El
último mambo de este 2018-19
Abril
08 del 2019
Un sencillo detalle: para hoy no hay partidos
señalados en la NBA, desde que tengo uso de razón la mejor liga del mundo
respeta la programación de la NCAA; en República Dominicana, la Liga Nacional
de Baloncesto (LNB), que nadie sabe si saltará al ruedo en este 2019, ha
torpedeado incisivamente los superiores de las diferentes ciudades,
especialmente el Torneo de Baloncesto Superior del Distrito Nacional, con el
aval irrestricto de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL).
¡Vamo’ al mambo!... Texas Tech Red Raiders (31-6, 14-4 Big12) con el
dominicano Brandone Francis (6’05, 205, SG, senior,
Sep.10.1994 en La Romana) tiene una cita ante Virginia Cavaliers (34-3, 16-2 ACC) esta noche en el U.S. Bank Stadium (66,655) de Minneapolis, Minnesota, y el
resultado nos mostrará un campeón inédito en el NCAA Tournament. Esta vez
llegaron al duelo final dos de las cinco mejores defensas de la nación, ya no
hay más expectativas, una y otra sofocaron a sus rivales; las identidades de Red Raiders y Cavaliers tienen una huella en común: defensa, defensa, defensa.
Texas Tech disputará por primera ocasión el título
nacional, después de imponerse a Northern Kentucky Norse, Buffalo Bulls,
Michigan Wolverines,
Gonzaga Zags y Michigan State Spartans, en cada momento con una
defensa que doblegaba al rival casi hasta la humillación y una anotación
suficiente. Los Red Raiders están por
primera vez en una Final Four y
tienen marca de 8-1 en las últimas dos campañas dentro del NCAA Tournament. TTU
y Virginia se medirán por inédita oportunidad en la historia de ambos
programas, este año los Red Raiders no
se enfrentaron a ningún equipo de la ACC y en estos momentos tienen marca
adversa frente a los conjuntos de esa conferencia, 8-22.
Virginia, la única sembrada en la posición uno que
queda luchando en este NCAA Tournament, ha logrado una eficiencia defensiva
entre los mejores cinco en seis de los últimos ocho años. En esta estación,
antes del partido frente a Auburn Tigers,
ocupaban el quinto lugar. Los Red Raiders
son
propietarios de una de las defensas más feroces de la memoria reciente. La
eficiencia defensiva ajustada de los Red
Raiders (84 puntos por cada 100 posesiones) es la mejor desde que se
comenzaron a rastrear los datos en el año 2002. Como su rival de la fecha
también está por primera vez en el juego final del campeonato y en tres
ocasiones ha alcanzado el Final Four (1981, perdió de North Carolina Tar Heels, 78 por 65 en semifinales,
teniendo a Ralph Sampson, Jeff Lamp y Craig Robinson, que jugó aquí con San Carlos;
1984, cayó ante Houston Cougars en
semifinales teniendo a Olden Polynice, Ricky Stokes, Rick Carlisle, Tom Sheehy,
y Othell Wilson, en tiempo extra 49 por 47; y este 2019).
Apenas concluyó la tanda sabatina el entrenador
Carlos Morales subió este brevísimo comentario a las redes sociales: “Virginia vs Texas Tech por el campeonato de
la NCAA. El primero que llegue a 50 gana”. Honestamente… ¿hay maldad en sus
palabras?... ¿tienen cocorícamo estas letras?... el puertorriqueño es una
referencia del análisis del juego, una autoridad de fama mundial, mi hijo mayor
me ha repetido más de una vez: “yo no
entiendo como aquí hay quienes osan tomar un micrófono y comentar sobre los
juegos, si es tan fácil instruirse sólo escuchando a don Carlos”. Otro, de
cuyo nombre me gustaría no recordarme me dijo: “nos enfrentamos en la semifinal de Centro-Basket 1997 en Tegucigalpa,
él (Carlos Morales) salió para ESPN y
yo estoy trabajando en un basement (sótano) en Nueva York”.
