miércoles, 7 de agosto de 2019


No llovió café en el baloncesto limeño… e ignoramos otras miradas

Agosto 06 del 2019


En la etapa de Rafael Fernando Uribe Vásquez al frente de la Federación Dominicano de Baloncesto (FEDOMBAL), los celosos guardianes de la disciplina enganchados a cronistas deportivos, bocinas impúdicas y distorsionantes, pretenden siempre un podio. Venden interesadamente alucinaciones y distorsionan toda realidad; esa es la simpleza del criterio, incompetentes de realizar un análisis profundo de la realidad circundante. Se ganó un oro en el Centro-Basket del 2012, se clasificó a los Mundiales de los años 2014 y 2019, las categorías menores han tenido presencia gracias a que se impregnan de jugadores residentes en los Estados Unidos, pero el trabajo local se vuelve ilusorio e inexistente; no exento de partidas interesantes para el asalto al erario público.


Los que acceden a los medios de comunicación para hablar de baloncesto tienen como norma un teléfono celular con obsolescencia programada de modo lejano en sus manos y en el mismo colocan todas las aplicaciones desde donde pueden tener proximidad a las novedades de la NBA, un correo y una cuenta de Twitter donde se reciben las directrices pautadas desde las oficinas de Uribe Vásquez. Eso es suficiente para hablar babosadas; no se acercan a un medio escrito ni de milagro, porque revelarían sus deficiencias. Ahí florecen respirando en el estercolero.

Disminuido neuronalmente Uribe Vásquez no es capaz de realizar una autocrítica, debería tratar de añadir a su dieta un poco de seso de vaca para poder entender las cosas con más raciocinio; pero donde Dios no puso, es difícil que aparezcan terminaciones nerviosas que permitan asociar ideas y conceptos más allá de la perversidad, la vileza, la bajeza, la iniquidad, la inmoralidad, la depravación, la salvajada, la execración, la choperia alcanzando sus máximos exponentes. A este personaje los conocemos todos por el liviano, chupóptero, gaznápiro y quintopatiero mote de Rafelin.

Se pretendió ocultar todo lo que había más allá de Lima, bajo el concepto de que se alcanzaría una medalla en la capital peruana; el sábado llegó Puerto Rico y dispuso de la tropa de Néstor Rafael  García, El Che, y el domingo, un grupo de estudiantes imberbes del Big East, representando a Estados Unidos, mostró las carencias de un equipo escasamente trabajado y al que le costará una enormidad cambiar de rumbo y de ritmo.
Juan Miguel Suero y Luis David Montero

Admito que observé el juego por la televisión vernácula. Cuando encendí el aparato sentí que iba ser apuñalado por una pestaña de Susy Jiménez. ¡Jesusantisimo!... sin restar méritos a sus demás dotes, ¿era la persona indicada para estar al frente de los comentarios en un partido de baloncesto?

Entre las tantísimas cosas que soporté, fue a un desabrido Ricardo Rodríguez Mella señalar (Ago.04.2019): “por supuesto, esta competencia no está al nivel para un Ángel Luis Delgado, ni para un Víctor Liz, tampoco para Rigoberto Mendoza, El Vikingo”. ¿Por qué, si recibimos con suma frecuencia las opiniones de Carlos Morales, no se aprende de él?... bajo esa concepción Luis Scola, Facundo Campazzo, Patricio Garino, Gabriel Deck, Nicolás Laprovittola, por la escuadra argentina que cargo con la presea dorada, mientras por Puerto Rico, medallista de plata, colocaba en la duela a Justin Reyes y Emmanuel Andújar, ambos con raíces dominicanas son chivitos hartos e’ jobos.

Aprovecho para apuntalar lo que he dicho otras veces, ninguno de los que hacen comentarios en las cadenas de radio y televisión del país, nos sirven una idea que sobrepase lo puramente anecdótico, lo que todos vemos con nuestros ojos, o escuchamos con algo de imaginación, nadie describe las defensas ni el ataque que se coloca sobre la duela. Desde la instauración de la Liga Nacional de Baloncesto (LNB), el círculo se cerró a apenas poquísimas figuras que no demuestran conocimientos de ningún tipo.

