Agrios
edulcorados…
Caso 386: negaciones históricas que estrangulan la cotidianidad en pretérito pluscuamperfecto
Abril 14 del 2020
Hace
48 años y 10 días la Policía Nacional le metió un balazo en la cabeza a
Sagrario Ercira Díaz Santiago dentro del campus de la Universidad Autónoma de
Santo Domingo (UASD), por supuesto que en las aulas del Colegio Dominicano De
La Salle escuchábamos los disparos y por enésima vez sentíamos la sensación de
los efectos que producían los gases lacrimógenos reventándonos la cara; volví a
vivir esa desagradable conmoción aquel Ene.13.2013 (domingo), cuando Miguel
Vargas Maldonado salió despavorido del local del Partido Revolucionario
Dominicano (PRD) en la avenida Winston Churchill. Ahí supe que jamás sería Presidente
de la República.
Cuando
le pregunté a los vecinos, uno me respondió: «salió por la puerta que da a la avenida Sarasota, ni siquiera se detuvo
ante el muro de la isleta que está frente a McDonald’s, y cuentan que vino a
pararse en la avenida Luperón (más de cinco kilómetros que recorrió en
tiempo que ni Lewis Hamilton), con los
pantalones llenos de pipi».
El
cínico de Joaquín Amparo Balaguer Ricardo finalizó su campaña electoral de 1966
en el programa de televisión Sea Usted el
Jurado, proclamando: «no merece
llevar sobre su pecho la banda presidencial, quien no da su pecho por la patria»…
Vargas Maldonado no defendía una candidatura presidencial ese enero del 2013,
pero sí el local del PRD del que era presidente, y del que sigue siéndolo; cada
paso es un ejercicio absoluto de torpeza política, pero exprime económicamente
a la franquicia. En los comicios del 2012, el PRD finalizó en segunda posición
con un 42.13 por ciento de los votos emitidos, y si sumamos las alianzas, la
misma se dilataba hasta el 46.93 por ciento; en las municipales de marzo del
2020, no alcanzaba ni siquiera una lupa para encontrar algún guarismo; el PRD
fue borrado de la faz del globo terráqueo por su propio administrador;
convertido en uña y mugre de los que hasta hace pocos fueron sus más enconados
detractores.
¿Miguelito,
por qué no renuncias y te llevas toda la basura que te acompaña?... Peggy
Cabral viuda de Peña (Alba María Antonia Cabral Cornero), Janet Altagracia
Camilo Hernández (actual ministro de la Mujer), Víctor Céspedes Martínez,
Carlos Gabriel García, Víctor Osvaldo Gómez Casanova (actual director ejecutivo
de la Autoridad Portuaria Dominicana), Tomás Hernández Alberto, Eulalio Aníbal
Herrera Fernández (asesor de MIREX con salario mensual de 150 mil pesos), Miguelina
Ortiz de Suberbí, Julio Romero, Julio Mariñez Rosario, Junior Santos, Juan
Gilberto Serulle Ramia, Rafael Suberbí Bonilla, Rafael Francisco Vásquez
(Fiquito), entre otros.
¡Nuestros
políticos!... miserables y cobardes.
No
le recuerdo a Miguelito su mamá,
porque Franklin Ripley, uno de los seres más nobles que jamás conocí fue su
padrastro.
Joaquín Amparo Balaguer Ricardo |
Sagrario
falleció un día como hoy. La intromisión policial de Abr.04.1972 está
catalogada como la más sangrienta y destructiva de las siete injerencias que
dispuso Balaguer Ricardo contra la institución universitaria. Esas tropas
estaban a las órdenes del coronel Francisco Báez Maríñez, ingresaron disparando
sus armas contra estudiantes y profesores que se encontraban en el recinto
(había más de mil y se estaba en proceso de inscripciones), varios estudiantes
resultaron con heridas entre ellos la estudiante de economía.
Neit
Rafael Nivar Seijas (Ago.14.1924 en San Cristóbal; Feb.05.1987 en Santo
Domingo) fungía como jefe de la Policía Nacional… en plena crisis azucarera un
par de años más tarde, el cándido Nivar Seijas, de acuerdo a las malas lenguas,
que siempre terminan siendo muy sabrosas, ofrecería 115 millones de dólares a
la familia Vicini, por uno de sus ingenios azucareros.
Báez
Maríñez estaba al frente del pelotón de Operaciones Especiales, el coronel
Julio Antonio Carbuccia Reyes comandaba los Cascos Negros, y el también coronel
Danilo Rolando Martínez Fernández (May.18.1924 en Moca; Jul.05.2001 en Moca) a
los miembros del Servicio Secreto. También presente en el cerco policial el
coronel Ramón Henríquez Figueroa, Moncho,
infaltable en aquella época tan oprobiosa, entonces encargado del Servicio
Secreto, y asistente personal de Nivar Seijas. Henríquez Figueroa falleció en
Ago.27.2012, a los 76 años de edad, dos días después de haber sido cosido a
balazos por desconocidos… ¿el qué a hierro mata, a hierro muere?...
ciertamente, en República Dominicana, muy pocas veces.
Báez
Maríñez fue designado como subjefe de la Policía Nacional mediante el Decreto
número 2529, en Nov.27.1984, nada más y nada menos que por José Salvador Omar
Jorge Blanco (Jorge, como primer apellido; Jul.05.1926 en Santiago;
Dic,.26.2010 en Santo Domingo), entonces Presidente de la República. Leonel
Antonio Fernández Reyna lo ascendió al grado de general, mediante decreto
476-07 de Ago.27.2007, para favorecerlo con “un aumento en su pensión”.
