jueves, 10 de marzo de 2011

Selección Nacional 2011 - dos

Llegar, ver y vencer es lo que siempre se le ha inducido a la selección nacional de baloncesto y es también lo que siempre ha vendido la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) desde tiempos inmemoriales; ha sido el mismo canturreo desde 1982 para tener siempre corolarios afines. Dar la cara en el Pre-Olímpico de Mar del Plata será una tarea titánica, pero los carroñeros buscan entre los resquicios para encontrar una presa que descuartizar.

Se anunció que se inquirirá 1 millón de dólares y que en tierras gauchas, allí en el inicio de la infinita Patagonia se ira a conquistar, a clasificar para Londres de un solo golpe. En el mítico balneario también concurrirán otras nueve naciones con iguales objetivos y para añadir más leña al fuego, los locales se presentaran con una enorme carga emocional, quizás más allá de lo normalmente soportable.

En la muy galana costa, descrita por el innombrable Francis Drake, allí donde los jesuitas nombraron la reducción Nuestra Señora del Pilar del Volcán, en el dominio de los tehuelches, allí donde hoy Quilmes y Peñarol hacen baloncesto y donde se encontrará un clima muy templado, con una máxima de 10 grados centígrados, los argentinos verán como tal y por última vez a su generación dorada.

La semana pasada se desprendió la noticia de que el entrenador Julio César Lamas estaría llevando, salvo imprevistos, a 7 de sus máximas figuras: Emanuel Ginobili, Luis Scola, Leo Gutiérrez, Carlos Delfino, Walter Hermann, Andrés Nocioni y Pablo Prigioni. En lo particular, agregaría dos nombres más y completaría el equipo con Marcelo Nogueira, Alejandro Pérez y Miguel Romano (excelentes seres humanos, de valores incalculables, excelentes periodistas y por mucho, mejores amigos), entre tantos, todos ya pasados del meridiano.

República Dominicana defiende el Grupo A junto a Cuba, Venezuela, Canadá y Brasil, y en ese mismo orden serán los enfrentamientos. En la acera de enfrente, los dueños de casa, Puerto Rico, Panamá, Uruguay y Paraguay.

La primera ronda siempre ha resultado accesible para las escuadras dominicanas, muchas veces solo se necesita alcanzar un triunfo. La última vez que estuvimos tan lejos fue en 1997 en Montevideo (quien escribe era el gerente general de la selección) y salimos por la puerta de atrás, con un pánfilo 0-4. En el Polideportivo Islas Malvinas habrá que saldar cada oportunidad de manera novedosa y cada choque tendrá que jugarse de forma diferente. En estos planos no hay enemigos pequeños y los dominicanos somos amantes de las distracciones en exceso.

Nuestro seleccionado parece muchas cosas, pero no se asemeja a un equipo de baloncesto con todo el rigor para una competencia de primer orden. No se guardan las formas, menos las apariencias. Un simple desayuno es la muestra palpable de nuestra escasa formación y de una idiosincrasia tan dispar. Las fiestas, los tragos, las mujeres, muchas mujeres, tienen presencia permanente en lo que debería ser un estado de concentración.

Si fuera el inflexible cancerbero de la FEDOMBAL copiaría el Reglamento de Baños de 1888 y lo adaptaría a los tiempos que corren. Eran 7 disposiciones que se aplicaban a los bañistas que asistían a ciudad que hoy maneja Gustavo Arnaldo Pulti y se resumen de la siguiente manera:
Artículo 1: Es prohibido bañarse desnudo.
Artículo 2: El traje de baño admitido por este reglamento es todo aquel que cubra el cuerpo desde el cuello hasta la rodilla.
Artículo 3: En las tres playas conocidas por del Puerto, de la Iglesia y de la Gruta no podrán bañarse los hombres mezclados con las señoras a no ser que tuvieran familia y lo hicieran acompañando a ella.
Artículo 4: Es prohibido a los hombres solos aproximarse durante el baño a las señoras que estuvieren en él, debiendo mantenerse por lo menos a una distancia de 30 metros.
Artículo 5: Se prohíbe a las horas del baño el uso de anteojos de teatro u otro instrumento de larga vista, así como situarse en la orilla cuando se bañan señoras.
Artículo 6: Es prohibido bañar animales en las playas destinadas para el baño de familias.
Artículo 7: Es igualmente prohibido el uso de palabras o acciones deshonestas o contrarias al decoro.