Francis |
Cocorícamo es un dominicanismo, de reciente uso,
que expresa duda, ocultamiento de algo mayor, confusión. Lo cierto es que de
acuerdo a CBS, los juegos del sábado marcaron la primera vez desde que comenzó a
usarse el reloj de tiro en 1986 que ninguno de los cuatro equipos envueltos en
las semifinales nacionales no pudo alcanzar los 65 puntos.
TTU buscará convertirse en el segundo equipo del
estado de Texas en ganar el campeonato nacional y el primero desde Texas
Western, ahora Texas en El Paso, se impuso a la poderosa maquinaria de Kentucky
en 1966, un duelo que encerró otras muchas alternativas. Los Miners de Don Haskins estaban formados
casi íntegramente por jugadores de color, de hecho en el quinteto no había un
blanco, y los Wildcats no tuvieron un
afroamericano hasta la campaña 1969-70, Thomas Robert –Tom- Payne (7’01, 275, C, Nov.09.1950), cargó con la distinción de
jugar para el legendario Adolph Rupp. La suerte no le acompañó,
se le acusó en 1977 múltiples delitos sexuales, condenado a cadena perpetua, en
Nov.20.2018 recibió libertad condicional después de pasar la mayor parte de las
últimas cuatro décadas en prisión.
Los Red
Raiders han limitado a sus oponentes de este año a sólo 58.8 puntos por
juego y le han concedido apenas un 36.8 por ciento de sus tiros. Séptimos con
un margen de puntuación a favor de 13.4 y propinando 183 bloqueos. Además, son
decimos manteniendo los equipos contrarios en un 29.3 por ciento de aciertos en
triples. Ofensivamente, los de Chris Beard disparan para un
47.0 por ciento desde el campo, válidos para la casilla 46 a nivel nacional y
fueron segundos en este aspecto dentro de la Big-12 Conference.
Individualmente, Davide Moretti (6’02, 175, PG, sophomore, Mar.25.1998 en Bologna,
Italia) ocupa el segundo lugar en la nación con 92.2 por ciento en la línea de
tiros libres donde reúne 95-de-103 en su segunda temporada, mientras que Tariq
Owens (6’10, 205, PF/C, senior,
Jun.30.1995 en Utica, New York, reside en Odenton, Maryland) tiene el séptimo peldaño
en total de lances bloqueados con 91 después de los tres contra Michigan State
y el duodécimo escalón en bloqueos por juego con 2.50. Jarrett Culver (6’05,
190, SG, sophomore, Feb.20.1999 en
Lubbock, Texas) ocupa el segundo lugar de la Big-12 con sus 18.6 puntos y Matt
Mooney (6’03, 205, SG, senior, Jun.04.1997
de Wauconda, Illinois) también fue segundo en la conferencia con 1.86 robos por
partido.
Culver, primer Big-12
Player of the Year en la historia del programa, con 249 canastos de campo convertidos,
ocupa el segundo lugar de la conferencia y el puesto 22 en todo el país en
disparos realizados y la casilla 35 con 689 puntos cristalizados. Añade además
6.3 rebotes y 3.7 asistencias.
Chris Beard |
Los Red
Raiders buscan convertirse en el primer equipo de la Big-12 Conference en ganar
el título nacional desde que Kansas lo alcanzó en 2008. Los Cavaliers detuvieron a sus rivales en sólo
55.5 puntos, líderes de la nación, y en el camino del March Madness doblegaron
a Gardner-Webb Runnin'
Bulldogs, Oklahoma Sooners,
Oregon Ducks, Purdue Boilermakers y Auburn Tigers.
Las 31 victorias de TTU representa una nueva marca
para la institución, dejando atrás las 30 (30-2. 14-0 SWC) que alcanzaron en 1995-96
con James Dickey en el banquillo, su última estación en la Southwestern Conference,
justamente antes de transferirse a la Big-12. Los Red Raiders han obtenido 25 juegos o más cuatro veces en historia
del programa
Los Red
Raiders tienen instinto de pistoleros juveniles a partes iguales, con
Culver, secundado por Owens y Mooney, cada uno en su tercera escuela antes de
llegar a Lubbock esta temporada como transferencias graduadas de St. John's y
South Dakota, respectivamente. Norense Odiase (6’08, 250, PF, senior, Sep.14.1995 en Fort Worth,
Texas) es un estudiante de quinto año, después que su temporada 2016-17 fue
cortada por una lesión al tercer juego.