Frente a la tropa universitaria dirigida por Ed Cooley (Sep.10.1969 en Providence, Rhode Island, actual head coach de Providence College, institución de donde egresó Franklin Western, para sólo citar un nombre), a la hora de acostarse las palomas, los dominicanos empezaron a jugar a lo que saben, correr desmesuradamente al estilo de Melvyn Miedlop López Guillen, perdieron la compostura, se cargaron de errores que dieron al traste con las indicaciones del entrenador García, bajaron la efectividad, emplearon todo tipo de artilugios para ir tras la posesión del balón, y los de USA aprovecharon todo aquello; metieron un parcial 13 por 2, dieron vuelta a la pizarra, Rafelin se comía las uñas, y el marcador reflejaba un 75 por 67.


¿Por cierto, que función desempeñan López Guillen y Néstor David Díaz Henríquez en la banca dominicana?... García no los toma en cuenta ni para valerse de los sortilegios mágico-religiosos del primero, siempre con un tufo a túbano barato, y el otro, un purruco de El Conde, que baila sin baterías, sin alambres, sin resortes. López Guillen, un pendejo sin dignidad, vergüenza, integridad, decencia, quien anda en tierras peruanas con una Black and Decker de hoja ancha y larga, recién comprada y afilada. Lord Byron (George Gordon Byron, sexto barón de Byron, para algunos uno de los primeros poetas en lengua inglesa; Ene.22.1788 en Londres; Abr.19.1824 en Mesolongi, Grecia) apuntaba: “hay peregrinos de la eternidad, cuya nave va errante de acá para allá, y que nunca echarán el ancla”.

El Che se desgañitaba sin poder cambiar el rumbo. López Guillen, sentado asiento de por medio, exponía su impúdico abdomen, como un marpiolo (persona que trabaja en lugares de libertinaje [cabaret], cuya función es la de dar los recados a los cueros [prostitutas] de los tigueres [chulos]) del más rastrero de los centros nocturnos de diversión preñado de maripositas noctambulas. Si García no hubiera estado en el banquillo dominicano tengo la absoluta seguridad que L.J. Figueroa, Dagoberto Peña, Brandone Francis, y Luis Santos no estarían presentes. Lo que aún no comprendo es la inclusión de Brayan Martínez.

Al final, un 92 por 83 (20/20, 16/18; 36/38, a la mitad; 24/27, 32/18). Collin Gillespie (6’03, 190, PG, Jun.25.1999 en Huntingdon Valley, Pennsylvania, Villanova) un verdadero general sobre la pista, lideró a los norteamericanos con 24 puntos, 19 en la segunda mitad, y Alpha Diallo (6’06, 210, SG/SF, Jun.29.1997 en New York, New York, Providence), 2019 All-Big East Second Team, agregó 23 unidades para terminar promediando 17.6 enteros y ser el líder ofensivo del equipo, en cinco juegos.
Equipo de Estados Unidos en Lima

El colectivo también contó con Geoff Groselle (7’00, 246, C, Feb.12.1993 de Plano, Texas, Creighton, jugó la pasada estación profesionalmente en Kazakstán), Myles Powell (6’02, 196, PG/SG, Jul.07.1997 de Trenton, New Jersey, Seton Hall), candidato al 2020 Naismith Player of the Year y 2019 All-Big East First Team, Ty-Shon Alexander (6’04, 195, SG, Jul.16.1998 de Charlotte, North Carolina, Creighton), 2019 Big East Honorable Mention, Mustafa Heron (6’05, 220, SG, Dic.12.1997 Waterbury, Connecticut, St. John’s), que no jugó el encuentro frente a Dominicana por lesión, Myles Cale (6’06, 210, SG/SF, Mar.05.1999 en Middletown, Delaware, Seton Hall), David Duke (6’05, 198, SG, Oct.13.1999 en Providence, Rhode Island, Providence), quien recibió el 2019 Big East Most Promising Prospect Award, A.J. Reeves (6’06, 200, SG, Jun.04.1999 en Roxbury, Massachusetts, Providence), Jermaine Samuels (6’05, 225, SF, Nov.13.1998 en Franklin, Massachusetts, Villanova), Nate Watson (6’10, 250, PF/C, Oct.19.1998 en Portsmouth, Virginia, Providence), y Tyler Wideman (6’08, 240, PF, Nov.18.1995 de Schererville, Indiana, Butler).

