domingo, 27 de abril de 2025

De calladas quietudes
Abril 25 del 2025
 
 
De «abriles olvidados» canta Andrés Calamaro (Andrés Calamaro Masel, El Salmón, Ago.22.1961 en Buenos Aires, provincia de Buenos Aires, Argentina) en «Flaca»… me pregunto: ¿podría yo olvidar abril?… jamás ni nunca. «Entre él no me olvides / me dejes nuestros abriles olvidados / en el fondo del placard / del cuarto de invitados / eran tiempos dorados / de un pasado mejor».
Rodrigo Andrés Madera


Placard (pronunciado placar), término de origen francés usado en el español rioplatense (Argentina y Uruguay) y en Paraguay para designar a los armarios empotrados a la pared o fijados a ella, especialmente los roperos. Una empresa farmacéutica dominicana tiene en su catálogo Placard, a base de bisoprolol (betabloqueante), rosuvastatina (fármaco totalmente sintético, miembro de la familia de las estatinas, usado para disminuir el colesterol y otros lípidos sanguíneos), ácido acetilsalicílico (popularmente aspirina, marca que pasó al uso común, fármaco de la familia de los salicilatos. Se utiliza como medicamento para tratar el dolor, la fiebre y la inflamación, debido a su efecto inhibitorio, no selectivo, de la ciclooxigenasa), candesartán (antagonista de los receptores de angiotensina, usado principalmente para el tratamiento de la hipertensión arterial), e hidroclorotiazida (diurético).
 
En mis mejores tiempos farmacéuticos, mi lucha, y de otros productores del ramo, con Salud Publica era que ellos pretendían que casi todos los medicamentos en el país fueran monofármacos.


En abril nacieron dos de mis tres hijos, y también mi hermana chica, último producto que recibió mi tío Tomás Eudoro Pérez Rancier, Tomasito (Jul.30.1891 en Santiago de los Caballeros; Sep.17.1974 en Santo Domingo), primer médico dominicano egresado de McGill University, capitán de las tropas canadienses en la I Guerra Mundial.
 
También los dominicanos conmemoramos la más bella epopeya de nuestra historia, pero la cobardía de algunos la tiró por el desaguadero.
 
Escribe mi estimada y admirada Irene Vallejo: «varios años, cuando estudiaba en Italia, pasé el 25 de abril en Florencia, entre la gente que celebraba en las calles el aniversario de la expulsión de los nazis y el fin del fascismo. Salía a pasear, había bandas de música y flores en el barrio de Santo Spirito. En la mochila, mi edición de «Las pequeñas virtudes», de Natalia Ginzburg (Natalia Levi, Jul.14.1916 en Palermo, Italia; Oct.07.1991 en Roma; escritora y política italiana), porque los textos de “Invierno en los Abruzos” y “Los zapatos rotos” cuentan de forma prodigiosa, sin casi mencionarla, aquella guerra. Nunca olvido que hoy es día de fiesta de la libertad/liberación en las tierras vecinas de Portugal e Italia».
 
En Italia, en 1945, el Comité de Liberación Nacional del Norte de Italia llama a un levantamiento general contra la ocupación alemana, por lo que cada año se recuerda esta fecha como el Día de la Liberación. En 1974, en Portugal, sucede la Revolución de los Claveles (en portugués: Revolução dos Cravos), movimiento militar de izquierda que pone fin al régimen político dictatorial, autoritario, autocrático y corporativista implantado por António de Oliveira Salazar en el 1926 y continuado por Marcelo Caetano.
 
Hace cinco días escribí que Rodrigo Andrés hubiera cumplido 35 años de edad, pero la guadaña vino antes por su cuerpo. De él hay mucho que aprender. Fue muy virtual, por igual muy claro en sus exposiciones, y con el don de escuchar a todos.
 
