Agrios edulcorados…

Caso 385: párrafos para un lunes en tiempos de confinamiento

Abril 13 del 2020

La portada del Listín Diario (Abr.13.2020) nos regala que «la epidemia del COVID 19 ha puesto al desnudo las grandes debilidades del sistema de salud del país»… inmediatamente la nota se diluye; se hacen recomendaciones, y en el párrafo final incluye: «el uso de mascarilla debe ser una orden para toda la población». Dos notas más sobre la situación sanitaria siendo la más impactante: «cifra de muertos por Covid-19 se disparó en el boletín 24», teniendo todos la percepción de que las autoridades hicieron un alto en el camino durante Sábado Santo y Domingo de Resurrección.

¿Al final cuál nos matará, el COVID 19 o el Covid-19?... ¿es lo mismo, son iguales, qué de diferente tienen?...  porque también hemos descubierto que los aguacates tienen un PH de15.6, y el diente de león de 22.7. ¿Dónde quedó nuestra instrucción básica?... ¿química, física, biología, geografía son materias de la carga escolar que están pero se pasan volando?... PH que se escribe correctamente pH, es la escala que mide la acidez y alcalinidad de las substancias, corriendo del 0 al 14, con 7 como termino neutro; aquellos ácidos tienen una carga de hidrogeniones (H+), su referencia numérica es menor que siete, y los básicos o alcalinos de oxidriones (OH-), mientras se reflejan con cifras mayores a siete.

Mientras modificamos textos olímpicamente para borrar pasajes fundamentales de nuestra historia a nadie le importará recordar que todo acido cuando se junta con una base produce sal más agua.

¿Qué hace más daño un carajo que se robó una gallina o un puto ministro de Educación que se nombra para que se diligencie lo suyo y se olvide de las exigencias de la posición?... ¡Melanio (Melanio Paredes Pinales), me recuerdo de ti!... pero también de un gremialista del magisterio como Radhamés Camacho Cuevas, hoy presidente de la Cámara de Diputados, con una declaración jurada de bienes donde asegura haber adquirido honradamente bienes por más de 400 millones de dólares, moneda de los Estados Unidos de América, o de Jacqueline Malagon, convertida en vedette consejera del ramo, asesora de la cartera desde el 2004.

A cada uno de ellos, le daría una cucharadita de hidróxido de sodio (NaOH), vendida como sosa cáustica, para que lo empujaran con un buche de ácido clorhídrico (HCl), o su versión comercial: ácido muriático, ambas substancias dañinas al organismo humano, para que evacuaran sal común (NaOH) y orinaran agua (H₂O): porque todo ácido mezclado con una base produce una sal más agua.

También les dedicaré un suspiro a gente como Leonardo Matos Berrido (presidente de la Guardia Universitaria Generalísimo Trujillo, vinculado a la nunca bien recordada Banda Colorá, administrador general de Seguros San Rafael, procesado por la muerte violenta de su esposa y madre de sus hijos; liberado cargó como miembro de la Junta Central Electoral, gerente general del Banco Nacional de la Vivienda, embajador ante la Santa Sede, veintiséis años presidente de la Liga Dominicana de Beisbol, y una pensión con la que se satisficieran al menos 50 cañeros).

Pedro Gil Iturbides, más insípido que una tayota; aún dando coletazos.

Víctor Hidalgo Justo (en el cargo Jul.01.1966 a 1967, nació Oct.06.1927), a quien la fabulación del tiempo, y lo evanescente frente a las incertidumbres, lo convirtieron en recuerdo lejano.

Víctor Gómez Bergés (Feb.25.1940 en Santiago; en el cargo de entre Ago.16.1970 y Feb.25.1972, también secretario general de la Liga Municipal Dominicana, secretario de Relaciones Exteriores, secretario de Finanzas, secretario de Industria y Comercio, senador por Puerto Plata, embajador ante la Santa Sede, miembro del Consejo de Administración de la Corporación Dominicana de Electricidad, embajador en Argentina, director de la Corporación de Fomento Industrial, diputado de la República Dominicana ante el Parlamento Centroamericano (PARLACEN), juez del Tribunal Constitucional), dícese de él que es impoluto, pero las malas lenguas apuntan que él presentó a Orlando Martínez con su asesino.

Pedro Porello Reynoso, tenue ejecutante en el gobierno de Antonio Guzmán Fernández (1978-1982), y después, quizás se recuerden de él, en su casa, a la hora de la cena.

Josefina Pimentel (en el cargo hasta Jul.20.2013), la dejó Leonel y la despachó Danilo.

Carlos Alberto Amarante Baret (Jul.03.1960 en Moca, provincia Espaillat, en el cargo desde Jul.20.2013 a Ago.16.2016), de quien se dicen muchas cosas… ninguna favorable ni a su persona, ni a su desempeño.

Andrés Navarro García (Feb.04.1964 en Bonao, hoy provincia Monseñor Nouel, en el cargo entre Ago.16.2016 y Feb.17.2019, también ministro de Relaciones Exteriores de Sep.16.2014 a Ago.16.2016).

En las últimas primarias del gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD), tanto Amarante Baret como Navarro García corrieron para ser tenidos en cuenta para la posición de Presidente de la República; antes de la culminación del proceso, ambos claudicaron a favor del designado Gonzalo Castillo Terrero. Educación no alcanza las metas mínimas para ser un mejor país, pero los recursos de la institución sirven para lanzar a dos tontos como posibles Presidente de la Republica. ¡Errrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr pipo!

Me hierve la sangre cuando alguien comenta, y no son pocos… ¡este país es una mierda!... pero con gente como Amarante Baret, Camacho Cuevas, Gómez Bergés, Matos Berrido, Paredes Pinales, colocados alfabéticamente, estacionados en posiciones relevantes, todos nos imaginamos que se forran los bolsillos con billetes de todas las denominaciones, pero obtienen pésimos resultados frente a sus obligaciones, compromisos, competencias, bien merecemos llamarnos un país de mierda.

Marchamos tan generosamente bien que el Presidente de la República suplica que le señalen los casos de corrupción dentro de su mandato. Lo cierto es que aunque Danilo Medina Sánchez anunció al momento de su juramentación que actuaría ante los desmanes propios y pasados, motivado sólo por el rumor público, no hay casos pendientes de sentencia judicial.

La exposición mediática de los escándalos de corrupción dentro de República Dominicana los ha convertido en espectáculo relajante para una sociedad que no exige.