Los dominicanos jugaremos todos los partidos de forma seguida en la primera criba, desde la fecha inaugural. Canadá también lo hará dentro del grupo, con la salvedad de que tendrá la jornada inaugural desierta para observar a sus rivales. Cuba, Venezuela y Brasil disfrutaran de días de asueto, lo que les permitirá hacer algunos ajustes dependiendo de lo expedito de las confrontaciones. La condición es favorable siempre y cuando el papel desplegado sobre la duela sea satisfactorio, pero enormemente doloroso si hay que esperar las definiciones o diferencia de puntos.

Todo un abanico de opciones habrán de tener nuestros técnicos. La preparación física y mental será determinante para las eventualidades de un calendario nada simpático, desgarrador si se quiere. Además de un trabajo de grupo, de cohesión, de discernimiento.

Súmese a todo lo expuesto, que salimos al terreno de juego con un equipo muy maduro, cada vez menos capaz de soportar los avatares de una competencia llena de trampas, corrida incesantemente y donde no hay espacio para recargar baterías. Rondamos cada vez los 30 años de edad. Ello se desprende por la falta de trabajo en las categorías formativas en todo el país, la nula inversión en los menores y un reclutamiento muy sui generis de los muchachos formados fuera del país. Al final un hibrido dispar que no acaba de prender.

El dominicano/residente madura físicamente pero tiene inmensas lagunas técnicas para el juego, su escolaridad es limitada y depende de su espontaneidad. El dominicano/exterior domina los fundamentos con mayor presteza, pero más temprano que su par deberá labrarse una carrera profesional, no todos harán carrera deportiva y para la mayoría el baloncesto termina alrededor de los 26/27 años de edad. La dilatada carrera de Jaime Peterson, para poner un ejemplo, será cada vez menos frecuente.

Cuba será el rival en la apertura, el mismo 30 de agosto. Estrena técnico en la figura del argentino Ariel Amarillo, ex asistente de Sergio Hernández, con varias paradas internacionales y experiencia con Belgrano y Regatas ambos de San Nicolás, Olímpico y Estudiantes de Olavarria, quien en su agenda de trabajo también tendrá responsabilidades en las categorías formativas y la escuela de entrenadores.

Amarillo manifestó que se asombró con la fortaleza de la política educativa cubana, lo que sin lugar a dudas será un soporte para achicar la brecha entre las grandes potencias de la disciplina relativa a programa de entrenamientos, planificación de trabajo y escuela de entrenadores. Los cubanos han vivido una larga transición después de la perdida de varias de sus figuras. Siempre nos han impresionado esas cuatro letras en el pecho del rival. Ha sido tradicional para nosotros confrontar problemas en las fechas inaugurales (recordar Costa Rica en 1995), como una suerte de derrota protocolar. El último enfrentamiento fue en Centro-Basket 2010, se les ganó por 14 puntos (85-71), allí ellos serán locales, a menos que exista una temprana compenetración con la ciudad.

Venezuela al segundo día (Sep.01.2011). Dominicana vendrá de un juego físico contra los cubanos, pero nuestros rivales estarán saliendo de esa aplanadora que significa Brasil, con menos tiempo de recuperación. Para nuestras aspiraciones, los bolivarianos siempre nos han dado el puntillazo para dejarnos fuera de planos más elevados. Se jugó y se les ganó en Puerto Rico en el 2009 (78-73), pero siempre son de cuidado. Rafael –El Chamo- Pérez, Greivis Vásquez, Gregory Echenique, Heissler Guillent, Juan Rafael Coronado y Héctor Romero son parte de los nombre que estarán. Curiosamente, los venezolanos tienen un José –El Grillito- Vargas y un Juan Coronado.