Tony Bennett |
Llegar a la final del NCAA Tournament ha sido el
punto culminante de un soberbio cambio de dirección impuesto por el entrenador
Beard (Feb.18.1973 en Marietta, Georgia) hace tres años cuando regresó a Lubbock,
después de servir como asistente durante 10 años bajo Bobby Knight y Pat Knight
antes de reinventarse en la División II con McMurry (un año) y Angelo State (dos
años) a principios de esta década. Pasó en el 2015-16 por Arkansas-Little Rock Trojans donde consiguió 30-5; firmó como
capataz en UNLV, pero en menos de tres semanas aprovechó la partida de Tubby
Smith a Memphis y se hizo con la vacante. En la estación pasada sucumbió ante
Villanova en el Elite Eight,
eventuales campeones.
Virginia está a un paso de completar una de las
historias de manumisión más impresionantes de un año a otro en el NCAA
Tournament, hace exactamente 12 meses los Cavaliers
cargaron con la funesta distinción de ser el primer equipo sembrado en la casilla
uno que cae frente al sembrado número 16 en primera ronda, UMBC Retrievers los derrotó 74 por 54 (21/21,
primera mitad; 53/33, complemento) en el Spectrum
Center de Charlotte, North Carolina, ante 17,943 parroquianos en
Mar.16.2018.
Los Cavaliers
enfrentan a preguntas diarias sobre su resistencia tan pronto están en un
escenario mayor, como alimentados por la angustia de la pérdida ante UMBC. Gardner-Webb
le hizo pasar por tremendo susto en la primera ronda de este año, cuando
cayeron abajo en la primera mitad 36 por 30; se recuperaron en el tramo final
con un contundente 41/20, ayudados por una banca que le respondió con un 24/9,
pero el dominicano José Pérez (6’05, 195, SG/SF, freshman, Oct.14.1998 de Bronx, New York) les talló 19 enteros.
El lauro sobre Oklahoma en la segunda ronda es
quizás la más directa de las cinco victorias en el la NCAA Tournament, dejaron
a los Sooners con apenas de 36.5 por
ciento de efectividad en sus lanzamientos para un marcador final 63 por 51
(31/22, primera mitad; 32/29, complemento). Siguió esa victoria con una
magistral clase de defensiva para liquidar a Oregon, 53 por 49 (30/22, primera
mitad; 23/27, complemento) con los Ducks alcanzando
sólo el 37.8 por ciento de sus intentos al canasto. Después, sobrevivieron al
ataque de Carsen Edwards (6’01, 200, PG, junior,
Mar.12.1998 en Houston, Texas) que se despachó con 42 enteros, mientras los Boilermakers marcaban para un 49.1 por ciento desde el campo y un 43.8 por
ciento en sus aventuras desde las profundidades, un disparo de Mamadi Diakite
(6’09, 228, PF, junior, Ene.21.1997
en Conakry, Guinea) en el último segundo antes de sacar una victoria en tiempo
extra 80 por 75 (29/30, primera mitad; 41/40, complemento; 70/70 al cumplirse el tiempo reglamentario;
10/5, en el suplementario), desechando algunos de los demonios que aún rodaban
desde marzo del 2018.
Si bien las últimas dos victorias de Virginia han
llegado en el último segundo y en tiempo extra, los jugadores creen que su
fortuna estará determinada por algo fuera de las líneas. Tristemente no pueden
olvidar que se gana dentro de esas mismas líneas.
En Abr.06.2019, los Cavaliers frente a Auburn estuvieron al punto de historia una vez
más, esta vez a instantes de producir uno de los mayores colapsos en la
historia del Final Four. Exhibían una
ventaja de 10 puntos con 5:15 para el final, pero los Tigers construyeron un soplo de 15-3, y los Cavaliers estaban que parecían cadáveres después de que Anfernee
McLemore (6’07, 220, SF, junior,
Jun.18.1998 en Warwick, Georgia) hizo dos tiros libres con 17.6 segundos para
la conclusión y colocar a Virginia en el borde del abismo con el marcador 61
por 57. Kyle Guy (6’02, 175, PG, junior,
Ago.11.1998 en Indianapolis, Indiana) respondió con un embrague disputado de 3
puntos desde la esquina derecha con 7.4 segundos por jugarse.