Tácito Leopoldo Perdomo Robles, un vedetto |
¡Hasta
tú, Leonel, te prestaste a esas vagabunderías para favorecer a los gorilones de
tiempos pretéritos!... por cierto, dicen también las malas lenguas, que
en sus años más mozos, cuando los miembros del Partido de la Liberación
Dominicana (PLD), nos engañaban a todos vistiéndose de candor y castidades, era
un suplicio para él vender y repartir Vanguardia
del Pueblo, por el temor que tenía a la Policía Nacional.
En
principio se dijo que los efectivos de la Policía Nacional buscaban a Tácito
Leopoldo Perdomo Robles, acusado de actividades subversivas contra el gobierno
de Balaguer Ricardo, y quien había regresado de Cuba, clandestinamente, dejando
caer en algún instante que tenía instrucciones precisas de reventar a Balaguer
Ricardo.
Es
tan cierto eso de que el tiempo pasa, y que también nos vamos haciendo mayores,
crecemos, nos multiplicamos, muchos se desdoblan por unas pocas monedas; otros
tantos se detienen a pensar qué quieren hacer con sus vidas, con sus trabajos,
qué camino deben elegir, pero mientras están quietos, pensando, los minutos
vuelan y no volverán. Hay que ser valiente para hacer lo que uno cree y querer
ser quien quiere ser.
O
como cuando me detuve en una farmacia de La Romana y le pedí a Trinidad (nombre
real, para los que llevan anotaciones) que me sellara un loto, pero que le
estaría cantando los números porque tenía prisas; me cuestionó para quien era
esa apuesta, respondiéndole que para mí mamá que acababa de llamarme
telefónicamente justo cuando me tenía a las puertas de su establecimiento…
continuó aquella charla con un: ¿qué edad tiene su mamá?... le apunté: 90 años…
y me disparó: ¿aún tiene ilusiones y sueños?... ¡claro, como todos!
Han
pasado 48 años y 10 días desde esa irrupción policial a la UASD. Perdomo Robles
es en la actualidad y desde hace muchísimo tiempo delegado del Partido
Reformista Social Cristiano (PRSC) ante la Junta Central Electoral (JCE),
defensor sin maculas de las acciones del caudillo reformista, lo que
virtualmente lo convierte en un servil de la dictadura de Rafael Leónidas
Trujillo Molina; candorosamente también es regidor por Santo Domingo Este.
Para
más señas, es de esos aberrantes, descarriados, y descaminados que se niegan a
presentar sus declaraciones juradas de bienes, violentando todas las
disposiciones. Y como todo se quiere borrar, encontré que Aristófanes Urbaez,
que se hacía conocer por el singular mote de El Roedor, lo bendijo como uno de los técnicos azucareros más
celebrados del país.
Nuestros
políticos, sin importar banderías, tienen varios denominadores comunes:
podríamos empezar porque todos son aves de rapiña, sin excepción; después
pretender idiotizarnos, desorientarnos e infantilizarnos, a sus propias
conveniencias, porque no saben hacer con el poder que se les entregó, y de tosco
a desmañado, hay una masa que mantener cautiva por cualquier medio, incluyendo
la privación de la educación básica; todos presentan perturbaciones y
azoramientos ideológicos. Por demás, todos llevan un nivel propio de párvulos de
entre 5 a 8 años: la simplificación del lenguaje político dominicano nunca ha
sido novedad, pero ahora presenta más alcance y reproducción coadyuvado por una
prensa pagada y dependiente.
Rafael Herrera Cabral |
Desde
siempre hay un argumento que se repite desde el Palacio Nacional: «el salto al vacío», «el cambio de montura a mitad del rio», «la paz y armonía que reina bajo el actual
estado de cosas». Lo han proclamado rojos, blancos, y morados.
A
este país le haría muchísimo bien un salto al vacío; un definitivo cambio de
montura, inclusive en medio de la crecida más generosa; y olvidarnos de la paz
y esa armonía que nunca hemos realmente tenido. Es muy probable que el mercado
marque las tendencias, quizá sea la época que nos ha tocado vivir; que se
cambió la dialéctica por la estrategia comercial. Quizás resulte que la
tecnología ha reducido nuestra capacidad de comprensión y de atención.
Fernández Reyna nos mostró que ya no hace falta la gravedad del momento para
diseñar una nueva Constitución de la República, que a la postre terminará
siendo por enésima vez más un pedazo de papel; pero ello, sin rojos, blancos, y
morados; tampoco de almidonados tecnócratas o descompuestos izquierdistas.
En
otros tiempos podríamos pensar que la realidad cotidiana se vivía a menudo por
el cuidado editorial de Rafael Herrera Cabral (Listín Diario) y Germán Emilio Ornes Coiscou (El Caribe); entonces los diarios eran, generalmente, la extensión
de nuestras suplicas y la voz de todos, como el spot de El Nacional (que únicamente es la voz que José Luis Corripio
Estrada, Pepín, quiere que sea)… hoy
se apuesta al cierre de todos los periódicos, para que unos tontos se llenen
los bolsillos de billetes sin importar cuánto daño hacen por medio de la televisión
ni las ondas hertzianas.
En
1972, la Banda Colorá cobraba en los locales del
entonces Partido Reformista (aún no había adquirido el apellido de Social
Cristiano), hoy la banda de opinadores cobran en los estamentos
del Estado Dominicano administrado por el Partido de la Liberación Dominicana
(PLD)… ellos tampoco sirven para que nuestro lenguaje se eleve.
Necesariamente
uno tiene que preguntarse por muchos de estos mártires de la izquierda
dominicana, muchos miembros de la prensa dominicana, han terminado convertidos
en defensores a ultranza de sus perseguidores, y deseando vivir sus rastreras
vidas.
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