercibido: “fui miembro del 14 de Junio por varios años, después fui miembro de
la Línea Roja, después de eso, no he tenido participación partidaria. Luego, me
metí a persona democrática, tengo 37 años en el periódico El Nacional y desde
el año 82 (1982), hasta la fecha soy el editor deportivo de El Nacional”.
Despacito, como la canción de
moda, esa Línea Roja del 14 de Junio, cuyos objetivos nunca fueron cumplidos,
de orientación maoísta, fue una
escuela para muchos jóvenes de esos entonces, donde además del aspecto
doctrinario se formaban en valores, inculcaban la solidaridad, la vida sin
excesos, la responsabilidad frente a los compromisos, la tendencia que busca
impedir que la lucha revolucionaria se atrofiara; aspectos que no son comunión
de este Heredia Castillo. Muchos de ellos terminaron asesinados durante los
fatídicos 12 años de Balaguer.
¿Participación partidaria?... ¿participación
partidaria?... ¡ohhhh!... verbigracia Leonel Antonio Fernández Reyna. ¡Nada más que decir!... ¿37 años en El
Nacional?... ¿y su etapa en el Listín
Diario con Félix Acosta Núñez la olvidó?... ¿desde el 1982 como editor
deportivo?... nunca he tenido dudas de que en esa empresa los puestos son
eternos. De ahí salieron Mario Álvarez Dugan y Radhamés Gómez Pepín con los
pies para adelante. Quizás en este aspecto no todo sea su culpa, también hay
una enorme responsabilidad del propietario de esos medios. Para más decir, en
la sección de deportes de El Nacional
hay “periodistas” con 10 años en
ejercicio a quienes aún Leito no ha incluido
en nomina… ¿eternos practicantes?... ¿pagar o payolear?... ¡la
respuesta en el próximo capitulo, por esta misma estación, en este mismo canal!
“Persona democrática”,
aquí si hay tela por donde cortar. ¿Se ha detenido usted a observar las
elecciones en el Club Deportivo y Cultural Mauricio Báez?... la masa social de
esa entidad es inexistente, ahí concurren a los llamados para cada ocasión por invitación
expresa de “El Marchante”, como también
se hace llamar. ¿Y la directiva de la Fundación Mauricio Báez?... ¿se ha
conocido algún llamado a su directiva por la prensa, como disponen las leyes de
República Dominicana para este tipo de institución es?...
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Trabajo de Sarah Vaccariello |
¿Qué diferencia puede haber entre este Leo Corporan y el transportista Blas
Peralta?... los dos con trabajos en orfebrería para inmortalizarse en sus
feudos. ¿Maniobran de la misma manera?... ¿aprendieron los mismos métodos en
una escuela parecida?... Peralta acaba de ser sentenciado a 30 años de prisión
por la muerte de Mateo Aquino Febrillet, pasado rector de la Universidad
Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Voy más lejos, a pesar de ser un nido de “revolucionarios”, a mi nadie me sacará
de la cabeza que ahí hubo mucha gente que sirvió de correo entre el “balaguerismo”, “la banda colorá” y los movimientos populares de entonces. En uno de
mis próximos viajes al exterior me detendré en la Biblioteca del Congreso de
los Estados Unidos, pues esa documentación ya está desclasificada.
Las tragedias de la sociedad dominicana no sólo
provienen de la inseguridad ciudadana, de la constipada deuda social, de los
ajustes de cuentas por narcotráfico, de los crímenes de estado, del descaro de
nuestros políticos y autoridades en cometer infracciones en todos los ángulos,
de una justicia que no se aplica para la mayoría de los habitantes, y que
además de estar convertida en un mercado persa, tiene corrido el lienzo que
cubre sus ojos, de las perversidades de unos tantos, de las escasas exigencias
del sistema educativo, también de lo que nos ofrecen los medios de comunicación.
La
desventura de Villa Juana se magnifica a cada paso de este Leo Corporan, perpetuado en su reinado entre las calle Mauricio Báez,
Francisco Villaespesa, Vigil Díaz y Osvaldo García De La Concha, lo demás es
inexistente, ahogándose en las precariedades, en el trafico y consumo de
estupefacientes, en la desesperanza, en el alcohol ligero y muchas veces
adulterado, en las más abyectas necesidades, en la inexistente higiene en
calles y callejones.
Es absurdo y ridículo
el grado de negligencia e irresponsabilidad con que algunos llevan la vida, al
igual que la aceptación social que tiene el citado despropósito: todo el mundo
ve normal la mezcla un inexistente populismo y un grado de misericordia que no
es tal.
Ningún encuestador
notó el desparpajo comicial alrededor de la entidad de Villa Juana, nadie intentó
medir el amperímetro popular que se tornó indiferencia absoluta una y otra vez.
Quizás sea cierto que aquello es irrelevante en comparación con las grandes
masas populares, pero los bombardeos incesantes de Heredia Castillo han tenido consecuencias,
y aunque en esa cuadra se sienta como el sátrapa de Rafael L. Trujillo, hay más
de uno que le tiene el ojo puesto.
Mientras calienta motores,
en la senectud, sin pretender abandonar con donaire tiempos de mejor suerte,
pero no menor execración, se involucró en la Asociación de Baloncesto del
Distrito Nacional (ABADINA), otra institución sin registro, sin matricula, sin
repertorio, donde nada parece tener una explicación cierta. Pospuesto el
llamado del Jul.22.2017, cambian candidatos, y se desatan los sinapismos entre
Heredia Castillo, refugiado en sus oficinas, de la avenida San Martín al
Mauricio Báez, y de allí nuevamente, la ronda interminable, y Rafael Fernando
Uribe Vásquez, presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL),
de cuyo mote hoy no quiero recordarme.