Quien no lo observó en el instante, miró las miles
de reproducciones que llegaron después; Guy recibe un pase dentro de los
límites en la esquina izquierda, y Samir Doughty (6’04, 195, SG, junior, Ene.02.1997 en
Philadelphia, Pennsylvania) le hizo una falta en el intento; aquello desató un
debate que será eterno… lo contrario pasó en el choque Arroyo Hondo y Naco en
el baloncesto superior del Distrito Nacional, aquel Jul.22.1983 cuando nadie llamó
falta sobre Marcelous Starks (6’08, C, Nov.14.1952 en Chicago, Illinois,
egresado de Murray State en 1974, séptima ronda del draft, emigró a Europa después de no conseguir un puesto ni en los “workouts”’ de Kentucky Colonels (ABA) ni
con Chicago Bulls); Osiris Duquela como capataz cargó con la victoria en tiempo
adicional, 86 por 85, con Mike Robinson (6’05, SG/SF, Missouri State, egresado
en 1980, de Peoria Illinois) como héroe, aportando 28 enteros, pese a que en la
acera contraria además de Starks figuraban Winston Royal (Albany State), Hugo
Cabrera (East Texas State), Antonio Sibilio (Barcelona), y Tito Horford (University
of Miami).
Guy dibujó su responsabilidad, había logrado un
81.8 por ciento de aciertos en la línea, venció cualquier ansiedad, tomó
aliento, golpeó con los dos primeros intentos, sobrevivió a un helado tiempo
muerto por parte de Bruce Pearl, entrenador de Auburn, en su banquillo nadie se
descolocó mientras su dirigente Tony Bennett ofrecía las instrucciones finales…
hay que tener claro que en el baloncesto dominicano ningún árbitro, a excepto
Reynaldo Mercedes hubiera tenido la capacidad para llamar esa jugada. Si
hubiera sido al Mauricio Báez, nadie cobra esos lances. Y calmó con el tercero
para darle a Virginia una improbable victoria 63 por 62.
El instante heroico de Guy eclipsó un juego fuerte
y completo de Ty Jerome (6’05, 195, SG, junior,
Jul.07.1997 en New York, New York, reside en New Rochelle, New
York), quien terminó con 21 puntos, nueve rebotes y seis asistencias al tiempo
que golpeaba 4-de-9 intentos desde el rango de los tres puntos. Si bien muchos
consideraban que el tiro de tres puntos que intentaría Auburn era su mayor
fortaleza en este juego, Virginia neutralizó esa arma al conseguir 7-de-19
desde lo profundo y limitando a Auburn a un 29 por ciento (9-de-31).
Guy terminó con 15 puntos y De’Andre Hunter (6’07,
225, SG, sophomore, Dic.02.1997 en Philadelphia,
Pennsylvania) agregó 14, 5 rebotes y 2 asistencias. Diakite estuvo 36 minutos
sobre la duela, marcó sólo dos unidades, bajo 6 rebotes y bloqueó 5 lances del
rival. Los Cavaliers lanzaron para un
49.0 por ciento desde el campo (5-51), 36.8 por ciento desde las profundidades
(7-19) y apenas un 50.00 por ciento desde la línea (6-12); fabricaron 8 tantos
en segundas oportunidades, empataron el juego en cinco ocasiones, las acciones
cambiaron de mando en 13 oportunidades, lograron 26 enteros en la pintura y la
banca aportó 2 puntos.