Powell y Cale están con los Pirates en Italia, en una gira que tocará Venecia, Florencia, y Roma.
L.J. Figueroa

La escuadra de los Estados Unidos que asistió en 1983 a los juegos de Caracas, pasó por Santo Domingo, donde celebró un partido de exhibición, para los que llevan anotaciones recordaré los nombres: Michael Cage (San Diego State), Michael Jordan (North Carolina), James Master (Kentucky), Chris Mullin (St. John's), Sam Perkins (North Carolina), Ed Pinckney (Villanova), Mark Price (Georgia Tech), Fred Reynolds (Texas-El Paso), Charlie Sitton (Oregon State), Greg Stokes (Iowa), Wayman Tisdale (Oklahoma), y Leon Wood (California State Fullerton). Del grupo sólo Mullin no estuvo presente en el Palacio de los Deportes. Sufrió una torcedura en el partido de exhibición en Puerto Rico y fue enviado a chequeos a la ciudad de Nueva York; si estuvo presente en Caracas.

También han integrado la escuadra norteamericana a Juegos Panamericanos, por orden alfabético: Otis Birdsong (Houston, 1975), Michael Brooks (LaSalle, 1979), Rex Chapman (Kentucky, 1987), Josh Childress (Stanford, 2003),  Jim Chones (Marquette, 1971), Sam Clancy (Pittsburgh, 1979 ), Norm Cook (Kansas, 1975), Johnny Davis (Dayton, 1975), Ike Diogu (Arizona State, 2003), aún dando batallas con el equipo nacional de Nigeria, Leon Douglas (Alabama, 1975), John Duren (Georgetown, 1979), Pervis Ellison (Louisville, 1987), Melvin Gibson (Western Carolina, 1963), Ben Gordon (Connecticut, 2003), Ernie Grunfeld (Tennessee, 1975), Joe Hassett (Providence, 1975), Roy Hibbert (Georgetown, 2007), jugó para Jamaica en el Centro-Basket del 2010 efectuado en Santo Domingo, Grant Hill (Duke, 1991), Kermit Holmes (Oklahoma, 1999), Lucious Jackson (Pan American, 1963), Adam Keefe (Stanford, 1991), Tom LaGarde (North Carolina, 1975), Christian Laettner (Duke, 1991), Jeff Lebo (North Carolina, 1987).


Además, Kyle Macy (Kentucky, 1979), Danny Manning (Kansas, 1987), Bob McAdoo (North Carolina, 1971), Kevin McHale (Minnesota, 1979), Eric Montross (North Carolina, 1991), Tracy Murray (UCLA, 1991), Emeka Okafor (Connecticut, 2003), Mike O'Koren (North Carolina, 1979), Robert Parish (Centenary College, 1975), Willis Reed (Grambling State, 1963), Oscar Robertson (Cincinnati, 1959), Rick Robey (Kentucky, 1975), David Robinson (U. S. Naval Academy, 1987), Rumeal Robinson (Michigan, 1995), se presentó en el Centro-Basket del 1997 con el equipo de Jamaica y todo el conjunto fue descalificado, Ralph Sampson (aún jugador de la secundaria Harrisonburg, 1979), Keith Smart (Indiana, 1987), entrenador de la selección de República Dominicana en la Copa de las Américas del año 2005, Isiah Thomas (aún jugador de la secundaria St. Joseph's, 1979), Ray Tolbert (Indiana, 1979), Wes Unseld (Louisville, 1967), Jerry West (West Virginia, 1959), Paul Westphal (Southern California, 1971), Walt Williams (Maryland, 1991), y Mike Woodson (Indiana, 1979).