Por lo menos a dos
terceras partes de los dirigentes de los clubes capitalinos se les pretende
atar las manos desde una y otra trinchera, mientras se muestran aún ajenos a la
votación y a las decisiones, pero hasta ahora no han dado una señal
ejemplarizante de que están en la disposición de romper esos vínculos
tenebrosos.
La coreografía
política para alguien que me confesó: “soy
el periodista más influyente del país y el más pegado, más que César Medina, más
que Álvaro Arvelo y más que todos juntos”, se deslizó desdibujada
importando más su propia visibilidad que la de los propios candidatos. ¿Será también
el más hábil payolero?... porque
todos sabemos el origen de la fortuna de Medina Abreu, asquerosamente exhibida
en nuestras calles y locales “naif”,
y de las posiciones rastreras en que ha caído Arvelo Guerrero.
El problema no es que
sea Juan José Heredia Castillo (su hermano), Fernando Teruel Capri (su
ex–empleado y ahora instalado a la diestra de Uribe Vásquez) o Terrero Alcántara
(ficha de Rafelin), todos se acercan sin dudas a la más tradicional de las
hormas. Demasiado en la búsqueda de continuar trazando pautas.
Hace años que el
baloncesto dominicano y muy especialmente el de Santo Domingo abdicó de la
épica, las glorias propias y se dejó arrastrar por la ideología sin principios siempre
pregonada. Se arrastran demasiados años de ejercicio prepotente de poder y
políticas erradas. Al deporte nacional le convendría enormemente que figuras
como Leito, Rafelin, Luisin, El Collin, José Luis Ramírez, Francisco
Camacho, Ramón Alexis García, Junior Antonio Arias Noboa, Nelly Manuel Doñé, Héctor
–Tito- Pereyra, entre tantos más, dieran
un paso al costado. Ninguno tiene fórmulas para mejorar la situación de sus
disciplinas. Las que poseen son harto conocidas e incidieron sobre este difícil
presente.
Todos
se han corrido del medio de la escena. También abandonaron los sermones.
Ninguno es capaz de soportar a un periodista con una sola pregunta que rompa
sus esquemas. Fuera de aquellas prudencias olímpicas lo único que sobresale son
las extravagancias con el dinero que les
asigna el Gobierno Dominicano vía el Ministerio de Deportes. El deporte
dominicano fue hundido entre tantas complicidades.
Volviendo
a la ABADINA… ¿cuáles son los programas de trabajo propuestos por Juan José
Heredia Castillo, el simpático Corporancito,
Fernando Teruel Capri o Andrés Terrero Alcántara?... de este último imagino que
pretende tirarse sus plumitas más arriba de donde corresponde. Desopilante.
Leito con la finalidad de
mantenerse trazando pautas y buscando negocios llama a muchos, hasta altas
horas de la noche. “o me sigues, sin
preguntar mucho o garrote, garrote, garrote; este mensaje es tu voto, más un
par de pesitos que te pueda conseguir para los torneos de tu club”. “Vivo con miedo a no poder desarrollar los
eventos para la juventud de mi barriada”, me indicó un dirigente de un
humilde sector capitalino que fue victima de una llamada telefónica. “Son capaces de cortarme el agua y la luz”,
apuntó.
La
realidad no concede espacio para el despilfarro de nuestros dirigentes. La
comodidad que han encontrado ha producido contagios. Con esos personajes,
pánfilos hasta en los tuétanos, será imposible avanzar. Sus imágenes trasuntan
optimismo pre-fabricado pero jamás el jolgorio con la consecución de
resultados. La haraganería, la pereza, la desidia, la vagancia, la bohemia, el embotamiento, les dobló el poco poder de
convocatoria que tenían.
Los directivos de los clubes, que también se hacen
eternos, han permitido que pasiones ajenas gobiernen lo que deberían ser sus
razones. Ninguno convendría en sentirse orgulloso de esta enorme y manifiesta
incapacidad. Dedicarse a impedir que tus propios compañeros de luchas cumplan
sus metas, no es el trabajo más inspirador.
Nunca Heredia Castillo se ha lanzado en pos de una posición
donde haya que pasar el cedazo de un sufragio, pero tampoco asume posiciones
determinantes. A menos que sea para impedir los objetivos de otros, incluyendo
de amigos y relacionados. No ha corrido jamás en la ABADINA, pero se considera
con derechos para manejarla, tampoco para ninguna otra entidad deportiva; en el
Mauricio Báez está colocando a los hijos, como herencia particular; Fernández
Reyna le solicitó en tres ocasiones que fuera secretario de Deportes y Recreación
y cada vez se negó; y mientras fue miembro del Consejo Nacional de Drogas
(CND), en tiempo de Marino Vinicio Castillo Rodríguez, a quien todos conocemos por
el zarandeado mote de Vincho, jamás firmó
un acta o una disposición de esa institución: “para no quemarse con la gente de los barrios”.
Todo un arsenal de motivos que impidieron un gesto
de pundonor. Su presencia ya no galvaniza a nadie, sólo trata de barrer en las luchas
intestinas y los intereses grupales pero su canto no llama al consenso, a la
capacidad política de hacer el juego limpio.
El
baloncesto de la capital dominicana no está logrando nada con
las mismas figuras de siempre, porque se insiste en querer ganar “a puros cojones”, sin buscar la ayuda
del que está al otro lado, en la acera del frente.
Las palabras de este Leonardo de Jesús Heredia
Castillo, o si usted prefiera: Leo
Corporan, dejaron de reverberar en la audiencia, ya no repercute en los diálogos,
tratará de dar los últimos coletazos, pero Satanás lo cargará hasta las mismas
puertas del infierno.
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