Aunque Virginia usa una alineación de cuatro defensas,
Hunter es un delantero que puede jugar en las posiciones tres y cuatro, tomar
sus aventuras desde más allá del arco y operar en el poste bajo. Odiase y Owens
pasarán tiempo cuidando a Hunter y Diakite, con la expectativa de que los 6’10
de Owens puedan ocasionar alguna grieta, quien además, de seguro utilizará la longitud
de sus brazos para negarle rapidez de Hunter en los costados y también
enfrentarlo en la pintura. El de los Cavaliers
tendrá la suficiente libertad para sacarse la asignación defensiva de los Red Raiders.
El juego de adentro hacia afuera de Hunter podría
ser capaz de arrastrar a Owens hacia el perímetro, donde un paso de ventaja en
la velocidad de Jerome, Guy y Kihei Clark (5’09, 155, PG, freshman, Ene.25.2000 en Tarzana, California, residente en Woodland
Hills, California), en caso de dejar atrás a su defensor, opten por llegar al
canasto para obtener una bandeja en lugar de un disparo que podría terminar bloqueado
o disputado.
Matt Mooney |
El dominicano Brandone Francis, quien proporcionó
grandes minutos desde el banco en el partido del sábado, mientras terminaba con
nueve puntos, dos rebotes y dos asistencias, probablemente también verá tiempo
sobre Hunter. El desafío para el romanense de 6’05 será forzar al swingman de los Cavaliers a cambiar la línea de base por el embudo defensivo de
Texas Tech cuando reciba el balón.
Diakite y Odiase serán un enfrentamiento
interesante en la pintura. Los Cavaliers
necesitan limitar al máximo las pérdidas de balón y jugar de forma impecable
contra una defensa que rivaliza con la propia. Eso comienza con los armadores
Ty Jerome y Kihei Clark. Otra será la ofensiva de sus mejores jugadores,
Jerome, Guy y De’Andre Hunter. La razón por la que UVA se posicionó para ganar
en el último segundo contra Auburn fueron esos tres combinados para 50 puntos.
Los jugadores de Virginia también tendrán que intensificar a un Diakite (dos
puntos) estuvo ausente en la ofensiva y un Jack Salt ineficaz ofensivamente que
además se enfrentó a problemas de faltas.
El banco es un área donde Texas Tech podría tener
una ligera ventaja dado que Virginia solo tiene siete alternativas dentro de
una rotación corta con Salt (6’10, 250, C, senior,
Feb.13.12996 en Londres, Inglaterra, reside en Auckland, Nueva Zelanda) y
Braxton Key (6’08, 225, SG/SF, junior,
Feb.14.1997 en Charlotte, North Carolina) como las principales reservas. El
sábado, los Cavaliers obtuvieron sólo
dos puntos fuera de sus cinco jugadores iniciales, con Salt y Key disputando sólo
19 minutos entre ambos. La profundidad de los Red Raiders es más amplia y sus reservas más productivas, ya que además
de Francis está Kyler Edwards (6’03, 200, SG, freshman, May.03.1999 de Arlington, Texas) y
Deshawn
Corprew (6’05, 210, SG, sophomore,
Jun.27.1997 de Norfolk, Virginia).
U.S. Bank Stadium |
Quien espere un juego luminoso que se arme de
paciencia, seguramente las acciones correrán lentas. Virginia promedia la menor
cantidad de posesiones en la División I con 59.3 por juego, y Texas Tech está
en el tercio inferior con 66.5 por competencia. Los Cavaliers promedian 21 segundos por posesión, los Red Raiders 18.3. Ambos equipos se
contentan con trabajar sus ofensivas, pero son efectivos defensivamente a base
de diferentes métodos.
La defensa el sello distintivo de Virginia, basándose
en estar frente a su oponente y disputar tiros. Los Cavaliers fuerzan 10.7 pérdidas de balón por juego y están más
contentos de tener una mano arriba: los oponentes disparan 28.7 por ciento
desde un rango de tres puntos y 38.4 por ciento en general. Virginia es el
líder de la nación en defensa con 55.5 puntos permitidos por juego y está muy
cerca de Texas Tech, que ocupa la tercera casilla con 58.8 por partido.