Hoy Abr.25.2025, contamos cinco meses sin El Murallón; 150 días para ser exactos, y como quien no quiere la cosa, restan 250 días para concluir este año. Desde entonces he/hemos vivido con esa pena intima, personal, silenciosa, que se arrastra por venas y arterias; la que nadie es capaz de observar. Imagino la de su mamá, de Andrea, de sus hermanos, y de todos los que lo amamos. Finalizada la misa de Feb.26.2025, mi muy siempre correcto, comedido, prudente, juicioso, compadre Eric, padrino de Rodrigo, me apunta: «estuve a punto de interrumpir la ceremonia». ¿Usted compadre?... le disparé. «El oficiante dijo: “los que quisimos a Rodrigo”… ¡coño!... le iba a soltar “está equivocado a Rodrigo lo queremos, porque está vivo en nuestros corazones… si usted lo mató, esos serian problemas suyos, pero en mi está presente».
 
Una de las referencias del mejor periodismo chileno (BioBioChile) escribió de Rodrigo Andrés, vía Pablo Velozo: «el multicampeón».


Un día le pregunté a otro amigo, Rafael Estrada, cercano, confiable, pero no ha logrado en 30 años que me apunte a «la obra»: ¿por qué mis pollitos teniendo todo para hacer cualquier fechoría de esas que se jactan los exitosos de este patio pretendiendo después pasar casi por inmaculados no se han equivocado jamás?... me respondió más rápido que Emerson Fittipaldi (Dic.12.1946 en São Paulo, estado de São Paulo, Brasil) en su bólido: «tu educaste en valores, esos muchachos no se van a desviar jamás, por más tentaciones que se les presenten». ¡Callé!
 
Alfredo Le Pera (Jun.07.1900 en São Paulo, Brasil; Jun.24.1935 en Medellín, Colombia), que todo lo dijo bien, pero hablaba por la boca de Carlos Gardel (fecha de nacimiento en disputa, aun a estas alturas: siendo Dic.11.1883 o 1887 en Tacuarembó, Uruguay, o Dic.11.1890 en Toulouse, Francia; Jun.24.1935 en Medellín, Colombia), en Cuesta abajo nos colocaba en la disyuntiva de: de «la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser», para más adelante, en la misma pieza, apuntarnos: «era para mí la vida entera / como un sol de primavera, mi esperanza y mi pasión / sabía que en el mundo no cabía / toda la humilde alegría de mi pobre corazón / ahora, cuesta abajo en mi rodada / las ilusiones pasadas, yo no las puedo arrancar / sueño con el pasado que añoro / el tiempo viejo que lloro y que nunca volverá».
 
Una efeméride antes de concluir: hace nueve años, un día como hoy (Abr.25.2016) fallecía en Santiago de los Caballeros, quien se llamó Tomás Santana De La Cruz… ¿Tomás Santana De La Cruz?... se va a hacer el tonto. ¿Usted no ha bailado Mala Maña?... El General Larguito… prolífico músico típico, murió en una pensión, abandonado por todos, neumonía, gastroenteritis, problemas renales, y hubo que esperar a que apareciera un ataúd. En la más absoluta pobreza.
 
Termino con Calamaro, como empecé, Vasos vacíos: «yo sé que no tengo palabras / y nunca las voy a tener / por eso aprovecho esta noche / ya ves, estoy sola otra vez // Por eso aprovecho esta noche / tal vez lo puedas entender / que no me importa poner las letras / solo me importa mi mujer // Mañana cuando te levantes / y pienses lo que dije ayer / ay viejo, en este juego / a mí siempre me toca perder, siempre // Siempre habrá vasos vacíos / con agua de la ciudad / la nuestra es agua de río / mezclada con mar / levanta los brazos mujer / y ponte esta noche a bailar / que la nuestra es agua de río / mezclada con mar».

Para escuchar Flaca: https://www.youtube.com/watch?v=UCF9oHXhDMU

Para escuchar Mala Maña: https://www.youtube.com/watch?v=k7orv9PNSBs

Para escuchar Vasos vacíos, con Celia Cruz: https://www.youtube.com/watch?v=3AxwmES4ZyE

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