martes, 22 de enero de 2013


El 'Mozart' del basket

En esta fecha (Ene.21.2013) el amigo Carlos Rosa Rosa de El Nuevo Día de Puerto Rico escribe la siguiente nota que comparto con ustedes.

Hace 20 años, el croata hizo su última aparición en la NBA, rompiendo el mito de que el jugador europeo no era versátil para jugar en la liga

FIGURA. Drazen Petrovic logró brillar en el mejor baloncesto del mundo en sus últimos dos años con los Nets. (ARCHIVO)
Por Carlos Rosa Rosa / crosa@elnuevodia.com
Le apodaban ‘Mozart’. En Europa lo consideraban un genio del baloncesto. Y desde Croacia, Drazen Petrovic llevó su magia a distintas partes del mundo, incluyendo a la NBA.
Precisamente, hace 20 años, el croata hizo su última aparición en la mejor liga del mundo con los Nets de Nueva Jersey, antes de su trágica muerte en un accidente automovilístico.
En aquella temporada del 1992-93, Petrovic exhibió su precisión y capacidad atlética para anotar por tierra y aire, rompiendo con el mito de que el jugador europeo era poco versátil para la NBA.
Petrovic cerró la campaña con un promedio de 22.3 puntos con un impresionante 51% en sus lanzamientos de campo, incluyendo un 45% de tres puntos.
Fue el undécimo mejor anotador del torneo, al tiempo que fue seleccionado en el tercer mejor equipo de la liga.
Una nueva estrella parecía nacer en Nueva Jersey con dos temporadas consecutivas, promediando más de 20 puntos, después de una atribulada estadía en Portland.
Petrovic era el primer jugador –nacido y desarrollado en Europa– que brillaba con tanta fuerza en la NBA.
“Es una de las historias más bonitas del baloncesto”, recordó Jenaro ‘Tuto’ Marchand, secretario emérito de FIBA-Américas y exmiembro del Buró Central de FIBA.
“Fue una de las grandes estrellas de todo Europa. Un jugador de gran influencia para que otros europeos llegaran a la NBA. Era un líder dentro de la cancha. Uno de los jugadores más eficientes que he visto en mi carrera”, agregó Marchand.
Marchand tuvo el privilegio de verlo en cancha en múltiples ocasiones, primeramente, vistiendo el uniforme de Yugoslavia. Sus mejores recuerdos fueron en el Campeonato Mundial de Argentina 1990.
Yugoslavia llevó un trabuco al torneo con Vlade Divac, Toni Kukoc, Dino Radja y Petrovic, logrando obtener la medalla de oro. El único fracaso de ese legendario quinteto fue frente a Puerto Rico.
En Argentina, Jerome Mincy lo enfrentó dentro del tabloncillo y lo recordó como “un canastero disciplinado, estructurado... uno de los mejores anotadores de la época”.
“Podía anotar de diversas maneras. Era difícil de defender... era un caballo”, dijo el exdelantero del seleccionado puertorriqueño.
Desde jovencito, Petrovic despuntaba como una estrella. Comenzó su carrera profesional a los 15 años con el club Sibenka, de su ciudad natal.
Posteriormente, fichó con el Cibona, donde comenzó a dejar su huella en la Copa Europea. Su fama ya llegaba a Estados Unidos. Y en el 1986, fue escogido por los Trail Blazers de Portland en la tercera ronda del sorteo de novatos.
Él, sin embargo, prefirió permanecer en Europa y fichó con el prestigioso club de Real Madrid de España.
Allí, el guard, de 6’5”, jugó una sola campaña y también brilló. Tuvo un juego de 62 puntos en la Copa Europea contra el Caserta, que vio al brasileño Oscar Schmidt encestar 44 puntos en un duelo histórico.
Salto a la NBA
A la conclusión de la campaña, el escolta entendía que era momento de dar el salto a la NBA. Y así lo hizo, luego que la organización de Portland pagara $1.5 millones por la rescisión del contrato para unirse en el 1989-90. Tenía 25 años.
“Europa no podía ofrecerme lo que yo quería. De hecho, todas las noches era lo mismo y ¿qué otra cosa podía haber ganado en Europa? Este es un desafío que no tengo derecho a perder”, dijo Petrovic.
Llegó a Portland, pero la presencia de Terry Porter, Clyde Drexler y Danny Ainge en el perímetro limitó su tiempo de juego a 12.6 minutos en la primera temporada, logrando, de todas maneras, un promedio de 7.6 puntos. Portland fue a la serie final esa temporada.
Las cosas no cambiaron en la segunda temporada, hasta que fue canjeado en enero de 1991 a los Nets. Allí, comenzó a sonreír al recibir una oportunidad. Promedió 20.5 minutos, finalizando con 12.6 puntos. A la siguiente temporada, Petrovic hacía gala de sus destrezas ofensivas y acumulaba un promedio de 20.6 puntos con un 44% en sus tiros de tres puntos.
“Fuera de serie”
“Era un jugador sumamente ofensivo. La mayoría de los jugadores que se caracterizan por una sola cosa: por tirar bien saliendo de la cortina o por colocar el balón en el piso y anotar. El caso de Petrovic era extraño porque hacía bien las dos cosas. Era un fuera de serie en la ofensiva. Tenía todos los recursos”, mencionó el exdirigente nacional Carlos Morales.
Tras esa campaña, Petrovic ayudó a Croacia a obtener su primera medalla en unas Olimpiadas; la de plata en Barcelona. Encestó 24 puntos en el partido final contra el Dream Team.
Lleno de confianza retornó a su segunda completa con los Nets y continuó confirmando su potencial de establecerse como una estrella.
A sus 28 años, Petrovic parecía alcanzar la cima en la NBA, pero en el verano del 1993 sucedió lo inesperado: un accidente automovilístico terminó con su vida en Alemania. Fue una noticia que consternó a la familia del baloncesto. “No recuerdo ninguna muerte que causara tanto impacto en FIBA. A raíz de su muerte, hubo un homenaje en las oficinas de FIBA. Ningún europeo pudo concluir su discurso. Fue muy emotivo”, rememoró Marchand al tiempo que Morales subrayó que Petrovic “vislumbraba como una futura estrella de la NBA”.
En el 2002, Petrovic fue exaltado al Salón de la Fama. Los Nets también retiraron su número: 3.

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