Canadá, tercera fecha (Sep.02.2011), con el sabor fresco de la eliminación del 2009, donde el payaso de Julio Toro se pasó de la raya y Leo Rautins señaló que el juego se había planteado a base de “cojones”. Al igual que los venezolanos, jugaran la previa contra Brasil y de seguro ambas escuadras tendrán sus afanes. Los canadienses han aprendido a jugar sin sus estrellas de la NBA y cada vez lucen más sobrios en el plano internacional. Una nueva generación con Levon Kendall, Joel Anthony, Jermaine Anderson, Denton Brown, Jevohn Sheperd, Robert Sacre y la gran esperanza de origen hindú Sim Bhullan (7-04).

Brasil será el ultimo hueso para roer (Sep.03.2011) con la alternativa de que llegará descansado. No es una escuadra imposible de vencer, pero tiene herramientas sobradas para responder ante la artillería de cualquier rival. Lo primero es que hay que plantárseles, tratar de detenerlos y para aspirar a una posibilidad, anotarles por encima de los 85 puntos, cosa que difícilmente Rubén Magnano le permita inclusive a un Dream Team.

Aquí, ignorantes, nunca inocentes, nos frotamos las manos porque Anderson Varejao estará en el dique seco. ¡Falta y vale!

Los brasileños generan su despliegue con una primera línea ofensiva brutal. Alex García (15.7/3.8 asistencias), Marcelo Machado (26.9/5.1 rebotes), Guiherme Giovannoni (18.5/6.9 rebotes), Leandro Barbosa y Marcelo Huertas. En la linea frontal Tiago Splitter, J. P. Batista, Murilo Becker (20.9/7.6 rebotes), Hátila Pasos (10.2/7.2 rebotes), Rafael Araujo (12.8/5.9 rebotes), José Estevam Ferreira (9.0/6.9 rebotes) y Carlos –Olivinha- Rodrigues (19.4/9.0 rebotes) señalado como el Más Valioso de la Liga Nacional 2010-11 con 6-08 de estatura. Los números entre paréntesis corresponden a los promedios en la NBB temporada 2010-11.

Terminar en la fase inicial con 4-0, es una quimera: 3-1, un sueño: 2-2, una posibilidad; 1-3, un fracaso; 0-4, impensable. Al ser el dominicano un ser tan especial, en todos los sentidos, nada debe descartarse. Sabemos casarnos con la gloria, la mayoría de las veces de manera fortuita, y también hacer un ridículo de proporciones asombrosas.

La segunda fase, Argentina, Puerto Rico, Panamá y Uruguay, cruces que serán demoledoras. Para más de un equipo contrario será un calvario, un camino lleno de espinas, y llegar al juego importante, donde todo se decidirá, el sábado, el penúltimo día y derrotar a un titán, que también saldrá a la cancha con dientes afilados y garras prestas para los zarpazos, pinta tinto en sangre.

Este es un torneo donde la última fecha, donde se deciden los colores de las medallas, no tiene mayor importancia. Todo se consumirá en el minuto previo.

No se si pensar que nada nos importa, el tiempo, el inexorable, el que nos hace viejos, pasa, deja su pesada carga y nos pisa sin importar nuestras condiciones. Si se trabaja, nadie lo sabe, pero en este país, donde todo el mundo se conoce, todo se sabe. Hasta por Facebook se están contactando los jugadores, se llora, se piden teléfonos. Es el descaro más increíble, la muestra más palpable de ineptitud rampante, de una indiscreción maliciosa. No imagino a Rick Pitino, que estará en la acera de enfrente, chateando con los posibles jugadores de su equipo. ¡Esto es un chiste!, ¡perdimos el tino y la vergüenza!

No anhelo que los técnicos locales se aprendan esta lección, deberían copiarla cien veces en un cuaderno, a ver si se la graban. Es como el ma-me-mi-mo-mu de iniciación a la lectura. De ahí, entonces, se construían las primeras frases: a-mo-a-mi-ma-má o aquella, mi-ma-má-me-a-ma. A estas alturas, los parvularios que pretenden asaltar la selección nacional y a sus mecenas deberían aprenderse una más: a-mo-a-mi-Re-pú-bli-ca-Do-mi-ni-ca-na, y más contundente sería: por-u-na-vez-no-an-te-pon-go-el-di-ne-ro-a-los-in-te-re-ses-de-mi-pa-ís.

Mar del Plata es una oportunidad más para resarcir los errores del pasado. Hace tiempo debió de empezarse a construir un mejor baloncesto; baloncesto, pero para todos.


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