miércoles, 29 de diciembre de 2010

Un balde más…

Rick Pitino aceptó hacerse cargo de la selección de Puerto Rico, una decisión que deberá evaluarse a su debido tiempo, pero el golpe de efecto fue arrollador ante la opinión pública. Los dominicanos somos tan poco ingeniosos y patrañeros que respondemos queriendo ocultar el sol de nuestra mediocridad con un dedo, anunciando a John Calipari para el Pre-Olímpico de Mar del Plata. Desde que supe aquello me ha faltado hasta tiempo para reírme hasta con el último cordal.
Como el estribillo de una vieja canción, que no recuerdo quien canta: me río, me río, me río. Solo de imaginarlo se demuestra por enésima vez lo estéril que somos, lo ascético que podamos llegar a ser y se reitera el misógino intrínsecamente alrededor de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL).
Calipari es el actual entrenador de la Universidad de Kentucky; está en la posición más preciada dentro del baloncesto colegial, la cumbre más admirada, el lugar de un dios al lado de las líneas de una cancha; nadie quiere ser Presidente de los Estados Unidos siendo el head coach de Kentucky. Los Wildcats están rodeados de toda la gloria, de la más dilatada tradición, de un programa de cartel desde hace más de un siglo. Antes del actual entrenador, desde 1930 han obstentado la posición Adolph Rupp (1930-1972), Joe B. Hall (1972-1985), Eddie Sutton (1985-1989), Rick Pitino (1989-1997), Orlando –Tubby- Smith (1997-2007) y Billy Gillispie (2007-09).
Pero si alguien cree que Kentucky es paja de coco, todavía, añadiré los siguientes datos: es el equipo con más victorias y más alto porcentaje de juegos ganados en la historial del baloncesto colegial. Suma marca de 2032-640 (.760). Cuenta con 50 apariciones en el torneo de la NCAA: más victorias en el torneo de la NCAA (101), y apenas solo segundo en campeonatos de la NCAA (7), detrás de UCLA. Dos coronas del Torneo Nacional por Invitación. Además son primeros en apariciones en el torneo de la NCAA, 146 partidos, 41 presencias en el Sweet-16, 32 apariciones en el Elite-8 y ha jugado 13 Final Four, con 10 juegos celebrados por el titulo nacional. Los Wildcats juegan en el Rupp Arena, un estadio con capacidad de 23,500 personas, el coliseo más grande de los Estados Unidos y por lo general está lleno.
Mencionar nombres sería tarea amplia, pero entre los más sonados se pueden indicar a Derek Anderson, Winston Bennett, Sam Bowie, Rex Chapman, Louie Dampier, Tony Delk, Jack Givens, Kevin Grevey, Cliff Hagan, Chuck Hayes, Dan Issel, Kyle Macy, Jamaal Maglorie, Jamal Mashburn, Walter McCarty, Dirk Minniefield, Nazr Mohammed. Cotton Nash, Tayshaun Prince, Pat Riley, Rick Robey, Rajon Rondo, Melvin Turpin y Antoine Walker. Minniefield jugó brevemente para Arroyo Hondo en la liga local y dejó su impronta.
En Kentucky está como asistente de Calipari el dominicano Orlando Antigua, de amplia trayectoria y quien siguió a su actual mentor desde la Universidad de Memphis, después de llevar a este recinto en el 2008-09 al Final Four. Nuestro compatriota también trabajó con su Alma Mater la Universidad de Pittsburgh, donde creó fama de excelente reclutador.
Antigua fue en su momento un jugador importante para el seleccionado dominicano, nombre de referencia obligada, pero de corta carrera. Su relación con FEDOMBAL ha estado marcada por muchas sombras y no tantas luces, primero como jugador y después como entrenador. Se involucró con la selección juvenil en el año 2005 que estuvo a cargo de José –Maita- Mercedes, pero debería ser un valor a tomar en cuenta a cada instante; estoy seguro que no se prestará a los juegos indelicados a los que la entidad del baloncesto dominicano nos tiene acostumbrados
Esa es la historia que se conoce. Discutir si nos conviene un foráneo o no es tarea para el debate, pero si tuviera alguna decisión diría que todo aquel que tuviera algo que aportar y enseñar será siempre bienvenido. Hasta ahora lo único para lo que han servido los entrenadores extranjeros es para que muchos de los del patio, los que han tenido la oportunidad de cubrir los entrenamientos, copien sus estrategas y pretendan hacerse con sistemas ajenos, así tenemos la época post-Monsalve, post-Smart, post-Roth, post-Musselman y hasta post-Báez.