Los Red
Raiders asaltan la defensiva y obligan a los oponentes a terminar en los
bordes de la pista, tanto en el perímetro como a lo largo de la línea de base, hacen
que sea difícil hasta respirar cuando extienden su longitud y presión sobre el balón
hasta el punto en que claramente afectan las respuestas físicas y mentales de
los oponentes. Se cierran en la pintura con una ferocidad diferente a cualquier
equipo en el país y son expertos en hacer cargos para aumentar su recuento de facturación.
Texas Tech ha mantenido a sus oponentes con un 24.6 por ciento de tiros desde
las largas distancias y un 36.4 por ciento en total en el NCAA Tournament; los Red Raiders han forzado a que sus
rivales abandonen 98 canastos de campo en las sus últimas cinco victorias.
Teniendo en cuenta cómo el dirigente Beard ha
jugado la carta de no favoritos toda la temporada, sin olvidar que Texas Tech
fue elegido para terminar séptimo en la temporada del Big-12 después de perder
a sus seis mejores jugadores, tendrá la oportunidad de hacerlo una vez más. El
principal desafío de Bennett será hacer que Hunter ruede los 40 minutos y encuentre
su ritmo lo más temprano posible. Tendrá un poco más de espacio para operar ya
que Texas Tech es más bajo que Michigan State, pero la otra vertiente es que
los Red Raiders tienen manos
extremadamente activas en la defensa.
Al analizar las estadísticas de cada Final Four
desde 2002 para ver cómo se ubicaron las
cinco defensas principales en las rondas de semifinales y campeonatos estas
sugieren que los campeones necesitan al menos una defensa aceptable, pero nada sugiere
que las defensas élites cubran los diferenciales a una tasa rentable (Valdez
Albizu el del Banco Central se necesitaría para que muestre la estabilidad como
lo hace con la economía dominicana). De los 85 equipos con una defensa entre
los cinco primeros que jugaron en el NCAA Torunament entre el 2002 y el 2018, 26
de ellos perdieron en una de las dos primeras rondas y 25 llegaron al Final
Four. Los resultados semifinales y finales de esos 25 contendientes se
dividieron casi perfectamente. Dos de las mejores cinco defensas
se han enfrentado en seis oportunidades en las semifinales o bien en el juego
por el campeonato, el choque entre Red
Raiders y Cavaliers será la
séptima versión.
Después de Texas Tech, la segunda defensa más
eficiente en llegar a la Final Four fue Kentucky en su versión de 2015, y que incluía
al dominicano Karl-Anthony Towns, cuando los Wildcats perdieron con pizarra de 71 por 64 ante Wisconsin en un
concurso que superó los 131 tantos (Abr.04.2015). Después, el mejor equipo
defensivo en llegar al Final Four fue Louisville en el 2013.
Los números son infinitos en sus posibilidades,
tantos para predecir un hecho tan simple: los números no escogen inclinarse
para que el fiel vaya a un lado. Sobre la única base de la defensa, ni usted ni
yo tampoco deberíamos hacerlo. Texas Tech encajaba en la tendencia de caer
derrotado ante Michigan State y no pasó así.
Gane o pierda, Virginia nos habrá demostrado que exorcizó
a los demonios de su derrota ante UMBC el año pasado, y gane o pierda, Texas
Tech ha tenido una temporada para recordar al llegar tan lejos.
Seguir la pauta de nuestro Carlos Mortales tampoco
es una opción desorejada, cada quien tiene su favorito y vaya por ello… un
servidor se inclina fervorosamente y más que piadosamente, de manera chovinista
a los colores que viste el dominicano Brandone Francis Ramírez. El que nació en
La Romana, el hijo de Bob Francis (6’07, SF), jugador que militó en Boston
College (1986-87 y 1987-88) y Kenia Ramírez, el muchacho que lleno de ilusiones
se enfundó la camiseta dominicana en el Centro-Basket sub-18 del 2011 en un
equipo que incluía también a Luis Santos (ahora en Argentina), Bernardo Polanco
de Puerto Plata, Diego Moquete en el Mauricio Báez, Miguel Dicent, quien llegó
a la selección absoluta, Oscar Cabrera, que busca su reinserción en los
primeros planos locales, Towns, y Adonis González, Ajan Alves y Richard García,
a quienes parece la tierra se tragó.
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