viernes, 21 de febrero de 2020


15.43 metros para Yulimar Rojas
15.43 metros para Yulimar Rojas
15.43 metros para Yulimar Rojas

Febrero 21 del 2020


Mi entrañable amiga Marianela Michelena Castrillo (pasada vice-presidente de recursos humanos del Banco Santander, egresada de la Universidad Católica Andrés Bello en relaciones industriales, y maestría en University of Southern California de Los Ángeles, California)… ¡ahí mismito!... me pasó la voz de alarma, y aquí va mi humilde homenaje.


La atleta venezolana Yulimar Andrea Rojas Rodríguez  (Oct.21.1995 en Caracas), medallista olímpica, ​bicampeona mundial en pista cubierta, tricampeona mundial en pista cubierta larga, dos veces campeona mundial al aire libre en la especialidad de triple salto​ y múltiples veces medallista panamericana, acaba de lograr la marca mundial de salto triple bajo techo en el Meeting Madrid 2020, que se celebra en Gallur, la pista cubierta del barrio de Carabanchel, tras alcanzar una distancia de 15.43 metros, más de siete centímetros que el anterior tope de la rusa Tatiana Lébedeva (Jul.21.1976 en Volgogrado, anteriormente conocida como Stalingrado) que dejó el salto en 15.36 en el marco de los Mundiales bajo techo efectuados en Budapest, Hungría en el 2004.

Hoy Feb.21.2020 la historia cambió a manos de una caribeña.

Estas líneas siguen los párrafos que escribió Juanma Bellón (@juanmacorre), en el madrileño As, de esta misma fecha. Para los que llevan sus anotaciones, Bellón no es accionista de Ferretería Bellón, muy expandida en los gobiernos del peledeísmo, e inmiscuida recientemente en los patrocinios deportivos. Muy diferente a aquella Ferretería Bellón en la España a esquina Beller en el Santiago de mis amores juveniles, y frente a ella la Ferretería Lara; a una cuadra de La Sin Rival, fábrica de Licores, propiedad de la familia Bermúdez, y a mitad de camino, El Bohío, “la alcancía del pobre”, quincallería propiedad de mi madrina Mirtha Campillo Pérez.

Para que las cositas chiquitas no estén buscando vallas, o como decía un vigilante que tenía: hay cuadro clases de hombres: hombres, hombrecillos, monicaquillos, y…. ¡mejor cierro el pico!... la venezolana mide 6’04 de estatura… tras una ovación cerrada por parte de los 3,000 espectadores que llenaban la grada llegó su turno; ella respondió con sonrisas y pidió palmas. Venía confiada, con 15.03 en el bolsillo tras su última competición, y despegó en Madrid con un salto, para dejar atónitos al más indiferente… pero piso la plastilina. Nulo. Después 14.65, un mal salto para ella, una joya para las mortales; otro nulo y fin del primer acto…


Hubo charla con el gurú cubano Iván Pedroso, su entrenador, que le dio un par de consejos: “no tengas ansia”. Y funcionó como la seda. Llegó el cuarto y ¡bum! 15.29.

Explosión, la tercera mejor marca de su vida (15.41, 15.31 y ahora está de 15.29), su tope en pista cubierta donde el viento nunca es aliado. Y pese a eso, estuvo a 21 centímetros del récord total de la ucraniana Inessa Kravets (Oct.05.1966 en Dnipropetrovsk, Ucrania) 15.50 al aire libre conseguido en el 1995. En el quinto se desequilibró y en el sexto llegó el bombazo. 15.43. Récord mundial. Impresionante. “Iván me dijo que hoy era el día y que no lo podía dejar escapar. Trabajé mucho para esto y aquí está”.

Rojas es una atleta que ha encontrado su hueco en Guadalajara. Estabilidad deportiva y un desarrollo técnico brutal. Ella comenzó en el salto de altura, probó el triple y ya en 2016 era plata olímpica. Después llegaron cuatro títulos mundiales y ahora mira al oro en Tokio 2020, al récord de Kravets y a la última frontera inédita de las triplistas, una vía que ha abierto la caribeña: los 16 metros. “Creo que puedo hacerlo. Sería dejar una huella en el atletismo. Al exterior, con un poco de aire a favor habría sido un salto que no quiero ni imaginar”. Pero eso será otro día…


Este viernes siguió su idilio con Gallur, una atleta carismática que ha conectado completamente con Madrid. “Esta pista es el eje de mi carrera, aquí siempre me siento bien, tengo buena vibra con el público y se pudo ver. Qué emoción”, decía Yulimar que gritó, lloró, se arrodilló, besó el tartán... "en esta pista soy feliz, me tratan como si fuera de aquí, me siento una más". Madrid fue de Yulimar Rojas.

En ese salto triple secundaron a la venezolana la cubana Liadagmis Povea Rodríguez (Feb.06.1996 en San Juan y Martínez, Pinar del Río) con 14.52; la portuguesa Patrícia Mamona (Nov.21.1988 en São Jorge de Arroios, de ascendencia angoleña) con 14.28; y detrás Thea Noeliva LaFond (Abr.05.1994 en Roseau, Dominica) que finalizó con 14.01; Elena Andreea Panțuroiu  (Feb.24.1995 en Câmpulung, Rumanía), 13.87; la también portuguesa Susana COSTA (Susana Cristina Saíde da Costa, Sep.22.1984 en Setúbal, Portugal) con 13.85; y las españolas Patricia Sarrapio Martín (Nov.16.1982 en Madrid) dejando su huella en 13.58; y María Vicente García (Mar.28.2001 en Hospitalet de Llobregat) quien registró 13.37.

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