El que quiera conocer el porqué de este amplio listado, empaparse de los nombres colocados en cada línea, debería de llamar a Rolando Guante, quien gustosamente explicaría las gestas de cada uno. Sin quizás, el único periodista activo que entendería lo aquí expuesto.
Selección de Estados Unidos, 1983

El exquisito verbo de Sergio Kanevsky escribió previo al partido por el oro: “hubiera preferido a Dominicana. No por camino allanado, (hacia el oro), sino, por el contrario, por la complejidad a la que Néstor nos somete en cada entuerto q las intersecciones demandan. Agobia a nuestros generadores, (Campazzo, Lapro), los discontinúa, les saca ritmo, y emulsión. Su soldadesca es ágil, De León mutaba en Rey León, y perforaba las venas abiertas de la defensa Argentina, Vargas tapó a Scola, como un adulto a un niño, Suero rompía, y necesitábamos suero medicinal para compensar hemorragias. Nos sobrecargaban cielos, con helicópteros azules. Lo pienso desde la evolución, desde cruzarnos con un rival que solidifique nuestra mandíbula, y pruebe nuestra ñata. No es que Puerto Rico nos regalará el oro, pero hay algo de admiración, y respeto en los boricuas, hacia Campazzo, Lapro (Laprovittola), y Scola, que atempera el fuego de gallos de riña, picoteando por imponerse, y sobrevivir. El piberío USA no sirvió ni para testeo de alcurnia, de tan bisoños, inexpertos, y carentes de complejidad para sostener el andar de baqueanos”.
Sergio Kanevsky, El Ruso

Concluía su exposición, exprimiendo cada extensión de la palabra: “Deck irrumpe como geyser ofensivo, Lapro, con tiempos para decidir, encaminó su mano, y el podio más alto de Lima nos guiña un ojo, nos cabecea para sacarnos a bailar. No es que Puerto Rico nos hará un puente festivo, sólo que fue un team armado para la ocasión, a la retaguardia de vertebrales que irán al Mundial, y estos muchachos se tomaron en serio la misión, rodaron, se estimularon, y aspiran a una noche de vida loca. No juegan mal, son atléticos, tienen internos destapacorchos, como Collier, un gigante Quarterback como Brady, Sosa (será cercado, tonight), viene dulzón, letal, Gandia es un Little Mano de Piedra, un Lefty que zampa, y pega de 3, Benito Santiago, es un 3 con físico de cohete, busca cielos, busca estrellas, a sus 30. Les decía que me antojaba un duelo de bahienses, un truco con buenas cartas, o mentir un envido con 22, de asperezas, y picardías. De fricción, y swing. Saqué entradas para Juan Luis Guerra, e irrumpieron Ricky Martin, y Chayanne. Así es el básquet, María. Qué desatino. Ojalá que llueva café...”.

Se puede hacer poesía al describir una crónica de baloncesto, pero dentro de nuestras fronteras ese arte desapareció; aquí las oportunidades se le brindan a los carenciados de habilidades, a los caga tinta que embadurnan las cuartillas.

El baloncesto era nuestro orgullo, pero la actual gestión de Rafelin lo escondió. Cerró la puerta hasta para las evocaciones de años previos, que sin toda la parafernalia existente si fueron mejores que los que se viven en el momento. Ya lo señalé en una ocasión: “somos un baloncesto de hazañas, mas no de metas” (Sep.02.2013).  Entre las tantas adversidades que se asignan en el presente, una de las más pesadas es que Uribe Vásquez elige siempre los negocios y su beneficio personal sobre la disciplina. Por eso prefiere la complicidad con Najri Molini, para esquilmar el futuro del país, y otras confabulaciones menores para las perversidades.
Anónimos y desconocidos antes de asaltar FEDOMBAL

Hago una parodia sobre unas reflexiones de Desmond Tutú: “mientras el baloncesto esté interesado en las migajas, versión misericordiosa, que caen del plato de Uribe Vásquez, Najri Molini y compartes, quienes se consideran amos y señores por herencia de la actividad, no habrá desarrollo. FEDOMBAL debería entender que al pueblo dominicano, a los entrenadores, a los jugadores, a todos los que tratan de difundir la actividad, debería mostrárseles el menú completo”.



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