No todo el entrenador dominicano está en capacidad de continuar y filosofar en base a las estrategias de los demás: tener tonelaje para crear sus propias variaciones. En eso la generación pasada, Humberto Rodríguez, Faisal Abel, Fernando Teruel, Osiris Diquela, Leandro De La Cruz, Sergio Abreu, Pedro David Curiel, Sergio Abreu y hasta un Félix Aguasanta, sindicado como el menos táctico, pero si el más tenaz. Esa versatilidad ha quedado atrás. Por supuesto, el factor educativo es un adicional que los jóvenes de ahora parecen dejar de lado. Pocas son las opciones de técnicos dominicanos de cara al futuro, mucho menos para entregarles una selección nacional.
No he incluido al último entrenador nacional José –Boyón- Domínguez, a quien respeto y admiro profundamente, cuyas calidades técnicas son recurrentemente cuestionadas, pero quien ha demostrado ser un profundo conocedor de la psiquis del jugador dominicano y explota esas condiciones de manera exquisita. Otro, más joven, frente a quien me quito el sombrero es Melvin López, de una trayectoria con grandes ribetes por la que es conocido como “El Señor de los Anillos”. En su momento más apremiante como debutante en estas lides, un escrito en las páginas del vespertino El Nacional le salvó el cuello frente a esa maquinaria insensible de “los teóricos” del Mauricio Báez.
Retornando a Calipari, el Listín Diario (Dic.22.2010) señaló en nota de Prensa Asociada fechada en Lexington (Kentucky): “no ha sido contactado con relación a la posibilidad de entrenar la selección nacional de baloncesto de República Dominicana”. Luego, palabras de buena crianza y nada más.
La noticia sobre el entrenador norteamericano se suma a los enormes desaciertos que ha tenido la FEDOMBAL cuando realiza anuncios que deberían ser trascendentales. Una fuente, de esas volantes que tiene la institución, nos confió días antes del anuncio proveniente de Kentucky: “es real el contacto y será nuestro próximo dirigente. Estamos trabajando de cara a un nuevo proyecto gerencial, caras nuevas, dinero fresco y ese es nuestro hombre”.
Es sólo una nueva versión de las ficciones que arropa a toda la FEDOMBAL; en los primeros meses del 2009 nos repitieron hasta cansarnos que se sostenían conversaciones con 11 entrenadores, 7 de ellos argentinos, más Julio Toro y Flor Meléndez. Conversé personalmente con Julio César Lamas, Rubén Magnano, Guillermo Narvarte, Silvio Santander, Néstor García, Guillermo Vecchio y Daniel Maffei y nunca se recibió una llamada de algún dominicano. La carta que envió Meléndez a Frank Herasme en mayo del 2009 no tiene desperdicios, en protesta por el trato recibido por la comitiva de FEDOMBAL que estuvo en Venezuela para entregarle la selección al señor Toro.
“Mentiras, maldad, falsedad”, es otro estribillo. En el 2009 conversé con el ingeniero Rafael Uribe, tesorero de la FEDOMBAL y co-gerente de la selección nacional y escuetamente me señaló: tengo informes de que se conversó con todos ellos”. Uribe, en esa ocasión, junto a César St. Hilaire, Pedro Pablo Pérez y Frank Herasme cargaban con todo el entramado del conjunto.
FEDOMBAL nos concedió como regalo del Viejo Pascuero el anuncio de que Eric Musselman continuaría como entrenador nacional, para los Juegos Deportivos Panamericanos, el Pre-Olímpico de Mar del Plata y la posibilidad de los Juegos Olímpicos. Será más de lo mismo, jugadores llamados a la carrera, no habrá oportunidad para los jóvenes con talento, se le pedirá un cubo de oxigeno al Gobierno Dominicano, esta vez Pedro Pablo Pérez quedó fuera del entramado y Héctor Báez reinará, con nuevas compañías, para una vez más morir en el intento.
En la nota de confirmación de Musselman, se añade discretamente, que FEDOMBAL designará a los asistentes del capataz. La pregunta del millón es: ¿quien dirige verdaderamente, Báez o Musselman?
Pobre baloncesto dominicano, de tantos baldes de agua fría que ha recibido está tísico. Seguiremos lavando los trapos sucios a la vista de todos. A la hora de la verdad se vuelve a fallar. La idea de funcionamiento de nuestro equipo nacional y única representación de FEDOMBAL sólo queda en el enunciado. Hay unos meses largos para replantearse infinidad de opciones, de lo contrario, el tren volverá a pasar de largo y una vez más diremos, “nos dejó el metro

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